De la Primera Presidencia
La Luz del mundo
Por el presidente Henry B. Eyring
Segundo Consejero de la Primera Presidencia
Adaptado del Devocional de Navidad de la Primera Presidencia en 2011.
La luz es uno de los símbolos más hermosos del nacimiento de Jesucristo. Cuando Jesús nació, trajo luz a un mundo oscuro.
Los profetas enseñaron que la luz sería una señal del nacimiento del Salvador. Años antes de que Jesús naciera, Samuel el Lamanita profetizó:
“… habrá grandes luces en el cielo, de modo que no habrá obscuridad en la noche anterior a su venida, al grado de que a los hombres les parecerá que es de día.
“Y he aquí, aparecerá una estrella nueva, tal como nunca habéis visto; y esto también os será por señal” (Helamán 14:3, 5).
La estrella guio a los magos a Jesús para que lo adoraran. Le ofrecieron regalos valiosos de oro, incienso y mirra.
Testifico que Jesús es el Cristo viviente. Podemos recordarlo y tratar con todo el corazón de amar como Él ama. Ese es el espíritu de la Navidad. Es el espíritu de la verdadera felicidad todos los días.
Sigue la estrella
Cuando Jesús nació, los magos siguieron la estrella. Colorea las estrellas que aparecen a continuación para ayudar a los magos a encontrar a Jesús.