2013
Estar atentos a las impresiones
Enero 2013


Jóvenes

Estar atentos a las impresiones

Una noche, mi prima menor se escapó de su casa, así que me apresuré a ir a buscarla. Mientras conducía, oré para que el Espíritu me ayudara. Sabía que Dios me respondería y me guiaría, y traté de prestar atención a las impresiones del Espíritu, pero al no escuchar nada, empecé a desesperarme y a sentir que el Espíritu no me estaba guiando.

Aunque quería ir más lejos para buscarla, sentí que debía quedarme en la zona alrededor de la casa de mi prima, así que decidí manejar por las inmediaciones una vez más. Al detenerme en una intersección vi la figura de una niña que iba caminando. ¡Había encontrado a mi prima!

Al salir del automóvil y correr hacia ella, me di cuenta de que el Espíritu me había guiado todo el tiempo al hacerme sentir que debía permanecer en el mismo vecindario. Como había estado atenta esperando oír una voz suave, casi ignoré los susurros del Espíritu; entonces entendí que muchas veces no escucharemos una voz, sino que sentiremos impresiones en nuestro corazón.

Me sentí muy agradecida por la guía del Espíritu. Realmente, ¡Él siempre está ahí! Como dicen las Escrituras: “El Espíritu Santo será tu compañero constante” (D. y C. 121:46).

Si somos dignos de la guía del Espíritu y estamos atentos, seremos instrumentos en las manos de Dios para hacer el bien a muchas personas. Con la compañía constante del Espíritu, sabremos cuál es el camino que debemos seguir.