2020
¿Cómo hablo con mis hijos acerca de la salud mental?
Febrero de 2020


¿Cómo hablo con mis hijos acerca de la salud mental?

Imagen
image of child with storm clouds in their mind

Ilustraciones por David Green.

Cinco maneras de comenzar una conversación

  • Sentirse incómodo forma parte de la vida. No es nada malo sentirse enojado, triste o preocupado a veces. Esos sentimientos no siempre significan que se haya hecho algo mal.

  • ¿Saben cómo ayudan los médicos si uno se rompe una pierna? También hay personas que pueden ayudarnos a lidiar con pensamientos y sentimientos de malestar. Deberíamos pedir ayuda cuando la necesitemos.

  • Cometer errores forma parte de cómo aprendemos y progresamos aquí en la tierra. ¡Nadie es perfecto! El Padre Celestial nos ama, incluso cuando nos equivocamos. Él quiere que todos sigamos intentándolo.

  • Algunas actividades, como respirar profundamente, hablar con alguien, hacer deporte o dibujar, pueden ayudarnos a sentirnos mejor cuando estemos disgustados. No debemos hacer cosas que nos lastimen a nosotros mismos, a otras personas ni a los animales.

  • A veces las personas tienen sentimientos de malestar o pensamientos preocupantes que no desaparecen. Algunas personas tienen otros problemas relacionados con la forma en que funciona su mente. Eso no es culpa suya. Debemos ser amables y serviciales con todo el mundo y tratarlos como lo haría Jesucristo.

Consejos a la hora de hablar

  • Es importante que hagan preguntas a sus hijos sobre lo que piensan y sienten, y que luego los escuchen de verdad. Las preguntas podrían ser: ¿En qué has estado pensando últimamente? ¿Qué cambios están sucediendo en tu vida? ¿Has notado últimamente algún sentimiento nuevo? ¿Tienes alguna pregunta que hayas querido hacerle a alguien?

  • Las preguntas de sus hijos son importantes. Pueden ayudarles a ustedes a saber qué es lo que sus hijos están listos para aprender. En lugar de compartir de golpe con un niño todo lo que saben acerca de un tema, respondan a su pregunta con información básica. Después, invítenlo a responder. Si no tiene más preguntas al respecto, tal vez lo básico resulte suficiente por el momento. Si tiene más preguntas, puede que su hijo esté preparado para recibir más información.

  • Eviten discutir con su hijo sobre los sentimientos que esté compartiendo, aun cuando esos sentimientos no coincidan con la percepción que ustedes tienen de la situación.

  • A veces, escribir es más fácil que hablar. Si las conversaciones no dan buen resultado, traten de invitar a su hijo a escribir o dibujar sobre cómo se siente.

Ideas para actividades

  • Para los niños pequeños, dibujen caras para representar diferentes sentimientos y ayuden a sus hijos a nombrarlos.

  • Intercambien ideas con sus hijos para crear una lista de actividades que puedan intentar hacer cuando estén disgustados.

  • Piensen en alguien que esté triste o tenga algún tipo de dificultad. ¿Qué podría hacer su familia para mostrarle amor?

  • Lean y hablen sobre historias de la revista Liahona en las que los miembros de la Iglesia hayan afrontado pruebas ejerciendo fe en Dios.

¡Necesito ayuda!

Si sienten que las emociones y la conducta de su hijo están fuera de control, o si la salud mental de él o ella está en riesgo, recurran a un profesional de la salud mental (hay un artículo a continuación con consejos sobre ese proceso). Su obispo podría ayudarlos a ponerse en contacto con Servicios para la Familia u otros recursos de asesoramiento de su zona. Asimismo, en mentalhealth.ChurchofJesusChrist.org hay una lista de líneas telefónicas gratuitas para crisis y otros recursos. ¡Los amamos y no están solos!