2020
Se llama a nuevo presidente del Templo de Quetzaltenango, Guatemala
Enero de 2020


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Se llama a nuevo presidente del Templo de Quetzaltenango, Guatemala

“Me siento muy humilde y agradecido con nuestro Padre Celestial por darme la oportunidad de servirle en Su Santa Casa”, dice el presidente Gonzalo Eduardo García-Salas.

Gonzalo Eduardo García-Salas Gálvez, nacido en Quetzaltenango, ha sido llamado por la Primera Presidencia de la Iglesia para servir como presidente del Templo de Quetzaltenango, Guatemala. Su esposa, Sonia Elizabeth Bonilla de García-Salas, servirá como directora de las obreras del templo.

El presidente García-Salas, 73, y su esposa, pertenecen al Barrio Los Altos, Estaca Quetzaltenango, Guatemala Oeste. Actualmente sirve como segundo consejero del Templo de Quetzaltenango, Guatemala, y su esposa como asistente a la directora. Ha servido como patriarca, consejero en la presidencia de estaca y obispo. La hermana García-Salas ha servido como presidenta de la Sociedad de Socorro, presidenta de la Primaria y maestra.

El presidente García-Salas expresó: “Me siento muy humilde y agradecido con nuestro Padre Celestial por darme la oportunidad de servirle en Su Santa Casa. Agradezco Su confianza en mí en tan importante y difícil responsabilidad. Confío en Su bondad y guía para hacer Su voluntad. Espero ser instruido por el Espíritu Santo para tener valor y fortaleza en inspiración al servir a Sus hijos en ambos lados del velo”.

La hermana García-Salas dijo que este llamamiento es un privilegio especial. “No hay palabras para expresar mi gratitud al Señor y mis sentimientos por la oportunidad que me da, al permitirme continuar mi servicio en Su propia y santa casa. Cuánta misericordia y bondad ha tenido hacia mí. Me siento humilde y pequeña, pero tengo la determinación de servirle y mostrarle mi amor al servir a sus hijos en esta tierra y al otro lado del velo. Cómo Jesucristo mismo dijo: ‘… en cuanto lo hicisteis a uno de estos, mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis’ (Mateo 25:40)”, dijo.

Para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los templos son los lugares de adoración más sagrados sobre la tierra; cada uno es la Casa del Señor. Los templos son lugares de paz, aprendizaje e inspiración, en donde se efectúan ceremonias sagradas.