2010
Más que una guía misional
Septiembre 2010


Más que una guía misional

Para el estudio personal, para el hogar, para las lecciones dominicales y, por supuesto, para la obra misional. Éstas son las maneras en que los miembros de la Estaca Hingham, Massachusetts, están utilizando Predicad Mi Evangelio.

Como misionero en Francia, Chris Ivie servía en una pequeña rama en la que hacía por lo menos un año que no asistía un investigador a las reuniones. Además, los miembros ni se acordaban de la última vez en que alguien se hubiera bautizado.

El élder Ivie y su compañero oraron para saber qué debían hacer y sintieron que debían asegurarse de que cada familia de la rama tuviera y utilizara un ejemplar de Predicad Mi Evangelio. En ese momento de principios de 2006, hacía poco más de un año que estaba disponible la “Guía para el servicio misional”. El élder Ivie y su compañero actuaron de acuerdo con esa inspiración e hicieron pedidos de ejemplares del libro y los distribuyeron.

Aquél fue el comienzo de grandes cambios en la rama. Aunque el élder Ivie sólo estuvo dos meses más en la rama, observó cómo Predicad Mi Evangelio transformó la actitud de los miembros de la Iglesia, tanto jóvenes como adultos, en cuanto a la obra misional.

“¡Daba resultado!”, recuerda Chris. “Los miembros pensaban en la obra misional, procuraban compartir el Evangelio y disfrutaban de experiencias fantásticas. Había una mayor actividad misional que la que se había visto en la rama desde hacía años”.

Los miembros comenzaron a hablar con regularidad con los misioneros acerca de conversaciones sobre el Evangelio que tenían con familiares, amigos o colegas. Cuando esos amigos aceptaban asistir a las actividades de la rama, los demás miembros los recibían con los brazos abiertos. Para el élder Ivie y su compañero, eso significó que tocaban menos puertas y que enseñaban más el Evangelio. Uno de los investigadores al que comenzaron a enseñar se bautizó más adelante.

“A veces en la Iglesia tenemos la idea errónea de que la obra misional es un trabajo exclusivo de los misioneros”, dice Chris. “En cambio, cuando los miembros de esa rama se prepararon mediante el estudio de Predicad Mi Evangelio, se dieron cuenta de que ellos también debían tomar parte en encontrar personas para enseñar. Predicad Mi Evangelio les infundió el espíritu misional”.

Hace ya casi tres años que Chris regresó a su casa en Medway, Massachusetts, pero sigue utilizando Predicad Mi Evangelio en su estudio diario como puerta de entrada a las Escrituras. “Me ayudó a ser mejor misionero; me ha ayudado a mejorar como maestro del Evangelio y me está ayudando a ser una persona mejor y más cristiana”, afirma.

Chris no es el único miembro de la Estaca Hingham, Massachusetts, que ha descubierto el poder de Predicad Mi Evangelio más allá del ámbito del servicio misional de tiempo completo. Aunque este material ciertamente va dirigido a los misioneros de tiempo completo, los miembros misioneros de la Estaca Hingham se están dando cuenta de que también puede bendecir y enriquecer su vida.

De la misión a casa

James Setterberg también formó parte de la primera generación de misioneros que utilizaron Predicad Mi Evangelio. Cuando llegó a la Misión Texas Houston Este en 2005, sus compañeros habían estado utilizándolo hacía varios meses. Sin embargo, debido al ejemplo de un líder local del sacerdocio, el élder Setterberg se dio cuenta de que esa herramienta no se limitaba únicamente a los misioneros.

“En un área, los misioneros vivíamos en la casa de un presidente de estaca y su familia. Todas las mañanas, se levantaban para efectuar su estudio de las Escrituras, durante el cual repasaban los diversos capítulos de Predicad Mi Evangelio. Fue entonces que me di cuenta de que este libro verdaderamente es para todos”, dice.

Fue una lección que llevó consigo a casa. “Antes de la misión, nunca me había fijado metas específicas; supongo que no quería errar el tiro”, admite. “Sin embargo, gracias al hincapié que mi presidente de misión y el capítulo ocho de Predicad Mi Evangelio pusieron en cuanto a fijarse metas, eso comenzó a cambiar”.

A lo largo de dos años, las sesiones semanales para hacer planes y establecer metas crearon un hábito que James ha mantenido desde su regreso. Por ejemplo, se ha fijado metas educativas y espirituales y se ha esforzado por lograrlas. Explica: “Me he dado cuenta de que sin fijarse metas no es posible saber dónde se encuentra uno en la vida, en lo que respecta al progreso. En cambio, al fijarnos metas y procurar cumplirlas, nos superamos y nos convertimos en mejores personas. Agradezco a Predicad Mi Evangelio por ese conocimiento”.

