2020
A pesar del cierre de los templos, las bendiciones están fácilmente disponibles durante la pandemia del COVID-19, comenta el élder Bednar
COVID-19: Mensajes de fe


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A pesar del cierre de los templos, las bendiciones están fácilmente disponibles durante la pandemia del COVID-19, comenta el élder Bednar

Lea la parte cuatro de una serie de entrevistas que contienen consejos de miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles durante el brote del COVID-19.

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El élder y la hermana Bednar enfrente del templo

Tal como se registra en el Antiguo Testamento, Jehová prometió a los hijos de Israel que a medida que llevaran el arca del convenio, el más sagrado de sus símbolos religiosos, cruzarían el río Jordán por tierra seca.

Lo más extraordinario de ese episodio, dijo el élder David A. Bednar, es que “las plantas de sus pies estaban mojadas antes de que se dividieran las aguas”.

El momento registrado en Josué 3 es una de esas “grandes lecciones del pasado” que pueden ser instructivas para los Santos de los Últimos Días en la actualidad, que enfrentan la pandemia mundial del COVID-19 que se ha cobrado miles de vidas, ha paralizado la economía mundial y ha aislado a las poblaciones del mundo, dijo el miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles.

En respuesta a la crisis del coronavirus, los líderes de la Iglesia han hecho muchas adaptaciones a fin de formar parte de la solución a la pandemia, incluido el cierre de templos en todo el mundo.

El templo “es el punto donde se cruzan el cielo y la tierra”, dijo el élder Bednar, agregando que las experiencias que una persona tiene en el templo la ayudan a ver más allá de la vida terrenal.

Sin embargo, durante este tiempo en el que la obra del templo no se está llevando a cabo, las bendiciones están fácilmente al alcance de los Santos de los Últimos Días, dijo. Al igual que los hijos de Israel que transportaron el arca del convenio por el río Jordán sabiendo que las aguas se dividirían, los miembros deben avanzar con fuerza, valor y con la esperanza de que ocurrirán milagros.

“Si ejercemos la fe para avanzar, entonces, a la manera del Señor, y de acuerdo con Su tiempo, las aguas se dividirán”.

Honrar los convenios

El élder Bednar, director del Consejo Ejecutivo de Templos e Historia Familiar de la Iglesia, habló con Church News mediante videoconferencia unas semanas después de que la Primera Presidencia emitiera una declaración el 25 de marzo de 2020, para suspender la obra del templo en todo el mundo en respuesta a la crisis causada por el coronavirus.

Durante este periodo en el que los templos están cerrados, los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días pueden centrarse en “lo que aprendemos y el espíritu que sentimos en el templo”, dijo el élder Bednar.

“Obviamente, el Espíritu no está disponible solamente en la Casa del Señor”, dijo. “Si estamos honrando nuestros convenios, entonces podemos tener siempre ese mismo espíritu con nosotros”.

Sin la perspectiva que brinda el Evangelio, muchas de las dificultades de la vida “serían insoportables”, dijo el élder Bednar. “Pero debido a que podemos reconocer el alcance de la eternidad y ver más allá de la tumba, podemos ‘ceñi[r] los lomos con valor’ y seguir marchando adelante”.

Los convenios y las ordenanzas que se administran en los santos templos son una gran fuente de esperanza ya que “se centran en el Salvador, en Su misión y en lo que Él ha hecho posible para nosotros”. Nadie elegiría la experiencia de la pandemia del COVID-19, “pero está encima de nosotros”.

“Con la perspectiva eterna que brinda el Evangelio restaurado y la gracia que proviene de la expiación del Salvador, podemos aprender lecciones de la adversidad que presenta la mortalidad, que nos preparan para las bendiciones de la eternidad”, dijo. “Tenemos que orar; tenemos que buscar; tenemos que pedir; debemos tener ojos para ver y oídos para oír. Podemos ser bendecidos de maneras extraordinarias al aprender lecciones que nos bendecirán ahora y para siempre”.

Observar modelos

El élder Bednar dijo que uno de los propósitos del templo es “observar los modelos y aprender los principios que se deben percibir en nuestro propio hogar”.

Es verdad, dijo, que los Santos de los Últimos Días van al templo y tienen experiencias espirituales magníficas, “pero sobre todo, debemos regresar a nuestro hogar después de asistir al templo y llevar con nosotros lo que hemos aprendido e implementar y poner en práctica esas enseñanzas. Puede haber un poder espiritual semejante en nuestros hogares a medida que nos esforzamos por recordar los principios y modelos que se enseñan en el templo y vivimos de acuerdo con ellos”.

Citando al élder Neal A. Maxwell (1926–2004), del Cuórum de los Doce Apóstoles, el élder Bednar dijo: “Puede que [los Santos de los Últimos Días] vayan al santo templo, pero [no deben permanecer] impermeabilizados a la influencia de este” (véase “Resolved esto en vuestros corazones”, Liahona, enero de 1993).

“En una época en la que se ha suspendido temporalmente el funcionamiento de los templos, tenemos la excelente oportunidad de invitar a que los convenios y las ordenanzas influyan en nosotros”, dijo. “Las lecciones aprendidas en nuestras experiencias previas en el templo no se deben recordar solamente cuando nos encontramos en él”.

Esas enseñanzas “están en nuestra mente, y esperemos que en nuestro corazón”. Y podemos tener acceso a esos conocimientos y a esos recuerdos en cualquier momento”.

Súplicas al Señor

El élder Bednar dijo que todas las personas tienen momentos en los que “las oraciones se tornan más fervientes y significativas”. Con frecuencia, los miembros hacen súplicas al Señor en oración en el templo.

