2017
¡Mongolia tiene talento!
Diciembre de 2017


¡Mongolia tiene talento!

Los autores viven en Utah, EE. UU. y en Ulan Bator, Mongolia.

Relativamente pocos mongoles saben algo en cuanto a la Iglesia, pero este coro ayudó a cambiar eso.

Imagen
young adults in Mongolia

Fotografía cortesía de Odgerel Ochirjav; imagen de la multitud de Getty Images.

El diciembre pasado un coro de las estacas Ulan Bator Este y Oeste de Mongolia llegaron a las semifinales del programa televisado a nivel nacional Mongolia tiene talento. Los miembros del coro —compuesto de alumnos de Seminario e Instituto, la mitad de los cuales son exmisioneros— nunca pensaron que tendrían ese tipo de oportunidad de compartir sus creencias y talentos.

En 2015, un Setenta de Área visitó Mongolia y dio una capacitación sobre la labor de asuntos públicos de la Iglesia. Odgerel Ochirjav, presidente de la Estaca Ulan Bator Oeste, Mongolia, no estaba seguro de cómo proceder. Luego en enero de 2016, su cuñado le llamó y le dijo: “Estaba viendo Mongolia tiene talento… Tuve la fuerte impresión de que el coro de tu Iglesia debería participar”.

El presidente Ochirjav habló de la idea con la directora del coro, la hermana Unurjargal Purev, y a ella y a los integrantes del coro les entusiasmó la posibilidad. El coro se llegó a conocer como SION, cuyas siglas en mongol representan las palabras espíritu, fe, mente y unidad.

La primera ronda

Para la primera ronda del concurso en marzo de 2016, SION presentó un popurrí de dos canciones. Un juez dijo: “¡Veo que sus rostros se iluminan!… Debemos poner su video en YouTube para presentar este programa al mundo”.

Otro juez le preguntó al coro lo que harían si ganaban el gran premio de USD 50.000. Quedó impresionado cuando le dijeron que querían donarlo todo, como regalo especial de Navidad, a un orfanatorio.

La segunda ronda

De los 400 participantes, SION estuvo entre los 200 que avanzaron a la segunda ronda, pero su presentación estaba programada para el mismo día que una conferencia de juventud multiestaca, en la cual participarían la mitad de los 35 integrantes del coro. El coro decidió ir a la segunda ronda, de modo que contrataron un autobús y, después de su presentación, viajaron ocho horas a la conferencia de juventud.

De los 200 actos, SION estuvo entre los 32 que avanzaron a las semifinales, y se comenzó a presentar al coro en las redes sociales en relación a Mongolia tiene talento.

Las semifinales

Practicaron de junio a septiembre a fin de prepararse para las semifinales. El día de la presentación, se levantaron a las cuatro de la mañana en un clima de -34 grados C (-29 grados F). La hermana Nomuungerel Enkhtuvshin, integrante del coro, dijo: “Muchos integrantes del coro se resfriaron, pero mejoraron cuando oramos por ellos”.

Las personas de todo Mongolia vieron el programa y mandaron sus votos por mensajes de texto.

El hermano Shijir Purevdorj dijo: “Como resultado de ese programa de televisión, muchas personas están cultivando una actitud positiva hacia la Iglesia”.

Las bendiciones

Los integrantes del coro también recibieron bendiciones. El hermano Odgerel Tumursukh dijo: “Dedicamos nuestro tiempo y nuestra atención durante todo un año al mismo tiempo que manejamos nuestros trabajos y otras facetas de nuestra vida. Aun cuando fue difícil, hemos recibido muchas bendiciones. He aprendido a manejar mi tiempo y a hacer sacrificios para el Señor”.

Además de aumentar su fe, los integrantes del coro ganaron autoconfianza, forjaron amistades y aprendieron unidad. “Cantar en el coro nos ha ayudado a aprender cómo perdonar y apoyarnos unos a otros”, dijo el hermano Ganbaatar Ulziiduuren. “Hemos llegado a ser más unidos”. La hermana Bilguunzaya Tungalagtuul aprendió “que nunca debo dudar de mí misma ni pensar que no puedo hacer algo”.

El hermano Bayartsogt Lhagvajav dijo: “Cantar en el coro ha dado muchas bendiciones a mi familia, y también me ha ayudado a recibir las respuestas que he estado buscando por algún tiempo. Nuestros líderes nos ofrecieron soluciones… Ha afirmado mi testimonio de que nuestros líderes son llamados por Dios”.

“Cuando participé en Mongolia tiene talento”, explicó la hermana Onon Dalaikhuu, “aprendí que alentar y apoyarnos unos a otros [era la] clave de [nuestro] éxito”. Entre las responsabilidades de la hermana Dalaikhuu se encontraba organizar a los integrantes del equipo, lo cual le ayudó a fortalecer sus habilidades de liderazgo. Ella agregó: “Sentimos que [el] Señor nos guio e influyó en nosotros. Muchos de nosotros estábamos enfermos, ocupados, cansados y nos sentíamos abrumados. Sin embargo, cuando orábamos juntos, de alguna manera encontrábamos un mayor poder y deseo de perseverar”.

Aun cuando el coro no recibió suficientes votos para pasar a la final, sus presentaciones dieron a la Iglesia bastante publicidad en todo Mongolia. El presidente Ochirjav explica: “Fuimos obedientes a una asignación de nuestros líderes del sacerdocio, y el Señor preparó una vía… Ahora toda la ciudad [Ulan Bator] habla de la participación del coro mormón en Mongolia tiene talento.