2020
COVID-19: Mensajes de guía, sanación y esperanza
Mayo de 2020


COVID-19: Mensajes de guía, sanación y esperanza

Miembros testifican de la forma en que han visto la mano del Señor incluso durante esta época de cambios, preocupación y pérdida.

Él estuvo conmigo antes; Él está conmigo ahora

Mientras me encontraba en casa tratando de calmar la preocupación que tenía por lo que sucedía en el mundo, abrí mi diario al azar y encontré lo siguiente: “En este mundo nos sobrevienen muchos temores al levantarnos cada día, pero con fe en las enseñanzas del Evangelio, podemos poner un pie delante del otro […]. La fe siempre vence el temor”.

Supe que acababa de recibir una poderosa revelación personal y que el Padre Celestial me la había dado por medio de lo que yo había escrito en mi diario varios años atrás. Fui bendecida con un momento de paz y con el conocimiento de que el Padre Celestial había estado conmigo antes y que está conmigo ahora.

Danette Gray, Utah, EE. UU.

El Espíritu Santo puede hacer Su obra en línea

Sentí la inspiración de comenzar a ofrecer clases de seminario por videollamadas en grupo. Dos días antes, se había impuesto una cuarentena en nuestra ciudad y nuestro grupo tuvo su primera clase por internet.

Algunos padres también estuvieron presentes en la clase, incluyendo algunos que no eran miembros. Tuve que contener las lágrimas conforme estudiamos el capítulo 2 de Mosíah. Todos sentimos el Espíritu al aprender que al servir a los demás también servimos a Dios. Aprendí mucho acerca de cómo recibir revelación personal y cómo reconocerla. El Espíritu Santo manifestará la verdad del Evangelio en diversos formatos de entrega. A pesar de lo que está ocurriendo en el mundo, nada puede detener el avance de la obra del Padre Celestial para la salvación de Sus hijos.

Marites Pineda, Mindanao, Filipinas

No hemos dejado de tener ni un día de seminario

Aun con todo lo que ha sucedido con el coronavirus, ¡me da gusto decir que no hemos dejado de tener ni un día de seminario! Para dar las clases mediante videollamadas tengo que enfrentar algunos desafíos, pero me encanta ver a padres y hermanos menores escuchar nuestras conversaciones. También me gusta que da un sentido de constancia y rutina a nuestras familias, y en particular me encanta que podemos seguir testificándonos el uno al otro de Jesucristo y del amor que Él nos tiene.

Mandi Crandell, Yigo, Guam

Servir a personas a ambos lados del velo

Me encontraba sirviendo como misionera mayor en la Misión Misuri Independence cuando se cancelaron las reuniones de la Iglesia y tuvimos que ponernos en confinamiento en nuestros apartamentos. Para mantenernos en contacto con los miembros y las personas con las que estábamos trabajando, quienes no asistían a la Iglesia con regularidad, nos valíamos de teléfonos y computadoras.

A fin de mantenerme ocupada, decidí trabajar en la historia familiar, a pesar de que por bastante tiempo me había costado encontrar nombres nuevos. Cuando inicié sesión en FamilySearch, tenía una notificación de un registro que estaba a la espera para ser adjuntado. Ese registro me llevó a encontrar cerca de 70 personas en mi línea familiar. Al cabo de cinco días, el flujo de nombres se detuvo. Más tarde ese día, nos enteramos de que todos seríamos relevados y nos iríamos a casa. Me da tristeza partir, pero me siento bendecida por haber podido servir a familiares al otro lado del velo durante estos momentos difíciles.

Kim Nielson, Oregón, EE. UU.

Hacer nuestra parte para que la obra del Señor siga adelante

Debido a que a los misioneros de nuestra localidad se les aconsejó permanecer en sus apartamentos, hemos tratado de hacer nuestra parte y hemos invitado a una persona conocida a aprender sobre la Iglesia. Los misioneros le están dando las lecciones por teléfono. Sentimos la fuerza del Espíritu en nuestro hogar gracias a la tecnología de la que disponemos en la actualidad. Ha sido asombroso ver que la obra del Señor sigue avanzando a pesar de todos los retos que hay en el mundo.

Elaina Reich, Washington, EE. UU.

El Salvador escucha nuestro cantar

Presto servicio en calidad de misionera de servicio a la Iglesia con el programa PathwayConnect en la Estaca Kiev, Ucrania. Los líderes del programa decidieron capacitarnos a todos los que dirigimos reuniones en persona para que pudiéramos hacerlas de forma virtual. Al día siguiente, el gobierno de Kiev anunció medidas de cuarentena.

