2015
Los niños dicen: ‘Somos Sus manos’
Noviembre de 2015


Los niños dicen: “Somos Sus manos”

Niños de alrededor del mundo respondieron con entusiasmo a una campaña de servicio lanzada por las revistas de la Iglesia. Se invitó a los niños a que buscaran maneras de servir; que luego trazaran el contorno de una de sus manos en una hoja de papel, que escribieran el servicio que realizaron dentro del contorno y que lo enviaran a la revista Liahona.

Se recibieron más de 30.000 dibujos de manos de niños que se esforzaron por compartir el amor del Salvador y por bendecir a familias y vecindarios alrededor del mundo.

La campaña se inspiró en un discurso de la Conferencia General de abril de 2010 que dio el presidente Dieter F. Uchtdorf, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, titulado “Ustedes son Mis manos”. En ese discurso, el presidente Uchtdorf contó el relato de una estatua de Jesucristo que se dañó durante la Segunda Guerra Mundial. La gente del pueblo, al no poder sustituir las manos de la estatua cuando la restauraron, agregó estas palabras a la base: “Ustedes son Mis manos”.

Los actos de servicio de los niños han sido tan singulares como los contornos de manos que enviaron. Por ejemplo:

Natalie S., que tiene cinco años y vive en Hong Kong, envió dos dibujos de manos. En uno decía: “Ayudé a mi mamá con los quehaceres de la casa”, y en el otro: “Ayudé a empujar a una persona en silla de ruedas”.

Erik S., que tiene once años y vive en Rusia, explicó: “En la ciudad en la que vivo los inviernos son fríos”. Una familia se mudó a vivir a la ciudad donde él vive y no tenía ropa abrigada. “Yo le di mi abrigo a Artur”, dijo Erik, “y nos hicimos amigos”.

Gabriela, que tiene diez años y vive en Venezuela, escribió en el contorno de su mano: “En mi escuela, mis amigos y yo estábamos en la clase de ajedrez. Yo buscaba a alguien con quién jugar cuando vi a un niño nuevo que se veía triste. Quería ayudarlo, pero no sabía cómo. Entonces una voz me dijo que solo tenía que ser su amiga; así que, me acerqué a él y le hablé; ahora somos buenos amigos”.

Los dibujos de las manos estuvieron en exhibición dos semanas en septiembre y octubre en la Oficinas Generales de la Iglesia de Salt Lake City, Utah, EE. UU.