2014
La conferencia y yo
Abril 2014


Jóvenes

La conferencia y yo

La autora vive en Toronto, Canadá.

Solía pensar que el fin de semana de la conferencia general era largo y aburrido, pero con el paso de los años he llegado a apreciarlo y a esperarlo con entusiasmo. Ese fin de semana puede fortalecernos espiritualmente; sin embargo, es fácil dejar que esos sentimientos disminuyan cuando volvemos a la vida cotidiana el día lunes. Algunas de las ideas a continuación me han ayudado a sacar el mayor provecho posible de la conferencia.

Me preparo para la conferencia escribiendo preguntas y luego tomo notas cuando se me responden. Después de la conferencia, me gusta descargar los discursos y la música de LDS.org y los pongo en un reproductor de MP3 para poder escuchar un discurso o un himno mientras sigo mi rutina diaria. También me gusta estudiar el contenido de la conferencia en la revista Liahona. Resalto y pongo notas en los márgenes de mi ejemplar personal de manera que, para cuando llega el momento de la próxima conferencia, la revista está bien gastada. A veces, mi familia estudia los mensajes en la noche de hogar.

Mantener el Espíritu que sentimos durante la conferencia y seguir aprendiendo de los mensajes requiere esfuerzo, pero hacerlo ha sido una gran bendición para mí. Al estudiar los mensajes de la conferencia general he recibido mucha fortaleza y dirección en tiempos de necesidad, y sé que esos mensajes son inspirados.