Testigos, cuórums del Sacerdocio Aarónico y clases de las Mujeres Jóvenes
Los ajustes que ahora anunciaremos tienen el propósito de ayudar a los hombres y a las mujeres jóvenes a desarrollar su sagrado potencial personal.
Mis queridos hermanos y hermanas, es maravilloso estar con ustedes de nuevo en la conferencia general. Durante esta semana se anunciaron a los miembros de la Iglesia los cambios de la norma en cuanto a quiénes pueden servir como testigos durante las ordenanzas del bautismo y del sellamiento. Quisiera destacar esos tres puntos:
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Cualquier persona que posea una recomendación vigente para el templo, incluso una recomendación de uso limitado, puede ser testigo del bautismo para una persona fallecida efectuado por medio de un representante.
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Cualquier miembro investido que posea una recomendación vigente para el templo puede servir como testigo en las ordenanzas de sellamiento, tanto de personas vivas como por los muertos.
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Cualquier miembro de la Iglesia que se haya bautizado puede servir como testigo en el bautismo de una persona viva. Este cambio se aplica a todos los bautismos fuera del templo.
Estos ajustes a las normas son de procedimiento. La doctrina y los convenios fundamentales permanecen inalterables; son igualmente efectivos en todas las ordenanzas. Estos cambios aumentarán en gran medida la participación de la familia en esas ordenanzas.
También quería hablarles en esta ocasión para presentar los ajustes que se aplicarán a los jóvenes y a sus respectivos líderes.
Recordarán que he invitado a los jóvenes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a alistarse en el batallón de jóvenes del Señor para participar en la causa más sublime sobre la tierra en la actualidad: el recogimiento de Israel1. Hice esa invitación a los jóvenes porque ellos son extraordinariamente talentosos para acercarse a los demás y compartir lo que creen de una manera convincente. La causa del recogimiento es una parte esencial en la preparación del mundo y de las personas para la segunda venida del Señor.
En cada barrio, el obispo, un dedicado siervo del Señor, dirige el batallón de jóvenes del Señor. Su primera y fundamental responsabilidad es la de cuidar de los hombres y las mujeres jóvenes del barrio. El obispo y sus consejeros dirigen la obra de los cuórums del Sacerdocio Aarónico y las clases de las Mujeres Jóvenes del barrio.
Los ajustes que ahora anunciaremos tienen el propósito de ayudar a los hombres y a las mujeres jóvenes a desarrollar su sagrado potencial personal. Asimismo, queremos fortalecer a los cuórums del Sacerdocio Aarónico y las clases de las mujeres jóvenes, y proporcionar apoyo a los obispos y otros líderes adultos a medida que prestan servicio a esta nueva generación.
Ahora el élder Quentin L. Cook hablará sobre los ajustes con relación a los hombres jóvenes; y esta tarde, en la Sesión General de Mujeres, la hermana Bonnie H. Cordon, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes, hablará sobre los ajustes en relación con las mujeres jóvenes.
La Primera Presidencia y los Doce respaldan unánimemente esos esfuerzos para fortalecer a nuestros jóvenes. ¡Oh, cuánto les amamos y oramos por ellos! Son la “juventud de la promesa, esperanza de Sion”2. Deseamos expresar nuestra confianza plena en nuestros jóvenes y nuestra gratitud por ellos. En el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.