2014
¿Cómo supieron?
Abril 2014


¿Cómo supieron?

Gale Ashcroft, Arizona, EE. UU.

El presidente Dieter F. Uchtdorf, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, impartió un mensaje a las hermanas de la Sociedad de Socorro durante la Reunión General de la Sociedad de Socorro de 2011, que me llegó al corazón y me brindó paz. Él se refirió a la diminuta flor nomeolvides, y a sus cinco pétalos, para representar cinco cosas que siempre debemos recordar1.

Después de la reunión, mi hija Alyssa me contó un relato acerca de su amiga Jessie, que es dueña de un pequeño negocio de servicio de comida. Las líderes de la Sociedad de Socorro de su estaca le encargaron a Jessie preparar un postre para servir después de la Reunión General de la Sociedad de Socorro. Jessie le comentó a Alyssa que inmediatamente supo lo que debía preparar: 250 pastelitos individuales. Alyssa se ofreció para ayudar a transportarlos hasta el centro de estaca.

Llegó el día de la reunión, y cuando Alyssa fue para ayudar, encontró a Jessie al borde del llanto. Los pastelitos estaban listos, pero Jessie había enviado una foto de los pequeños pasteles a una pariente, quien le había dicho que no eran lo suficientemente elegantes para la reunión.

Jessie comenzó a dudar de sí misma; llegó a la conclusión de que las líderes de la Sociedad de Socorro de la estaca estarían esperando algo más refinado que sus simples pastelitos. Trató desesperadamente de pensar en alguna manera de redecorarlos, pero no había tiempo. Ella y Alyssa los llevaron tal y como estaban, y Jessie sentía que había defraudado a las hermanas… hasta que habló el presidente Uchtdorf.

Cuando él habló acerca de las diminutas flores nomeolvides, apareció en la pantalla la imagen de una florecita azul; era una florecita tan sencilla, pero tan hermosa con sus delicados pétalos veteados. El mensaje del presidente Uchtdorf conmovió a todas las hermanas; en él, nos rogaba que no nos dejáramos distraer tanto por las grandes flores exóticas a nuestro alrededor, al grado de que nos olvidáramos de las cinco sencillas, pero importantes, verdades que nos estaba enseñando.

Tras la oración final, las hermanas se dirigieron al salón cultural. Cuando Alyssa y Jessie entraron, encontraron a todas alrededor de la mesa de los postres, preguntando: “¿Cómo supieron?”.

Cada pastelito tenía un glaseado blanco, decorado con una sencilla, bella y delicada nomeolvides de cinco pétalos.

Nota

  1. Véase de Dieter F. Uchtdorf, “No me olvides”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 120.