2004
Ideas para la noche de hogar
abril de 2004


Cómo utilizar la revista Liahona

Ideas para la noche de hogar

“Los buenos samaritanos de Coutts”, página 23: Lean juntos este relato de Alan P. Kingston, miembro de otra fe religiosa, y pregunte a los miembros de la familia cómo pueden ser buenos samaritanos para otras personas en el trabajo, la escuela o el vecindario.

“Las llaves del reino”, página 41: Pregunte a su familia por qué es importante que la Iglesia tenga la autoridad apropiada para actuar en el nombre de Dios. Tras analizar algunas de las razones que den, lean juntos el relato del presidente Wilford Woodruff sobre cómo el profeta José Smith confirió las llaves del sacerdocio a los Doce Apóstoles.

“¿Qué estaba pasando por alto?”, página 8: Pregunte a los miembros de la familia si alguna vez han intentado ser perfectos. ¿Lo lograron? Lean juntos este relato, haciendo hincapié en el versículo del libro de Éter que tanto impresionó a la autora. Hablen de la gracia de Jesucristo y de cómo ésta nos ayuda a vencer el pecado y nuestras debilidades.

“El milagro del sacerdocio”, página 26: Han pasado 175 años desde que Juan el Bautista se apareció a José Smith y a Oliver Cowdery y restauró el Sacerdocio Aarónico. Analice con su familia la importancia de esta restauración y las bendiciones de las que disfruta habitualmente cada familiar gracias a que el Sacerdocio Aarónico está nuevamente en la tierra.

“El cruce de caminos”, página A2: Lea con su familia el relato sobre el encuentro de Alicia con el gato de Cheshire y la respuesta que éste le dio. Pregunte a sus hijos qué quieren ser en la vida. ¿Importa el camino que escojan? Hablen de algunos de los hitos y peligros que pudieran encontrarse por el camino.

“¿No eres mormona?”, página A8: Pregunte a sus hijos si alguna vez hicieron algo de lo que luego se avergonzaran porque querían impresionar a sus amigos. Hablen de cómo se hayan sentido y de lo que hayan hecho o de lo que puedan hacer para arrepentirse. Explique que la mayoría de la gente les respetará más si son fieles a sus creencias que si simplemente se dejan llevar por la corriente.