Me encanta tener la oportunidad de reunirnos para participar en PathwayConnect y también para adorar y cantar juntos en casa los domingos. Agradezco tener la certeza de que donde hay dos o tres congregados en Su nombre, Él está ahí. Nadie sabe cuánto tiempo estaremos en cuarentena en Kiev, pero sabemos que el Salvador escuchará nuestro cantar.

Kateryna Serdyuk, Kiev, Ucrania

“Es hora de volver la vista hacia la familia”

Cuando en las noticias se comenzó a hablar más y más sobre el COVID-19, sentí que el tema se estaba exagerando. No obstante, con el pasar de los días, comencé a preocuparme y hasta entré en pánico en cuanto al futuro del mundo. 

Una mañana se me quitó el sueño y me senté a reflexionar sobre cuál era el motivo de todo esto. Entonces me sobrevino paz. El Espíritu me enseñó que el Señor me había dado una dádiva. “Es hora de volver la vista hacia la familia”, me dijo.

La vida llega a ser ajetreada. Esta pandemia ha dado a nuestra familia la oportunidad de centrarnos en aquello que importa: el evangelio de Jesucristo. Puedo ahogar algunas de las influencias nocivas del mundo y enfocarme en enseñar a mis hijos a acudir a Cristo. Nuestro Padre Celestial está pendiente de nosotros. Eso lo siento ahora más que nunca. 

Mary Ostler, Nebraska, EE. UU.

El Señor nos ha preparado para esto

Cuando me enteré de que las reuniones de la Iglesia se suspenderían por un tiempo me sentí un poco afligida. Sin embargo, ahora puedo ver la manera en que el Señor nos ha preparado para esto por medio de Sus profetas. El estudio del Evangelio centrado en el hogar puede ayudarnos en momentos de dificultad. Agradezco que aún puedo participar de la Santa Cena los domingos y tener acceso a las palabras de los profetas. Es reconfortante saber que podemos sentir el mismo Espíritu hasta que podamos volver a juntarnos.

Emma van As, Gauteng, Sudáfrica

Se nos ha enseñado cómo adorar

Cuando mi esposo y yo participamos en la ordenanza de la Santa Cena en nuestro hogar por primera vez, sentí el Espíritu tan fuerte que me costó trabajo cantar el himno que habíamos escogido. En los más de 70 años que llevo asistiendo a nuestros servicios de adoración, no recuerdo haber apreciado con tanta profundidad las bendiciones que hemos recibido por ser miembros y por participar en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Se nos ha enseñado cómo adorar y a quién adorar. Por supuesto que extrañamos juntarnos con los demás miembros y será una alegría volver a la “normalidad” lo antes posible; no obstante, agradezco las lecciones que estamos aprendiendo en este momento al seguir el consejo del profeta en nuestra adoración “centrada en el hogar y apoyada por la Iglesia”.

Susan Preator, Montana, EE. UU.

Hallar paz y unidad

Cada semana, mi hijo y yo esperamos con anhelo el día en que hacemos la noche de hogar. A menudo venían a nuestra casa miembros, amigos y misioneros, pero debido a la pandemia, las cosas cambiaron drásticamente. Ahora tenemos la noche de hogar por teléfono con nuestros amigos. Al pasar juntos por estos momentos hemos podido hacer muchas cosas que nos han acercado.

Agradezco que nuestro querido profeta nos haya invitado a todos a ayunar. Muchos de nosotros pudimos sentir el poder de la unidad y la paz mediante esa experiencia. En épocas como esta, la paz que necesitamos viene del Salvador Jesucristo.

Roshene McKenzie, Kingston, Jamaica

Dios está al mando

Hace solo dos meses y medio que comencé la misión. Se me asignó prestar servicio en Hermosillo, México. Todos los días tenía la oportunidad de conocer a personas maravillosas que estaban preparadas para recibir el Evangelio restaurado. Sentía que apenas estaba comenzando a cumplir mi propósito cuando el COVID-19 interrumpió mi misión.

Me dolió dejar a esas personas que tanto quiero, pero también he sentido mucha paz y seguridad gracias a que sé que Dios sigue estando al mando. Estoy agradecida de que tenemos un profeta y apóstoles que nos guían en estos momentos. Al igual que muchos misioneros en el mundo, tengo la confianza de que este no será el fin de mi misión. Pronto podré ayudar nuevamente a llevar a cabo la obra del Señor y seguir siendo un instrumento en Sus manos para traer más almas al arrepentimiento.

Carolina Román, Puerto Rico