2007
Mary N. Cook Segunda Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes
Mayo de 2007


Mary N. Cook
Segunda Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes

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Fíate de Jehová de todo tu corazón” (Proverbios 3:5) es la verdad directriz de Mary Nielsen Cook, segunda consejera de la presidencia general de las Mujeres Jóvenes.

La hermana Cook nació el 8 de junio de 1951 en Midvale, Utah, y aprendió a fiarse del Señor al ver el ejemplo de sus padres, Kenneth N. y Fern S. Nielsen. Su padre sufrió serios problemas de salud como resultado de un accidente minero cuando la hermana Cook apenas era una pequeñita. Durante algún tiempo, su madre fue la que tuvo que sostener económicamente a la familia, y fue una época muy difícil.

En su juventud, soñó con casarse y ser madre, pero fue soltera por algunos años. “A veces me preguntaba si algún día se cumplirían mis sueños”, dice la hermana Cook. “Pero traté de tener fe y de concentrarme en las bendiciones que sí había recibido”.

Mientras tanto recibió su licenciatura y su maestría en Fonoaudiología y su licenciatura en Especialista en Educación de la Universidad Brigham Young. Trabajó como maestra de niños con necesidades especiales y posteriormente como directora de escuela.

El 16 de julio de 1988 se casó en el Templo de Salt Lake con Richard E. Cook, quien posteriormente sirvió como miembro del Segundo Quórum de los Setenta. Entonces, dice la hermana Cook, “heredé cuatro hijos maravillosos y llegué a ser abuela de ocho nietos”, ya que la primera esposa del élder Cook había fallecido en 1984. Ahora tienen 17 nietos.

Mientras el élder y la hermana Cook servían como misioneros de tiempo completo en Mongolia, su esposo fue llamado a presidir la recién creada Misión de Mongolia. Ella después lo acompañó a Hong Kong, en donde sirvió en la Presidencia del Área de Asia. También ha servido como presidenta de la Sociedad de Socorro y miembro de la mesa general de las Mujeres Jóvenes.

La hermana Cook está agradecida por sus experiencias y testifica que “sean cuales fueren las pruebas que recibamos, si nos fiamos del Señor, Él enderezará nuestras veredas”.