“Esa es una experiencia poderosa”, dijo. “Sin embargo, el Señor conoce nuestras circunstancias y nuestra situación, y en este tiempo no dará menor atención a una oración ferviente y sincera que se ofrece en una sala de estar o de rodillas al lado de una cama. Él nos contemplará con gran misericordia y gran compasión”.

Eso incluye a cualquier persona que esté esperando entrar en el templo a fin de recibir ordenanzas personales, incluidos los matrimonios y los sellamientos en el templo.

“No puedo imaginarme el sentimiento de desilusión e incluso de dolor”, dijo el élder Bednar, “pero el día llegará; esta es una interrupción temporal”.

Todos aquellos cuyos matrimonios en el templo se hayan interrumpido sabrán, mediante su propia preparación espiritual y oración, la forma de proceder, dijo. “Cada persona y cada pareja puede saber lo que necesita hacerse”, dijo. “Deben ser pacientes y esperar en el Señor, y Él les susurrará, por el poder de Su Espíritu, en maneras sencillas, y sabrán qué hacer”.

Tener una recomendación para el templo

Cada joven y miembro adulto de la Iglesia debe tener una recomendación vigente para el templo durante este tiempo, agregó.

“La importancia de tener una recomendación para el templo no es solo un elemento operacional del ser miembro de la Iglesia restaurada del Salvador”, dijo.

El presidente Howard W. Hunter (1907–1995) designó el templo como “el símbolo supremo de [nuestra] calidad de miembros”, ya que el templo es “el marco supremo de [nuestros] convenios más sagrados” (véase “El símbolo supremo de ser miembros de la Iglesia”, Liahona, noviembre de 1994).

El élder Bednar dijo: “Siempre debemos ser dignos de tener una recomendación vigente para el templo y de llevarla con nosotros”.

Este periodo de operaciones suspendidas puede ayudar a los miembros que tienen fácil acceso a los templos a apreciar a esos Santos de los Últimos Días que viajan en autobuses o embarcaciones durante días para llegar al templo. Algunos miembros fieles quizás visiten un templo solo una o dos veces en toda su vida.

“Nosotros no elegiríamos este conjunto actual de circunstancias”, dijo, “pero debido a que están sobre nosotros, nos ayudará a tener ojos para ver cosas que no hemos visto antes y oídos para oír cosas que no hemos oído antes. Nuestro agradecimiento debe aumentar grandemente ya que, con frecuencia, aquellos de nosotros que vivimos cerca de los templos podemos volvernos indiferentes y no apreciarlos”.

Esta es una época en la que “podemos centrarnos en que las bendiciones de los convenios y de las ordenanzas del templo influyan en nosotros”, recalcó.

Los miembros pueden centrarse y meditar en los convenios relacionados con la obediencia, el sacrificio, la consagración, el espíritu del Evangelio y la pureza moral. “Ese poderoso espíritu no está restringido a la Casa del Señor”. Si estamos honrando nuestros convenios, entonces siempre podemos tener ese mismo espíritu con nosotros”.

El élder Bednar agregó que los templos “se nutren con los nombres”. Dijo: “Para las personas que viven una vida apresurada y agitada, esta es una oportunidad maravillosa para aprender más acerca de la investigación de historia familiar, indexación y de cómo preparar muchos, muchos nombres para el día en que se vuelvan a abrir las puertas de los templos. De manera que esta es una oportunidad para incrementar nuestra comprensión de la obra de historia familiar, y para llevar a cabo más de esa obra sagrada”.

Seguir adelante

El élder Bednar dijo que el Señor ha preparado a la Iglesia para tiempos como estos. “Ninguna mano impía puede impedir que esta obra progrese, y ninguna pandemia tampoco detendrá el progreso de esta obra”, dijo. “En medio de todos los desafíos que enfrentamos ahora con este virus, la obra sigue adelante”.

Dijo que en una ocasión el élder Bruce R. McConkie (1915–1985), del Cuórum de los Doce Apóstoles, comparó a la Iglesia con una “larga caravana”. A pesar del terreno difícil y áspero y de los ríos que hay que cruzar, “la caravana continúa” (“La caravana continúa su marcha”, Liahona, enero de 1985).

El élder Bednar añadió: “¿Hay contratiempos temporales?; sí. ¿Hay desaliento y desilusión?; sí, pero ‘la caravana continúa’”.

El mundo superará esta pandemia, dijo.

“No sabemos cuánto tomará, pero la superaremos. Y tal vez no reanudemos nuestro modelo previo de vida exactamente como lo conocíamos, pero muchas de esas adaptaciones y cambios serán muy positivos. El Reino de Dios sigue avanzando, especialmente en los templos”.

Desde que se convirtió en el decimoséptimo Presidente de la Iglesia, el presidente Russell M. Nelson ha recalcado que las ordenanzas y los convenios del templo son el centro de todo lo que los Santos de los Últimos Días hacen para venir a Cristo, dijo el élder Bednar.

Al concluir la Conferencia General de abril, el presidente Nelson anunció que la Iglesia edificará ocho templos nuevos en distintas naciones del mundo. Con estos anuncios, la Iglesia tiene 168 templos dedicados, 15 en construcción y otros 42 que se han anunciado.

Recordando la invitación de que todos los Santos de los Últimos Días tengan una recomendación vigente para el templo, de que oren y recuerden sus convenios del templo, el élder Bednar prometió a los miembros de la Iglesia que, si avanzan con fe, las “aguas se dividirán” y la obra del templo, tanto para los vivos como por los muertos, se reanudará.

“En futuras conferencias se anunciarán más templos”, dijo. “La caravana continúa”.