2006
Edifiquemos la fe en el Señor Jesucristo
febrero de 2006


Mensaje de las maestras visitantes

Edifiquemos la fe en el Señor Jesucristo

Por medio de la oración, seleccione y lea de este mensaje los pasajes de las Escrituras y las enseñanzas que satisfagan las necesidades de las hermanas a las que visite. Comparta sus experiencias y su testimonio e invite a las hermanas a las que enseñe a hacer lo mismo.

Las bendiciones de pertenecer a la Sociedad de Socorro: La Sociedad de Socorro debe fortalecer el testimonio que las hermanas tienen de Jesucristo y de Su expiación; debe también aumentar su determinación de venir a Cristo.

¿En qué forma edifica la Sociedad de Socorro la fe en el Señor Jesucristo?

2 Nefi 25:26: “…hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo… para que [nosotros y] nuestros hijos sepan a qué fuente [hemos] de acudir para la remisión de [nuestros] pecados”.

Presidente Gordon B. Hinckley: “¿Quién puede medir el efecto milagroso que se ha llevado a cabo en la vida de millones de mujeres que han incrementado su conocimiento, que han ampliado su visión, que han ido perfeccionando sus vidas y cuya comprensión de las cosas de Dios se ha enriquecido debido a innumerables lecciones que se han enseñado y que se han aprendido de manera tan eficaz en las reuniones de la Sociedad de Socorro?” (“Ambitious to Do Good”, Ensign, marzo de 1992, pág. 4).

Presidente James E. Faust, Segundo Consejero de la Primera Presidencia: “El curso de estudio de la Sociedad de Socorro se centra en la doctrina básica y les brindará la oportunidad de estudiar el Evangelio e incrementar su espiritualidad… De todas las hermanas… ‘debe hacerse memoria’ y deben ‘ser nutrid[a]s por la buena palabra de Dios’ [Moroni 6:4]. La doctrina las fortalecerá y les ayudará a cultivar la espiritualidad necesaria para vencer los desafíos de la vida” (“Todas son enviadas del cielo”, Liahona, noviembre de 2002, pág. 111).

Anne C. Pingree, Segunda Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro: “…cada una de nosotras… puede seguir adelante sin temor, encontrando nuestro sendero hacia Él a medida que en forma personal sintamos las bendiciones de Su infinita Expiación. Sé que una de las excelsas bendiciones de la Sociedad de Socorro es nuestra conexión con mujeres que también testifican de nuestro Señor. Mi ruego es que caminemos siempre lado a lado, hacia la luz de Su amor redentor” (“Caminando hacia la luz de Su amor”, Liahona, noviembre de 2004, pág. 113).

¿En qué forma puede la fe aumentar nuestra determinación de venir a Cristo?

Élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles: “Las Escrituras nos enseñan que la fe se obtiene al escuchar la palabra de Dios, [la cual] nos enseña que somos hijos de Dios, el Eterno Padre; nos enseña en cuanto a la identidad y misión de Jesucristo, Su Hijo unigénito… la fe en el Señor Jesucristo es una convicción y confianza de que Dios nos conoce y nos ama y que escuchará nuestras oraciones y las contestará… la fe en el Señor Jesucristo abre la puerta de la salvación y la exaltación” (“Fe en el Señor Jesucristo”, Liahona, julio de 1994, pág. 114).

Élder Robert D. Hales, del Quórum de los Doce Apóstoles: “Recuerden este modelo: (1) Oír la palabra de Dios, hablada y escrita por Sus siervos; (2) dejar que esa palabra les penetre profundamente el corazón; (3) sentir hambre de rectitud en el alma; (4) seguir con obediencia las leyes, las ordenanzas y los convenios del Evangelio; y (5) levantar la voz en potente oración y súplica, pidiendo con fe saber que Jesucristo es nuestro Salvador… Cuando nos llegan las dificultades de la vida terrenal, y nos llegan a todos, puede ser ‘difícil tener fe’ y ‘difícil creer’. En esos momentos, sólo la fe en el Señor Jesucristo y en Su expiación puede brindarnos paz, esperanza y comprensión. Solamente la fe en que Él sufrió por nosotros nos dará la fortaleza para perseverar hasta el fin” (“Cómo tener fe en el Señor Jesucristo”, Liahona, noviembre de 2004, págs. 72–73).