2011
No tengo interés en la Iglesia
Abril 2011


No tengo interés en la Iglesia

Tanintoa Sexton, Islas Marshall

Yo no quería tener nada que ver con la Iglesia cuando mi esposa me preguntó si los misioneros podían enseñarle a nuestros hijos; pero no le dije que no porque ella ya era miembro.

Cuando los misioneros comenzaron a venir a nuestra casa dos veces por semana, yo me iba a la casa de mi amigo que vivía al lado. Mi amigo era un firme miembro de otra iglesia cristiana. Cada vez que lo visitaba, él quería hablar sobre la Biblia. Yo le dije que no me interesaban ese tipo de cosas y que no deseaba estudiar religión; pero él seguía intentando convencerme, y finalmente le dije que sí. De modo que por mucho tiempo estudié la Biblia con mi amigo mientras los misioneros les enseñaban a mis hijos.

Cierto día, llegó la hora en que los misioneros venían a casa; en vez de irme, decidí permanecer en la sala contigua. Cuando los misioneros comenzaron a enseñarles a mis hijos, me di cuenta de que yo quería escuchar más. Me acerqué más y más a la puerta para oír mejor. Estaban enseñándole a mis hijos en cuanto a los apóstoles y los profetas.

Más tarde reconocí que deseaba aprender más. Hablé con los misioneros y decidí tomar las lecciones con ellos en privado. Mi esposa siempre estaba presente, pero nadie más sabía al respecto.

Así que cuando los misioneros venían a enseñar a mis hijos dos veces por semana, yo me iba a la casa de mi amigo; y otro día diferente me enseñaban a mí.

Un día, cuando mi amigo dijo algo malo sobre la Iglesia, yo la defendí. Al igual que muchas personas de las Islas Marshall, él no sabía mucho en cuanto a la Iglesia y malinterpretaba algunas cosas que los Santos de los Últimos Días creen. Cuando dijo otras cosas negativas, yo volví a defender la Iglesia.

Así siguieron las cosas por siete meses. Entonces, un día, comprendí que el Espíritu Santo me había estado confirmando que todo lo que los misioneros me enseñaban era verdadero. Me di cuenta de que necesitaba bautizarme, aun cuando todavía sabía muy poco en cuanto al Evangelio.

Después de mi bautismo en 2007, estaba muy feliz. Comenzamos a ahorrar dinero para asistir al templo de Hawai, donde mi esposa, nuestros tres hijos y yo nos sellamos en diciembre de 2008.

El ser miembro de la Iglesia ha tenido un gran impacto en mi vida. Decidí abandonar mi segundo empleo como animador en un restaurante debido a que regresaba tarde a casa y mis prendas estaban impregnadas de humo de tabaco. A pesar de la pérdida de ese ingreso adicional, el Señor ha cuidado de nosotros.

Sé que la Iglesia es verdadera y que José Smith es un profeta de Dios debido al Espíritu que he sentido y las bendiciones que he recibido.