2010
El maestro de diez años de edad
Agosto de 2010


El maestrode diez años de edad

“Y os haré instrumentos en mis manos, para la salvación de muchas almas” (Alma 17:11).

Chance entró de un salto a la casa de su tía tras un largo viaje en auto. Él, su madre y su hermano menor estaban muy entusiasmados por visitarla. “¡Hola, tía Barbie!”, exclamó Chance al mismo tiempo que le daba un abrazo. “¿Tienes algunos crayones (crayolas) y unas tijeras?”.

La tía Barbie sonrió y acomodó a Chance en la mesa de la cocina con los crayones y las tijeras.

Mientras la tía Barbie preparaba la cena, le echó un vistazo al proyecto de Chance. “¿Qué estás dibujando, Chance?”, le preguntó.

“Estoy coloreando un dibujo que nos dieron en la Primaria”, dijo Chance. Con cuidado, rellenó las figuras en blanco y negro con colores brillantes. “¿Podemos hacer la noche de hogar después de cenar?”, preguntó Chance. “Hay una lección que me gustaría dar”.

“Sería muy bueno”, contestó la tía Barbie. “¡Gracias, Chance!”.

Después de la cena, la tía Barbie invitó a su compañera de cuarto a acompañarlos durante la noche de hogar. Su compañera no era miembro de la Iglesia y le causaba curiosidad esa reunión de la familia.

Chance comenzó la lección preguntando: “¿De dónde vinimos?”. Luego sostuvo en alto un dibujo del mundo de los espíritus que había pintado. Hizo más preguntas y mostró dibujos coloridos sobre el plan del Padre Celestial y, por último, Chance preguntó: “¿Alguien sabe cuál es el nombre de ese plan?”.

La compañera de cuarto de la tía Barbie dijo: “Yo no. ¿Cuál es?”.

“Es el Plan de Salvación”, respondió Chance sonriendo. “Gracias a él, podemos estar juntos para siempre con nuestra familia”.

Después de la lección, la tía Barbie se apartó con Chance. “Chance, acabas de ayudar a mi compañera a aprender acerca del plan del Padre Celestial. Gracias”, dijo.

Chance se quedó callado por un momento y luego preguntó: “¿Por qué siento algo raro dentro de mí? Tengo una sensación de calidez y felicidad”.

“Es el Espíritu Santo que te está testificando que lo que acabas de enseñar es verdad”, dijo la tía Barbie. “Estoy segura de que el Padre Celestial se siente muy feliz por lo que has hecho”.

A Chance se le dibujó una gran sonrisa en el rostro. Se alegraba por haber podido enseñarle a alguien acerca del plan de felicidad del Padre Celestial.