2020
¿Qué aspiramos?
Enero de 2020


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¿Qué aspiramos?

Aprovechando la oportunidad que se nos presentaba, a mi esposa y a mí, dado que debía asistir a una cita de control médico en Bogotá, después de los laboratorios de rigor, planeamos asistir al templo donde disfrutamos del maravilloso espíritu de servir mientras participábamos en las ordenanzas.

Ya de regreso en la clínica para mi cita, mientras esperaba ser atendido, las enfermeras que se encontraban en la sala de espera notaron que mi tapaboca estaba bastante sucio debido a los gases que había recogido durante el recorrido en el tránsito de la ciudad, por lo que me entregaron uno nuevo para cambiar el que ya tenía (y que, para mi cuidado, debo usar constantemente). Y claro, mencionamos la increíble cantidad de gases que se evita aspirar mediante el uso del tapaboca.

Esta situación me hizo pensar en cuanto a las cosas que nos ofrece “el mundo” y las que nos ofrece nuestro Padre Celestial. Es importante reconocer las maravillosas oportunidades de que gozamos en este mundo moderno y que, si las usamos apropiadamente, serán una gran bendición en nuestro paso por esta vida terrenal. Lastimosamente, al igual que el esmog del humo de los automotores, el mundo nos “ofrece” demasiadas cosas de las que debemos cuidarnos, pues nuestra salud espiritual está en riesgo al igual que nuestra salud física. Que maravillosa bendición encontrar lugares santos (como los templos, nuestros hogares, las capillas) donde podemos asegurarnos de recibir “la agradable palabra de Dios” (Jacob 2:8), la cual permite que podamos prestar atención a las cosas buenas del mundo recordándonos que “si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a eso aspiramos”.

Sé que los templos y las ordenanzas disponibles en ellos nos bendicen al participar en ellas cuidando nuestra salud espiritual, especialmente al mantenernos dignos de una recomendación para el templo, evitando ‘aspirar’ las cosas malas del mundo.