2020
Más de 1700 horas de servicio en las inundaciones de Los Alcázares
Marzo de 2020


Noticias Locales

Más de 1700 horas de servicio en las inundaciones de Los Alcázares

No habían pasado ni veinticuatro horas de las inundaciones en Los Alcázares cuando, el pasado 13 de septiembre, algunos miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de la Estaca Cartagena se reunieron para preparar quinientos bocadillos para los voluntarios, tanto civiles como de las fuerzas y cuerpos de seguridad, que llevaban desde el día anterior evacuando sin descanso a todos los afectados por las inundaciones y sacando agua de garajes y cocheras.

Además de los bocadillos, la Iglesia proporcionó alimentos básicos como agua, leche, pañales, comida para bebés, y toallitas, magdalenas, batidos y zumos que se repartieron entre las personas alojadas en el Centro Cultural Las Claras. Mientras hacían el reparto, los jóvenes de la Iglesia ayudaban al personal de la Cruz Roja a montar y preparar las camas que minutos después serían ocupadas por los evacuados.

El domingo 15 de septiembre, 169 Santos de los Últimos Días de la Estaca Cartagena se dieron cita a las 7:30 de la mañana en el centro de estaca y, después de tomar la Santa Cena, se dirigieron al Ayuntamiento ataviados con sus chalecos de Manos que Ayudan para seguir colaborando en las labores de limpieza en Los Alcázares.

Al llegar al Ayuntamiento, los miembros ayudaron en la organización de los grupos y en la distribución de las calles y de las casas que había que limpiar. Salvo un grupo de seis personas que se quedaron en el Ayuntamiento preparando paellas para todos, los 163 restantes se unieron a los cientos de voluntarios llegados de todas partes de la región y fueron por todo el pueblo limpiando calles y casas.

Medios de comunicación como la Sexta, Antena 3, TVE1 y la Televisión Murciana que cubrían la noticia de las inundaciones se hicieron eco de la presencia de los voluntarios de la Iglesia, y entrevistaron a dos de ellos: el hermano Antonio Mateo y su hija, la hermana Mari Paz Mateo Cabrera.

A las 14:00 h se hizo un descanso para comer. Aunque solo había paella para trescientas personas, el Señor nos permitió dar de comer a aproximadamente seiscientas, multiplicando el arroz como hizo con los panes y los peces. Tras el descanso se retomaron las labores de limpieza hasta las 20:00 h. Exhaustos y llenos de barro, todos partieron hacia sus casas agradecidos por la oportunidad de haber ayudado, pero conmocionados por el paisaje desolador y por el dolor de los habitantes de Los Alcázares.

Tras finalizar las labores de limpieza de ese primer día, el alcalde, Mario Cervera, junto con varios de los concejales y personal del Ayuntamiento se reunieron con los representantes de Asuntos Públicos para agradecer la colaboración y la ayuda prestada, y para pedir que la Iglesia siguiera ayudándoles en los días que siguieron.

Unos días después, tras conocer que el Ayuntamiento ya no disponía de botas de agua para proporcionar a sus ciudadanos, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días hizo entrega al Consistorio de cien pares de botas y de una segunda tanda de alimentos, esta vez con aceite, pan de molde, atún y comida preparada en lata.

Se nos informó también de que hacía falta material escolar como mochilas, libretas, bolígrafos, lápices, borradores, colores, sacapuntas y estuches, por lo que la Iglesia compró cien unidades de cada una de esas cosas y las entregó ese mismo día para que pudieran repartirse entre las familias que las necesitaban.

Por otro lado, los servicios sociales se pusieron en contacto con la Iglesia para pedir familias dispuestas a dejar que las personas fueran a sus casas a ducharse, pues muchos habitantes de Los Alcázares no tenían agua en sus casas y llevaban ya cinco días sin poder hacerlo. Un total de ocho familias del Barrio Mar Menor se ofrecieron como voluntarias.

El martes 24 de septiembre tuvo lugar, en el Archivo Histórico de la ciudad de Murcia, la IV entrega de premios por la Inclusión Laboral organizada por la Cruz Roja. En esta edición, la Cruz Roja hizo entrega de un reconocimiento especial a todas aquellas empresas y entidades que habían mostrado su solidaridad al municipio de Los Alcázares tras las inundaciones sufridas por la gota fría. Entre esas entidades se encontraba La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Susana Lorente, Directora de Asuntos Públicos y Comunicaciones, recogió el reconocimiento en nombre de la Iglesia.

Ya que “[un] santo está siempre atento a las súplicas de otros seres humanos… [y] toma, sin pensarlo, la iniciativa de hacer algo en favor de los necesitados, cualquiera que sea la necesidad de esa persona” (Russell M. Nelson, “Porque así se llamará mi iglesia”, Conferencia General de abril de 1990), los miembros de la Estaca Cartagena han demostrado, por sus frutos, ser verdaderos santos.