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“Bienvenidos a nuestro comienzo”
Una hermosa fotografía que marca un gran comienzo para donde vivimos. Desde el 15 de mayo de 2019 en Mina Clavero, Villa Cura Brochero tenemos misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Algo que aprendimos con el paso del tiempo es que La Iglesia crece mediante nuestro esfuerzo y nuestra fe.
Con mi familia nos mudamos a Mina Clavero, Córdoba, Argentina en diciembre de 2017, sabiendo que la capilla más cercana estaría a una hora de viaje en transporte público. Teniendo tres hermosos pequeños que preparar cada domingo, nos implicaría algunas horas extras para estar a las 9 a.m. en nuestra rama en Villa Dolores.
A principios del año 2019 empezamos a vivir sucesos pequeños, pero sumamente importantes.
El 15 de mayo de 2019 llegaron por primera vez a Mina Clavero el élder Benítez y el élder Prosser, los asistentes del presidente de la Misión Argentina Mendoza, enviados para evaluar la posibilidad de abrir una nueva unidad.
En una ocasión el secretario de la rama Villa Gessell, encontró los registros de la familia Piñeyro. Gracias a las redes sociales pudo encontrarlos, los invitó a volver a asistir a la Iglesia y les dio la dirección de la capilla a la que debían asistir conforme a su domicilio actual, que era nuestra pequeña rama.
El 16 de junio de 2019 tuvimos nuestra primera reunión sacramental en un deteriorado salón de un restaurante en Mina Clavero. Ese mismo día volvió a la Iglesia la familia Piñeyro, quienes tenían una hija llamada Thais, quien fue bautizada unos domingos más adelante.
Luego conseguimos un pequeño local de 20 metros cuadrados con baño, en donde se bautizaron Susana y su nieta Abril; al siguiente domingo llegaron dos nuevos misioneros, el élder Mora y el élder Woolie. Ya con cuatro misioneros en el área se bautizaron Silvia y su hija Rita. Unas semanas después se bautizó Mónica en la antigua pizzería del Chango la cual nos era prestada para utilizarla los domingos.
Tras pasar por otros dos salones más, encontramos una hermosa casa en la calle Urquiza 1156, la cual hoy en día es nuestro centro de reuniones. En ella se bautizó Florencia (hija de Susana) y con la llegada del élder Haymore, llegó el esperado bautismo de Cynthia. Sabemos que llegarán muchas personas más. Cada jueves hacemos una noche de hogar a la que siempre estamos intentando llevar a personas a que vengan y vean, para que escuchen un mensaje del Evangelio, tomen mate y conozcan al Salvador en un entorno más informal y familiar.
Actualmente seguimos siendo una Unidad Básica que depende de la Rama Villa Dolores, pero el Señor nos dio la bendición de tener buenos líderes que se sacrifican para poder trabajar en ambas unidades dedicando su tiempo y esfuerzo para que continuemos creciendo.
No dudamos en que estamos en la obra del Salvador, en la Iglesia verdadera, y que por medio de la fe de cada uno de los miembros seguiremos edificando el Reino de Dios en esta pequeña parte del mundo, esa misma fe que nos llevó a comenzar con esta unidad.