2012
Dan Jones (1810–1862)
Octubre de 2012


Memorias de vidas ilustres

Dan Jones (1810–1862)

Desde que se organizó la Iglesia, se ha llamado a más de un millón de misioneros; sin embargo, Dan Jones fue más que uno del montón. Con respecto al misionero galés, el presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) dijo: “En cuanto al número de conversos… ciertamente se debe incluir a Dan Jones entre la media docena de misioneros más productivos de la historia de la Iglesia”1.

Antes de ser misionero, Dan emigró de Gales a Estados Unidos y trabajó en el río Misisipí como capitán de un barco a vapor llamado Maid of Iowa, el cual llevó a muchos Santos de los Últimos Días a Nauvoo, Illinois. Se unió a la Iglesia en 1843 y llegó a ser amigo íntimo del profeta José Smith.

Las misiones de Dan cumplieron la última profecía que José Smith registró. La noche antes de que mataran al profeta José Smith, escuchó disparos fuera de la cárcel de Carthage y decidió dormir en el piso. Cerca de él se encontraba Dan Jones. El Profeta le preguntó a Dan si tenía miedo de morir, a lo que éste respondió: “¿Usted piensa que ha llegado el momento? Al ser parte de esta causa, no creo que la muerte sea muy aterradora”. Entonces José profetizó: “Usted volverá a ver Gales y cumplirá la misión que se le ha asignado antes de morir”2.

La promesa del Profeta se cumplió en 1845, cuando Dan y su esposa Jane fueron llamados a servir en Gales. Dan usó su talento oratorio para enseñar el Evangelio con gran convicción. Hablaba galés e inglés con fluidez, y algunos testigos dejaron registrado que hablaba de manera tan cautivadora que podía mantener la atención del público por horas en cualquiera de los dos idiomas.

Durante el tiempo que estuvo en Gales, Dan publicó periódicos, folletos y libros Santos de los Últimos Días en galés. Bajo su dirección, los misioneros de Gales establecieron veintinueve ramas y bautizaron cerca de mil personas cada año de su primera misión. En 1852 se lo llamó a una segunda misión en Gales y, a pesar de que la Iglesia era cada vez más perseguida, se bautizaron unas dos mil personas en cuatro años.

Tras su regreso a Utah, Dan ayudó a trasladar a muchos conversos de Gales a Utah. Al momento de su muerte, a los 51 años, se estima que había ayudado a llevar a unas cinco mil personas al oeste de los Estados Unidos.

Notas

  1. Véase Gordon B. Hinckley, “Lo que tiene más valor”, Liahona, marzo de 1994, pág. 8.

  2. José Smith, en History of the Church, tomo VI, pág. 601.

De izquierda a derecha: Retrato del misionero galés Dan Jones. Un barco a vapor, como el barco del cual Dan Jones fue capitán, se acerca al desembarcadero de Nauvoo, Illinois. Dan Jones ayuda a emigrantes galeses.