Para enseñar en la Iglesia y en la familia

Incluso miembros que no utilizaron Predicad Mi Evangelio como misioneros están descubriendo su poder. Jake Peterson es miembro de la rama de jóvenes adultos solteros de su estaca. Aunque prestó servicio misional antes de que se publicara Predicad Mi Evangelio, Jake dice que esta herramienta ha sido inestimable en su llamamiento como líder misional de barrio, ya que explica las razones por las que compartimos el Evangelio: “A veces como miembros podemos pensar: ‘¿Por qué se le da tanta importancia a la obra misional? Mis vecinos llevan una vida buena y hacen cosas buenas. ¿Por qué debo crear una situación potencialmente incómoda al hablarles de la Iglesia?’. En Predicad Mi Evangelio se trata el tema y se explica por qué compartimos el Evangelio y hablamos con nuestros amigos: porque el evangelio de Jesucristo ‘será una bendición para sus familias, satisfará sus necesidades espirituales y les ayudará a cumplir sus deseos más profundos’”1.

También sirve para que todos los miembros se arraiguen en las doctrinas básicas del Evangelio, dice. “Me gusta una cita de Hyrum Smith que habla acerca de enseñar los primeros principios del Evangelio, y seguir enseñándolos una y otra vez2. Esa declaración y las doctrinas que contiene Predicad Mi Evangelio me han permitido comprender mejor el poder de las enseñanzas básicas, y apreciar la fortaleza que obtenemos al estudiar temas como la Restauración, la fe, la Expiación o el arrepentimiento. Esas cosas tienen gran poder”.

Otro miembro de la estaca, Rick Doane, estaba sirviendo como líder misional de barrio cuando se publicó Predicad Mi Evangelio por primera vez. Rick percibió inmediatamente que esta nueva herramienta lo ayudaría en su llamamiento.

“Me encanta que este libro incluya un capítulo sobre la manera de trabajar con los líderes del barrio y de la estaca. Los misioneros vienen y se van, pero los líderes del barrio permanecerán a largo plazo. Representan el factor de estabilidad. Me encanta que el libro recalque la importancia de eso”, dice Rick.

Rick y su esposa, Moshi, también han comprobado la utilidad del libro como recurso para enseñar a sus hijos pequeños. “Hay una lección de quince minutos en cada capítulo que puede ser perfecta para las noches de hogar”, explica Rick. “Se concentra en principios, así que podemos ceñirnos a lo fundamental, lo cual permite establecer un cimiento firme para uno mismo y los hijos. El libro incluso enumera pasajes de las Escrituras y actividades que se pueden utilizar. Es una gran herramienta a la que se puede recurrir para la enseñanza, ya sea en el hogar o en otros lugares”.

Para prepararse para el futuro

Mark Wadsworth, de 19 años, sirve actualmente en la Misión España Bilbao y utiliza con regularidad Predicad Mi Evangelio; pero ya lo estudiaba incluso desde antes de la misión. “Cada vez que lo he repasado, he sacado algo nuevo de provecho de él”, dice.

El estudiar Predicad Mi Evangelio antes de la misión lo ayudó a reconocer oportunidades misionales. Los misioneros de su área lo ayudaron a él y a su familia a preparar un plan misional familiar. “Aquello me hizo pensar más en la obra misional desde el punto de vista de la iniciativa propia”, dice. Como resultado de ello, tuvo conversaciones con amigos acerca de las doctrinas de la Iglesia, su historia y las actividades relacionadas con la Iglesia.

“Tal vez habría tenido un número parecido de oportunidades de hablar acerca de la Iglesia antes de que preparáramos aquel plan, pero comencé a reaccionar de manera diferente ante ellas”, dice el élder Wadsworth. “Sólo era cuestión de pensar de una forma algo diferente en las cosas que ya estaba haciendo”.

A Andrew Mello, de 18 años, todavía le faltan varios meses antes de hacer los trámites para la misión, pero eso no significa que no se esté preparando activamente desde ahora. El estudio de Predicad Mi Evangelio, dice, ha sido una de las mejores maneras de hacerlo.

Parte de la preparación ha llegado mediante el estudio personal. Otras veces, por la capacitación recibida en su quórum de presbíteros. El primer domingo de cada mes, se asigna a un miembro del quórum que enseñe una lección de Predicad Mi Evangelio a sus compañeros y al asesor. A veces enseñan toda la lección de cuarenta y cinco minutos, pero otras veces, sólo para practicar, enseñan las versiones de quince o cinco minutos de varias lecciones.

Aunque Andrew reconoce que esta preparación lo está capacitando para el servicio misional de tiempo completo, también puede ver las ventajas que aporta a su vida ahora mismo.

“Me pongo a pensar en cosas de Predicad Mi Evangelio a todas horas”, dice Andrew. “Soy el único mormón de mi escuela secundaria, así que a menudo me hacen preguntas sobre mis creencias. He tenido la ocasión de utilizar lecciones y técnicas de Predicad Mi Evangelio para hablar del Evangelio con amigos y conocidos.

