2005
Maestro en el sacerdocio
febrero de 2005


“Maestro en el sacerdocio”, Liahona, febrero de 2005, pág. 46

Maestro en el sacerdocio

Cuando Darron Moller y su familia se mudaron a un nuevo barrio en Nueva Zelanda, le asignaron a un joven llamado Scott, un maestro del Sacerdocio Aarónico, como compañero de orientación familiar.

“No conocía a Scott y, cuando pregunté, me dijeron: ‘Busque a alguien más alto que usted’. No tardé en saber quién era”, recuerda Darron.

Scott, de 15 años, es consejero de la presidencia de su cuórum de maestros y, al igual que Nefi, uno de sus héroes del Libro de Mormón, Scott es grande de estatura y también tiene la determinación de Nefi de obedecer los mandamientos del Señor.

“En la escuela veo a mis compañeros de clase felicitarse por hacer locuras y yo pienso: ‘Me alegro de no hacer esas cosas’”, dice Scott. “Desde pequeño he sabido que esas cosas están mal, y saber las consecuencias hace que sea más sencillo no hacer lo malo”.

Como miembro del cuórum de maestros, que tiene la responsabilidad de preparar la Santa Cena, un domingo Scott se enfrentó a una situación desafortunada: no había suficientes vasitos para todos los miembros del barrio.

“Me sentí mal, como si no hubiéramos cumplido con nuestro deber”, dice Scott. “Decidimos que los maestros teníamos que estar mejor organizados, y ahora nuestra presidencia se reúne una hora antes de la reunión sacramental para cerciorarse de que todo esté en orden para la Santa Cena y prepararse para las semanas siguientes. Me gusta el orden de la Iglesia. Cuando hay orden no hay de qué preocuparse”.

Como compañero de orientación familiar, Darron ha descubierto que Scott magnifica su llamamiento. “Tomé la determinación de realizar el cien por ciento de las visitas, y definitivamente Scott hace que eso sea posible. Me llama para asegurarse de que he concertado las citas y, cuando enseñó la lección por primera vez, me pidió que nos reuniéramos antes para que yo pudiera escuchar lo que había preparado. Hasta los niños pequeños a los que enseñamos le prestaron atención”.

¿Y cómo se siente Scott en cuanto a ser un maestro orientador? “Me gusta hacer la orientación familiar con el hermano Moller. Si fuéramos dos jóvenes maestros los que fuéramos juntos, no sabríamos tantas cosas, pero al ir con alguien mayor que yo, escucho diversos puntos de vista de grupos de diferentes edades. A veces me da miedo dar una lección a unas cuantas personas, pues no se sabe cómo van a reaccionar. Pero uno se siente bien cuando escuchan”.

  • Pamela Reid es miembro del Barrio Birkenhead, Estaca Harbour, Auckland, Nueva Zelanda.