2019
El plan perfecto
Junio de 2019


Jóvenes adultos

El plan perfecto

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baby shoes on top of a crib

¿Cuándo fue la última vez que tus planes fracasaron? ¿La semana pasada? Los míos sí lo hicieron. No importa cuán perfectos sean nuestros planes, los giros inesperados de la vida parecen ser una realidad de la vida terrenal. Nunca planeé tener cuatro abortos espontáneos entre mis dos hijos, pero eso fue lo que pasó. Cuando los planes que hicimos, tras devota oración, nos sorprenden de maneras inesperadas, o se derrumban por completo, ¿qué hacemos? En este número, jóvenes adultos que han pasado por diferentes circunstancias comparten las respuestas que hallaron a esa pregunta, cuando la planificación de su familia no resultó de acuerdo con lo previsto.

Para mi esposo y para mí, los abortos espontáneos detuvieron nuestra trayectoria planeada y nos rompieron el corazón (véase la página 44). Para Katherine y su esposo, el examinar las opiniones de la sociedad a fin de encontrar la voz del Señor demostró ser un obstáculo en su camino (véase la página 48).

En otros artículos, disponibles solo en formato digital, Christina habla de sus temores y dudas de convertirse en madre, y Brian explica cómo el emplazamiento militar casi descarriló los planes que él y su esposa tenían en cuanto a su familia. Katie, una joven adulta soltera, brinda información sobre la naturaleza eterna de nuestra identidad como padres.

Ya sea que estés esperando que los hijos bendigan tu hogar, que tengas más hijos de los que planeaste originalmente o que simplemente estés esperando el matrimonio, una cosa es segura: nuestro Padre Celestial tiene el plan perfecto y siempre nos guía y nos sostiene de manera personal e individual a medida que procuramos alinear nuestra voluntad con la de Él.

Independientemente del resultado, el simple hecho de aspirar a traer hijos a este mundo nos bendecirá con una perspectiva más profunda del gran plan de felicidad de nuestro Padre Celestial. Dondequiera que estés en tu trayecto de crecimiento familiar, espero sinceramente que al leer nuestras historias, el Espíritu Santo te guíe hacia perspectivas o respuestas que puedan ayudarte en tu camino.

¡Que disfrutes la lectura!

Marianne von Bracht