2014
La iniciativa de agua potable ayuda a millones de personas en África
Mayo 2014


La iniciativa de agua potable ayuda a millones de personas en África

Por más de dos décadas, la Iglesia ha participado en proyectos de agua potable en más de 100 países. Solamente en África, estos proyectos han bendecido la vida de más de cuatro millones de personas al proporcionarles pozos de agua, depósitos de agua, sistemas de riego y purificación del agua.

Uno de esos proyectos se llevó a cabo en la Isla Idugo, cerca de la costa de Mozambique. La mayoría de las 15.000 personas que viven en la isla trabajan en granjas familiares, pescan en las aguas que rodean el Océano Índico, o trabajan en las salinas para recoger sal del agua salada. La isla no tiene agua corriente, ni electricidad, ni calles ni vehículos. El acceso a la isla es mediante canoas hechas a mano o piraguas.

Por siglos, el único recurso de agua potable de Idugo ha sido la excavación de pozos de agua hechos a mano. Los pozos continuamente se llenaban de sedimentos y desechos, proporcionando agua llena de lodo y a la que es difícil acceder. Durante la época de lluvias, el agua se contamina, causando cólera, diarrea y otras enfermedades.

Cuando los misioneros de servicio humanitario de la Iglesia escucharon las condiciones que existían en la isla Idugo, se reunieron con los líderes de la comunidad allí. Juntos, desarrollaron un plan para que los Servicios Humanitarios de la Iglesia proporcionara los materiales, las herramientas y las instrucciones para construir 10 pozos de cemento con tapas de acero, cada uno con la capacidad de servir a 1.000 personas. Los misioneros proporcionarían capacitación sobre higiene y saneamiento, y los lugareños proporcionarían la mano de obra necesaria para la construcción y mantenimiento de los pozos.

Desde un lugar específico del continente, se enviaron a la isla cuatro cargas de camiones de grava, 300 bolsas de cemento, dos cargas de arena, barras de refuerzo de acero y encofrados de hierro hechos a medida, por medio de un transbordador. Luego, los materiales se transportaban a pie o en carros de mano dentro de la isla. Muchos miembros de la Iglesia de Qulimane, Mozambique, acamparon en la isla por tres meses para ayudar con las instrucciones y la construcción.

Los pozos fueron diseñados de manera que drenaran el agua de lluvia y evitaran la contaminación. En algunas comunidades, los residentes construyeron cercos de madera y senderos de ladrillos alrededor de los pozos, usando ladrillos que aprendieron a hacer ellos mismos con materiales donados por la Iglesia.

En ceremonias oficiales, se entregó la posesión de los pozos a la gente de cada aldea. Muchos residentes que habían trabajado en los pozos expresaron gratitud porque las nuevas habilidades que habían aprendido —cómo hacer ladrillos, trabajar con cemento y hierro, y utilizar herramientas— les permitirían conseguir otros trabajos. Otros expresaron su gratitud por la oportunidad de aprender habilidades de liderazgo.

Durante las siguientes épocas de lluvias, no se registraron enfermedades causadas por el agua en las aldeas con los pozos de agua.

Según la Organización Mundial de la Salud, más de mil millones de personas no tienen acceso a agua potable. Gracias a la iniciativa de agua potable de la Iglesia, ese número se ha ido reduciendo por medio del proceso que involucra a miembros de la comunidad que planifican e implementan proyectos, proporcionan la mano de obra para construir las instalaciones necesarias, reciben instrucción y hacen el mantenimiento de los recursos terminados.

Además de los proyectos de agua potable por toda África, la Iglesia patrocina la iniciativa de agua potable en Asia, América Central, Europa Oriental, India, Indonesia, las Islas del Pacífico, Sudamérica, el Sudeste de Asia, y otros lugares del mundo.