2003
¿Sabías que…?
febrero de 2003


¿Sabías que…?

El león del Señor

Para alguien llamado “el león del Señor”, el presidente Brigham Young (1801–1877) era un hombre notablemente humilde. En una ocasión, el profeta José Smith reprendió severamente a Brigham Young, tras lo cual todas las personas en el cuarto aguardaron la respuesta de Brigham. Podría haberse defendido u ofendido, pero su respuesta fue sincera y simple: “José, ¿qué quieres que haga?”.

Tiempo después, el presidente Brigham Young dijo: “Tenemos que ser humildes y volvernos como niños pequeños en cuanto a nuestros sentimientos, llegar a ser humildes e inocentes en espíritu… y entonces tendremos el privilegio de progresar, de enriquecer nuestro conocimiento, nuestra sabiduría y nuestro entendimiento” ( Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: Brigham Young , 1997, pág. 190).

Sucedió en febrero

En febrero de 1828, Martin Harris tomó una copia de los caracteres de las planchas de oro, así como de su traducción, y se la llevó al profesor Charles Anthon, de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York. Según el relato de Martin Harris, el profesor Anthon dijo que los caracteres “eran egipcios, caldeos, asirios y árabes, y confirmó que eran originales. Me dio un documento que certificaba… que eran caracteres verdaderos… Tomé el certificado y lo metí en el bolsillo y cuando estaba a punto de salir, el señor Anthon me llamó y me preguntó cómo aquel joven había sabido de las planchas y cómo las había encontrado en aquel lugar. Le dije que un ángel de Dios se lo había revelado.

“Entonces me dijo: ‘Permítame ver ese certificado’. Lo saqué del bolsillo y se lo entregué, y al hacerlo, lo rompió en pedacitos, diciendo que ahora no había tal cosa como el ministerio de ángeles y que si le llevaba las planchas, él las traduciría. Le informé que las planchas estaban selladas y que se me había prohibido traerlas, a lo que él contestó: ‘No puedo leer un libro sellado’ ” ( History of the Church, 1:20).

El profesor Anthon cumplió una profecía de Isaías, quien escribió sobre un “libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren: Lee ahora esto; él dirá: No puedo, porque está sellado” (Isaías 29:11).

Consejos sobre el liderazgo

Somos más eficaces en nuestros llamamientos cuando damos oídos al consejo de nuestros líderes. El Señor ha dicho: “Y nadie puede ayudar en [la obra] a menos que sea humilde y lleno de amor, y tenga fe, esperanza y caridad, y sea moderado en todas las cosas, cualesquiera que le fueren confiadas” (D. y C. 12:8).

El apóstol Pablo aconsejó también: “…estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (1 Pedro 5:5).