2008
Presentación en video
Mayo de 2008


Presentación en video

Un video que se presentó en la reunión general de las Mujeres Jóvenes, en el que el presidente Monson imparte consejo, y un grupo de jovencitas y sus líderes comentan la experiencia que tuvieron al aprender a buscar y recibir la guía del Señor.

Hermana Clayton

El verano pasado, nuestras jóvenes tenían una pregunta apremiante: querían saber cuál era la postura oficial de la Iglesia en cuanto a los trajes de baño. En vez de darles la respuesta nosotras mismas, decidimos que seríamos más sabias, como líderes, si las remitíamos a la Fuente. Ellas podían preguntar, podían averiguarlo por sí mismas y así experimentar y comprender personalmente cómo se obtiene información de los cielos y lo que se siente; y de ese modo podrían repetir dicho proceso más adelante en la vida.

Primera mujer joven

Cuando empezamos, pensé: “Bueno, está bien, sólo es una asignación más para analizar en casa”.

Segunda mujer joven

Esa experiencia me ayudó a acercarme al Padre Celestial.

Primera mujer joven

También me ayudará con mis propias hijas cuando sea mayor.

Tercera mujer joven

En cuanto empecé a buscar la respuesta seriamente, no tardó en llegar.

Hermana Clayton

Al considerarlo desde el punto de vista doctrinal, no había fuente más esencial que las Escrituras.

Tercera mujer joven

Al principio, realmente traté de hallar la respuesta en las Escrituras, pero parecía no estar allí.

Primera mujer joven

Pero a medida que profundizaba en el tema, tenía deseos de aprender y de averiguar más.

Tercera mujer joven

Seguí buscando todas las Escrituras acerca de la modestia, como la de que la mujer virtuosa es modesta, y al principio eso no tenía sentido; y en cuanto a la oración, esperaba recibir respuestas específicas y no las recibía. Después, cuando tuve la respuesta, me di cuenta de que la oración sólo invitó al Espíritu pero que las Escrituras contenían la respuesta desde el principio, que [la modestia] era una cuestión de actitud.

Segunda mujer joven

Obtuve algunas respuestas, pero no muy específicas; claro, es que siempre tengo que hacer mi parte y aprender por mí misma.

Tercera mujer joven

Yo esperaba que se me respondiera: “Esto es lo que puedes ponerte y esto es lo que no puedes ponerte”. No quería una respuesta de ese tipo, porque entonces la decisión era mía y no tenía las reglas precisas, pero ahora me alegro de que fuera así, porque creo que eso se aplica más a todas las jóvenes alrededor del mundo.

Primera mujer joven

Me sentí como yo misma, más cerca de mi Padre Celestial y se ensanchó mi corazón y, sobre todo con las chicas, y enterarme de lo que tuvieron que hacer para encontrar su respuesta, hizo que se me ensanchara el corazón de amor por ellas, como si sintiera mucho amor por todas ellas.

Hermana Clayton

Al sumergirnos en ese proceso y al abrir nuestro corazón, al recibir inspiración y sentir las impresiones del Espíritu, nos convertimos en personas diferentes. Ellas aprendieron que el Padre Celestial se interesa por las cosas que a ellas les preocupan, que Él las ama, y que, pidan lo que pidan, Él las escuchará y les responderá.

Tercera mujer joven

Creo que durante ese proceso, me he dado cuenta de que obtener una respuesta no es algo que sucede una sola vez en la vida, sino que lo puedo hacer siempre ; y que para obtener respuestas tengo que ser constante en la oración y en la lectura de las Escrituras, y conservar ese Espíritu continuamente.

Primera mujer joven

Puedo orar al Padre siempre que lo necesite y Él estará allí, pase lo que pase. Está siempre conmigo, y siempre, saben, me ayuda en toda situación.

Segunda mujer joven

Cuando me siento triste o necesito ayuda, siempre puedo dirigirme a Él.

Primera mujer joven

Sé quién soy y lo que represento, y sé cómo me siento cuando llevo ropa apropiada; y sé que si me visto con modestia, me siento más cerca de mi Padre Celestial y del Espíritu.

Tercera mujer joven

Me parece increíble cuando miro hacia atrás y leo mi diario personal, y me doy cuenta de que casi todos los días el Señor ha respondido a mis oraciones y mis preguntas.

Presidente Thomas S. Monson

Podemos encontrar la verdad en las Escrituras, en las enseñanzas de los profetas, en las instrucciones de nuestros padres y en la inspiración que recibimos al arrodillarnos y buscar la ayuda de Dios.

A veces, la mejor respuesta que las jóvenes recibirán en cuanto a las cuestiones de la vida la hallarán de rodillas al invocar a nuestro Padre Celestial.

Y testifico que si recuerdan que el Señor se preocupa por ustedes y que responderá a sus oraciones, serán capaces de superar todos los desafíos que se les presenten.