2019
¿Cómo evito que mis dispositivos electrónicos me distraigan en la Iglesia y en Seminario?
Junio de 2019


Preguntas y respuestas

“¿Cómo evito que mis dispositivos electrónicos me distraigan en la Iglesia y en Seminario?”

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young woman holding laptop and phone

Fuera de la vista, fuera de la mente

Recientemente noté mi tendencia a usar dispositivos electrónicos durante el horario de la Iglesia y en las actividades para los jóvenes. Se había convertido en un hábito. Cada vez que veía mi teléfono, inmediatamente tenía que agarrarlo y verificar si había nuevas notificaciones o mensajes de texto. ¿La solución? Ocultar mi teléfono de mí misma. Ya fuese colocarlo en un bolso, debajo de una silla o incluso dárselo a una amiga, si no podía verlo, no me sentiría tentada a usarlo.

Taryn M., 15 años, Florida, EE. UU.

Prepara tus dispositivos para minimizar la distracción

Prepara tus dispositivos de la misma manera en que preparas tu mente y tu cuerpo para el día de reposo. Pon en silencio las notificaciones del celular durante las clases. Podrías colocar la aplicación Biblioteca del Evangelio separada de las demás aplicaciones para que, si necesitas usar las Escrituras o el cuaderno de notas, no te distraigas por esas aplicaciones.

Delguimar S., 21 años, São Paulo, Brasil

Pide ayuda mediante la oración

Busco el Espíritu por medio de la oración. Eso me ayuda a poder dejar de usar mis dispositivos electrónicos en el día de reposo y durante Seminario. Cada vez que oro a mi Padre Celestial y leo el Libro de Mormón, recibo una manera de dejar de usar mis dispositivos.

Desire M., 18 años, Distrito Comoé, Costa de Marfil

¡No te olvides de los ejemplares en papel!

El uso de los dispositivos electrónicos para el estudio del Evangelio está bien, pero a veces puede salirse de control. Para evitar distraerte, intenta usar ejemplares impresos de las Escrituras. El Señor te guiará. Aprenderás mucho más y sentirás el Espíritu.

Aiyana A., 13 años, Laguna, Filipinas

Guárdalo

En la Iglesia, apago el sonido de mi teléfono y lo guardo en el bolsillo a menos que lo esté usando para las Escrituras. Durante la Santa Cena, no lo uso en absoluto. Lo mantengo fuera de mis manos para evitar la tentación de usarlo.

William W., 17 años, Virginia, EE. UU.