2010
Élder Juan A. Uceda
Mayo de 2010


Élder Juan A. Uceda

De los Setenta

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Elder Juan A. Uceda

Cuando el élder Juan Alberto Uceda Andrade comenzó a salir con María Isabel Bendezú, la mujer con la que se casaría más tarde, sabía que ella era alguien especial. Ambos se habían convertido a la Iglesia de jóvenes, y ambos habían servido en una misión en su país nativo, Perú.

No obstante, fue la convicción de la hermana Uceda de casarse en el templo lo que marcó la diferencia. En aquel momento, el templo más cercano era el de Sao Paulo, Brasil. “Se tardaba siete días en llegar allí, utilizando todos los medios de transporte disponibles”, explica el élder Uceda. “Viajamos por autobús, autocar, barco, caballo y carro, tren, camión e incluso avión. Cuando llegamos al templo, extendimos las manos para tocar sus muros sólo para asegurarnos de que no era un sueño. Aquello fue una experiencia fundamental para nosotros dos”.

La pareja se casó en el Templo de Sao Paulo, Brasil, el 13 de abril de 1979. Tienen cinco hijos.

El élder Uceda nació en julio de 1953 en Lima, Perú, y es hijo de Juan José Uceda Pérez e Inés Andrade Uceda. Tras unirse a la Iglesia en 1972, estudió contabilidad y relaciones públicas en el Instituto José Carlos Mariátegui de Lima. También estudió administración de empresas en el Centro Andino de G.E. y obtuvo una licenciatura en relaciones públicas en la Universidad San Luis Gonzaga.

El élder Uceda ha trabajado en el Sistema Educativo de la Iglesia como director de área para Perú y Bolivia. En 2003 se mudó de Perú a Nueva Jersey, Estados Unidos, para ayudar a su padre a ampliar su empresa de formación académica y de idiomas.

Además de servir en una misión, el élder Uceda ha prestado servicio como miembro del sumo consejo, obispo, presidente de estaca, presidente de la Misión Lima Perú Norte, y Setenta de Área. Actualmente presta servicio en el Primer Quórum de los Setenta.

“Tengo un firme testimonio del poder de la revelación personal que procede del Espíritu Santo”, dice el élder Uceda. “Este testimonio se afianza continuamente mediante las bendiciones que provienen de la obediencia”.