2007
El scout de Ciudad del Cabo que batió todos los récords
Abril de 2007


El scout de Ciudad del Cabo que batió todos los récords

Es el tercer Scout de la historia de Sudáfrica en recibir por tercera vez el “Scout Springbok”, el reconocimiento más alto de escultismo de ese país, pero es el primero que también obtiene el premio Mi deber a Dios.

Cualquiera que sea el país en que vivas, ganar el reconocimiento más alto de escultismo requiere un gran esfuerzo, así que imagínate el trabajo que hace falta para ganarlo tres veces. Rocco du Plessis es el primer scout springbok en los 26 años de historia de la Tropa Edgemead 1, de Sudáfrica, por lo que ganarlo en tres ocasiones constituye todo un logro.

Sin embargo, Rocco obtuvo otro galardón el año pasado que para él tiene igual importancia. “Obtener el premio Mi deber a Dios ha contribuido aún más a mi crecimiento espiritual y personal”, dice, “pues tiene mucho que ver con tu relación con nuestro Padre Celestial”.

“El programa de escultismo aquí es muy exigente”, dice Rocco, que pertenece al Barrio Panorama, Estaca Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Es difícil obtener el premio springbok, aunque claro está que los líderes scout están ahí para ayudar. Pero sigue siendo difícil. “Si no trabajas duro, si no cumples con todas tus responsabilidades, no lo vas a conseguir”, agrega Rocco. Al ir avanzando en el programa de escultismo, que en Sudáfrica no cuenta con el patrocinio de la Iglesia, cada premio que se recibe requiere mucho tiempo, planificación y trabajo.

En cuanto al premio Mi deber a Dios, Rocco dice que el apoyo de sus padres y el respaldo de sus líderes de Hombres Jóvenes supuso la clave del éxito. “Ellos quieren que consigas el premio Mi deber a Dios”, dice, “y gran parte de los requisitos son cosas que ya haces todos los días”. Todo es cuestión de trabajar con tus padres y tus líderes para registrar tu progreso en esos aspectos. “La mayoría de los aspectos mormones normales de tu vida coinciden con los requisitos de Mi deber a Dios… si los cumples”. En otras palabras, si un joven asiste a las reuniones de la Iglesia, ora con regularidad, estudia las Escrituras y cumple con sus responsabilidades del sacerdocio, está en el camino correcto.

Cómo llegar a ser un scout springbok

Sólo un uno o un dos por ciento de todos los scouts del país reciben el máximo premio del escultismo sudafricano, y de esos scouts springbok sólo un uno o un dos por ciento completa más de uno de los tres desafíos posibles de los exploradores. Rocco completó los tres, convirtiéndose así en el tercer scout de la historia de Sudáfrica que alcanzó ese logro.

Los pasos que debe seguir un scout en el programa de escultismo de Sudáfrica son: rastreador, aventurero, primera clase y luego explorador. La insignia de explorador se divide en tres secciones diferentes: scouts de tierra, de aire y de mar. Normalmente un scout elige una de esas tres secciones y se concentra en ella a fin de dirigir su trabajo hacia el avance final: springbok. Rocco se centró en las tres.

Junto con los demás emblemas de mérito y requisitos, hay ciertas insignias que son obligatorias para cada clase de explorador: el explorador de tierra obtiene los emblemas bosquimano y cartógrafo. El explorador de aire obtiene los emblemas navegante aéreo y controlador aéreo. Y el explorador de mar obtiene las insignias timonel y barquero por navegar y remar.

Rocco explica que, por lo general, es necesario pasar unos dos fines de semana en un curso de emblemas de mérito o insignias para conseguir cada premio. Están las insignias blancas: la teoría que hay detrás de una aptitud. Luego las insignias verdes, es decir, la aplicación práctica de esa aptitud. Por ejemplo, para conseguir el emblema de mérito de barquero, primero se aprenden cosas como técnicas de supervivencia, orientarse por las estrellas o hacer fuego sin fósforos. Entonces viene la aplicación práctica. A uno lo dejan 48 horas en un bosque y hay que valerse por sus propios medios.