“Hay algunas preguntas o conversaciones que podrían resultar de muchas maneras diferentes”, prosigue, “pero cuando puedo encaminarlas en una dirección productiva gracias a lo que he estudiado, eso me da una enorme satisfacción”.

Igual que Andrew Mello, Andrew Hovey, de 19 años, recibió un ejemplar de Predicad Mi Evangelio durante sus años de la escuela secundaria, pero no fue sino hasta su primer año en la universidad cuando llegó a apreciarlo. Mediante la influencia de un compañero de habitación que era ex misionero, y de una clase de preparación para la misión, Andrew comenzó a prepararse para la misión de una manera más activa. Comenzó a orar de manera más personal y significativa; el estudio de las Escrituras se hizo más directo, y sus planes para la misión se convirtieron en algo más real, según explica. Además, comenzó a utilizar Predicad Mi Evangelio como guía para dirigir sus esfuerzos.

A partir de entonces, Andrew ha creado un sistema para marcar pasajes de las Escrituras y clasificarlos por colores, con el fin de hacerlos coincidir con los principios que ha estudiado en Predicad Mi Evangelio, así como para anotar pensamientos e impresiones que surjan durante el estudio; sin embargo, reconoce que sin duda la clave no es tener un sistema para marcar o clasificar por colores o tomar apuntes. Más bien, “uno puede personalizar su método de estudio de la manera que más le convenga”, dice. “Eso es lo maravilloso del Evangelio. Todos somos diferentes, pero el Evangelio se ajusta a cada uno de nosotros.

“Con Predicad Mi Evangelio ocurre lo mismo. Ofrece una visión amplia de las doctrinas básicas, para que nos sirva de guía. Podemos utilizarlo de la manera que necesitemos, para nuestro propio aprendizaje o para ayudar a otra persona”.

Patrick Smith, otro joven de la Estaca Hingham, cuenta que una vez al mes en las reuniones del Sacerdocio Aarónico de su rama, los hombres jóvenes relatan cualquier experiencia misional que hayan tenido y después fijan citas para trabajar con los misioneros de tiempo completo.

“Hace poco fui con los misioneros a enseñar a una familia a la que ya se le había enseñado el relato de José Smith”, dice Patrick. “Los élderes me pidieron que enseñara sobre la venida de Cristo a la tierra y cómo estableció Su Iglesia. En Predicad Mi Evangelio se ilustraba todo claramente y citaba pasajes de las Escrituras para apoyarlo. Todo figuraba allí.

“Sabía de estas cosas y tenía un testimonio de ellas, pero Predicad Mi Evangelio y el hecho de acompañar a los misioneros me ha ayudado a enseñar mejor estos principios”, dice Patrick. “Las doctrinas que se enseñan en el libro han afianzado lo que aprendí en casa y en la Primaria desde que tengo uso de razón, y las cosas que se enseñan en Predicad Mi Evangelio invitan al Espíritu, que es lo más importante que podemos tener al hablar acerca de la Iglesia”.

Para contribuir al cumplimiento de la obra y la gloria del Padre Celestial

Tom, hermano mayor de Patrick, regresó de la Misión California Ventura en agosto de 2009; considera que Predicad Mi Evangelio es una de las mejores herramientas para la obra misional. Aunque Tom se sintió agradecido por lo que el libro lo ayudó a lograr cuando era misionero, destaca que casi todas las declaraciones proféticas en cuanto a la obra misional que aparecen en las páginas 12–13 de Predicad Mi Evangelio hablan de la función que tienen los miembros al compartir el Evangelio. Dice que esto pone muy de relieve que la obra misional la deben realizar los miembros y no sólo los misioneros de tiempo completo.

“A medida que se iba acercando el final de mi misión”, recuerda, “estaba estudiando acerca de las responsabilidades de los misioneros y por qué se nos confía a nosotros, los misioneros y los miembros, esta obra. Leí Moisés 1:39 y pensé en la obra misional desde el punto de vista del Padre Celestial. Lo único que Él desea es que Sus hijos regresen a Su lado. Llegué a comprender que lo que se nos ha encargado hacer es ayudar a nuestro Padre a llevar a cabo Su obra.

“Ahora bien, como miembro misionero, sé que al estudiar las Escrituras con regularidad (incluso el estudio de Predicad Mi Evangelio), al orar y al buscar el Espíritu, podemos lograr el éxito en cualquier cometido; y si permitimos que el Evangelio permanezca en el centro de nuestra vida y nos esforzamos por aumentar nuestra comprensión de él, nos resultará más fácil compartirlo y testificar”.

Notas

  1. Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional,2004, pág. 2.

  2. Véase Predicad Mi Evangelio, pág. 6.

Fotografías de miembros por Melissa Merrill.