2008
La Iglesia prosigue con su tradición de ‘puertas abiertas’
Julio de 2008


La Iglesia prosigue con su tradición de “puertas abiertas”

Allá donde viviera, ya fuera en Nueva York, Ohio, Missouri o Illinois, el profeta José Smith recibía a menudo a visitantes en su casa. Algunos eran personas invitadas personalmente por él y otros simplemente estaban de paso por su ciudad. De hecho, construyó un hotel en Nauvoo, Illinois, para albergar a los frecuentes visitantes que venían a verle a él y a otros líderes de la Iglesia.

Esa hospitalidad continuó cuando los miembros de la Iglesia se asentaron en el Oeste. Muchas personas notables visitaron Salt Lake City en los primeros tiempos de la Iglesia.

En la actualidad, las visitas a los sitios de la Iglesia como la Manzana del Templo son prácticamente paradas imprescindibles en el itinerario de los turistas y personas que viajan a Salt Lake City.

Millones de visitantes pasean todos los años por los meticulosamente cuidados jardines de la Manzana del Templo, sitio que no sólo alberga la notable obra arquitectónica del Tabernáculo, sino también el templo de muros de granito que se ha convertido en un símbolo de la Iglesia misma.

Turistas que llegan a este lugar durante sus vacaciones personales o en familia, empresarios que salen de convenciones y de otras reuniones, paseantes sin prisa e invitados notables visitan la Manzana del Templo y los sitios alrededor de las Oficinas Generales de la Iglesia: El Centro de Conferencias, la Biblioteca de Historia Familiar, el Museo de Historia y Arte de la Iglesia, el Edificio Conmemorativo José Smith, o incluso el Edificio de las Oficinas Generales de la Iglesia.

Al llegar a la Manzana del Templo, los visitantes son recibidos por hermanas misioneras procedentes del mundo entero, que prestan servicio de tiempo completo en la Iglesia. Estas jóvenes misioneras cuentan con la ayuda de un grupo de casi 1.300 voluntarios de tiempo parcial: parejas o personas que, junto a las jóvenes misioneras, ofrecen a los visitantes breves visitas guiadas y les explican la historia de la Iglesia y sus creencias a quienes se interesan. Los voluntarios dedicaron a esta obra en la Manzana del Templo casi 240.000 horas en 2007.

En 2007, se calcula que cinco millones de personas vinieron a conocer la Manzana del Templo, uno de los destinos turísticos más visitados del estado. Los registros indican que los visitantes procedían de todos los estados de los Estados Unidos y de ochenta y tres países diferentes del mundo.

Independientemente del lugar de origen de los visitantes, estos guías entusiastas y dedicados que prestan servicio como misioneros de tiempo completo o parcial, les manifiestan la tradicional hospitalidad que ha existido en la Iglesia desde los días de José Smith.