Vemos que Rocco lleva varios años atareado con el escultismo. Desde febrero hasta diciembre del año pasado, por ejemplo, estuvo fuera muchos fines de semana. “Parecía que estaba constantemente lejos de casa trabajando en cursos de emblemas de mérito”, dice. Además, durante los últimos cinco años, ha sido el líder de la tropa; eso quiere decir que ha estado encargado de organizar todas las acampadas de la tropa. Ha tenido que planificar las comidas, hacer la compra, coordinar las reuniones de la tropa, redactar autorizaciones para que las firmaran los demás scouts y sus padres, y supervisar cada una de las salidas de campamento.

La persistencia es una característica valiosa que Rocco ha ido aprendiendo por el camino. “Por lo menos la mitad de mis insignias no las conseguí la primera vez que hice el curso”, señala. “Pasados seis meses, puedes intentarlo de nuevo o pedirle a un adulto que haya conseguido la insignia que te evalúe”. Por ejemplo, los vendajes son uno de los requisitos del mérito de primeros auxilios. “No salí aprobado en los vendajes porque parte del nudo de uno de ellos se salió”, explica Rocco. “Así que tuve que rehacer esa parte del vendaje para alcanzar el segundo nivel de primeros auxilios”.

Además de las insignias, hay otros proyectos que un scout debe completar para lograr su springbok; uno de ellos es el proyecto de construcción. Rocco decidió construir un puente. Primero tuvo que diseñarlo y construir un modelo a escala. Luego, con un equipo de seis scouts, lo construyó a tamaño natural: un puente de 6 metros de alto por 9 de largo. Les llevó cerca de nueve horas construir el puente y luego desmontarlo.

También debe realizar servicio a la comunidad, que es uno de los requisitos para obtener los premios springbok y Mi deber a Dios. Para cumplir en ese aspecto con springbok, Rocco visitó más de 40 residencias para la tercera edad con objeto de ayudarles con diversas tareas y reparaciones. “Lo único que coincidió para ambos premios fue el proyecto de 40 horas de servicio que pude hacer tanto para los Scouts como para mi premio Mi deber a Dios”, dice Rocco.

De todos los requisitos que Rocco cumplió para obtener sus muchos premios, él considera uno en concreto como el más valioso para su crecimiento personal: “Leer el Libro de Mormón”, dice Rocco sin vacilar. “Fue el reto más grande y gratificante”.

Ser misionero

“Ya había leído el Libro de Mormón en una ocasión, hacía un año más o menos, pero lo leí por el simple hecho de hacerlo”, explica Rocco. “Cuando empecé a leerlo la siguiente vez, de verdad deseaba aprender y obtener un testimonio de él”. Esta segunda vez comenzó su lectura del Libro de Mormón de una forma completamente diferente. “Ahora, cada vez que leo, oro antes de empezar para pedir que el Espíritu de mi Padre Celestial me acompañe durante la lectura”.

Rocco ya ha comenzado su nuevo gran proyecto: compartir más activamente su testimonio con los demás a medida que se prepara para servir en una misión de tiempo completo. Sus experiencias con el escultismo y el recibir el premio Mi deber a Dios le han ayudado a superarse como persona y a prepararse para ser misionero. “Para predicar el Evangelio, necesitaba saber qué hay en el Libro de Mormón; tenía que saber que es verdadero”, dice. “Después de leerlo la segunda vez, recibí un testimonio de ello”.

Aunque no existiera el premio Mi deber a Dios, Rocco dice que habría cumplido casi todos los requisitos sencillamente porque deseaba prepararse para el servicio misional. Asistir a la Iglesia, leer las Escrituras, orar cada día y brindar servicio forman sólo parte de quien Rocco es, de ser lo que un Santo de los Últimos Días debe ser.

Ahora que ha recibido su llamamiento para servir como misionero de tiempo completo, el testimonio que el élder Du Plessis ha obtenido resulta mucho más útil que el puente de madera y cuerdas que construyó para su proyecto de Springbok. Sin embargo, algunas de las destrezas de bosquimano que aprendió siendo scout pueden resultarle útiles durante su servicio en Zimbabwe, Zambia y Malawi.