2018
¿Qué hacemos en el templo?
2018 de julio


Preparación para la vida

¿Qué hacemos en el templo?

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baptismal font

El templo es un lugar sagrado donde podemos acercarnos más a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo. En el templo se nos enseñan verdades importantes, participamos en ordenanzas del sacerdocio (ceremonias sagradas) y hacemos convenios (promesas sagradas) con Dios que nos preparan para regresar a Su presencia.

Podemos recibir las ordenanzas del templo para nosotros, así como a favor de nuestros antepasados. Por ejemplo, los jóvenes pueden participar de bautismos a favor de sus antepasados y de otras personas que no hayan tenido la oportunidad de bautizarse mediante la debida autoridad cuando estuvieron vivas. En el caso de los adultos, hay otras ordenanzas del templo, que incluyen la investidura y los sellamientos (como el matrimonio en el templo, por ejemplo).

El bautismo y la confirmación a favor de nuestros antepasados

El bautismo y la confirmación son esenciales para la salvación de toda persona capaz de responsabilizarse de sí misma que haya vivido en la Tierra (véase Juan 3:5). Sin embargo, muchas personas han fallecido sin tener la oportunidad de escuchar el Evangelio ni de recibir dichas ordenanzas. Mediante la gracia y la misericordia de Jesucristo, se ha preparado una manera para que todos reciban esas bendiciones. En el templo, los miembros de la Iglesia dignos pueden efectuar bautismos a favor de aquellas personas que han fallecido. En el mundo de los espíritus, se predica el Evangelio (véase D. y C. 138), y quienes lo escuchan pueden escoger aceptarlo, así como las ordenanzas que se efectúen a su favor.

La investidura

La palabra investidura significa “don”. La investidura del templo es un don de Dios a través del cual Él te confiere bendiciones sagradas, incluso “poder de lo alto” (D. y C. 95:8).

Cuando te uniste a la Iglesia, recibiste dos ordenanzas: el bautismo y la confirmación. La investidura del templo también se recibe en dos partes. Primero, recibes la ordenanza preliminar, en la que de modo simbólico y modesto se te “lava” para purificarte, y en la que recibes bendiciones especiales concernientes a tu legado divino y tu potencial eterno. En la segunda parte, recibes el resto de tu investidura mientras aprendes más sobre el Plan de Salvación; incluso sobre la Creación, el propósito que tenemos en la tierra, y la misión y la expiación de Jesucristo.

Durante la investidura, hacemos promesas solemnes de obedecer a Dios, seguir a Jesucristo, ser moralmente castos y ayudar a edificar el Reino de Dios. Si guardamos nuestros convenios, se nos promete que recibiremos todas las bendiciones eternas de Dios.

Los sellamientos

Las familias son fundamentales en el plan de Dios para nuestra felicidad. Unir a la familia para siempre es la bendición suprema que se puede recibir en el templo a través de la autoridad para sellar del sacerdocio —la misma autoridad sobre la cual Jesús habló a Sus apóstoles— (véase Mateo 16:19). Los sellamientos del templo permiten que el esposo y la esposa, y los hijos y los padres, estén juntos para siempre mediante la fidelidad a sus convenios.