1990–1999
El Poder De Los Principios Correctos
Abril 1993


El Poder De Los Principios Correctos

“A pesar de que son fáciles de encontrar, los principios verídicos no son fáciles de seguir a menos que formen parte de un estilo de vida establecido,”

Casi todas las semanas, durante unas horas, tengo una experiencia que me deja profundamente conmovido y lleno de gratitud, admiración y confianza en el futuro. Como parte del proceso que emplea la Primera Presidencia para llamar misioneros regulares, por medio de la inspiración, algunos de los Apóstoles examinan todas las semanas entre quinientas y ochocientas recomendaciones que vienen de todas partes del mundo. La vida de cada uno de los candidatos es una reseña de sacrificio, devoción, testimonio y fe.

Nuestro programa misional deja perplejos a los que no entienden las raíces espirituales que tenemos, pues no pueden comprender que las jóvenes estén dispuestas a dedicar un año y medio, y los muchachos dos años de su vida, para enseñar principios religiosos, con un horario estricto y las normas mas elevadas de disciplina personal, al mismo tiempo que renuncian a su vida social y a otros intereses privados. Tampoco pueden figurarse por que esos jóvenes trabajan para pagarse la misión, a veces con la ayuda de familiares y amigos, cuando no les es posible elegir a dónde ni con quien irán a prestar servicio.

A estos jóvenes se unen matrimonios maduros, que dejan atrás una casa cómoda, nietos y vida social, y algunos hasta lo hacen varias veces, para ir a vivir a lugares remotos del mundo en circunstancias muy modestas. Muchos de ellos tienen que aprender otro idioma y pasar por la experiencia de costumbres muy diferentes, aceptando dificultades que no están seguros de poder vencer. Sin embargo, esos jóvenes y esos matrimonios vuelven del servicio prestado con gran sacrificio personal agradeciendo al Señor el haber tenido ese privilegio. No hay nada en el mundo que se le pueda comparar.

¿Que crea este valiente ejercito de mas de cuarenta y ocho mil misioneros que van voluntariamente a servir a su prójimo? ¿De dónde sacan su fortaleza? La respuesta a estas preguntas se encuentra en el poder de los principios correctos, que explicare a continuación.

La obediencia a los principios

verdaderos siempre ha resultado en beneficio del hombre. Los intrépidos polinesios atravesaron el vasto océano en frágiles embarcaciones para llegar a su destino, a miles de kilómetro de distancia. No lograron esta hazaña por casualidad sino poniendo en practica la obediencia total a ciertos principios probados de navegación. Se prepararon concienzudamente y no sucumbieron a las tentaciones que los habrían desviado de su curso o los habrían atrasado en su jornada. De la misma manera, nosotros podemos estar seguros de alcanzar dignos objetivos en la vida si comprendemos y seguimos con constancia los principios correctos que se basan en la verdad revelada.

Los principios son anclas de seguridad, como el espigón o la clavija que utiliza el alpinista para conquistar lo que de otro modo serian riscos inalcanzables. Si tu los empleas te ayudaran a tener confianza en circunstancias que te resulten nuevas o diferentes y te proveerán protección en las tormentas de adversidad de la vida.

Toda la tragedia que las personas acarrean sobre si por violar los mandamientos del Señor se podría evitar si se obedeciera fiel y constantemente la verdad revelada. El poder motivador de los principios correctos hará que tu vida sea una experiencia feliz y satisfactoria.

Examinando los primeros años de la vida de una persona, es posible entender que lleva a los misioneros a sacrificarse para servir a los demás. El libro de Proverbios contiene este principio: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartara de el” (Proverbios 22:6).

Cuando la madre esta en el hogar, por lo menos durante las horas en que los hijos se encuentran allí, es capaz de determinar cuales son las necesidades de cada uno de ellos y encontrar la forma de satisfacerlas. Su instinto maternal, que ha recibido de Dios, le ayuda a percibir el talento y las habilidades particulares del niño y a fomentarlas y fortalecerlas. Consideremos estos ejemplos que demuestran cómo bendice a los niños el amor compasivo y la sensibilidad de los padres, y, en particular, de la madre:. Una madre oyó a su hijo de cuatro años decirle al hermano, de seis; “Yo no creo en Jesús”. Su hermanito le contestó: “Eso me pone triste”. Al darse cuenta de lo que pasaba, la madre se concentro en tratar de ayudar a su hijito a comprender mejor al Salvador; colocó una lamina del Redentor en su cuarto y continuó enseñando a todos sus hijos mas detalladamente sobre el Maestro. Un tiempo después, el menor de aquellos dos niños le dijo: “Mamá, tu eres mi mejor amiga, casi como Jesús”.

Otra buena madre siempre les ha leído las Escrituras a sus niños para enseñarles la verdad. Mientras la familia se hallaba viviendo en otro país, donde no había buenas escuelas, dedico mucho tiempo y energías a enseñarles ella misma, con grandes dificultades pero con asombrosos resultados. Una vez, el padre fue a ayudar a su hijita de cinco años a dar la oración antes de acostarse, y la encontró arrodillada, expresándole a su Padre Celestial sus pensamientos mas íntimos. Percibiendo la presencia de su papa, la niña levantó la vista y el le dijo: “¿Sabes la felicidad que siente nuestro Padre Celestial cuando tu hablas con El?” A lo que ella respondió: “Pero papa, yo voy a hablar con El toda mi vida”.

Había otra madre que leía a sus hijos historias del evangelio desde que eran muy pequeños. Una vez, al leer sobre la crucifixión de Cristo, su hijito de dos años y medio empezó a llorar. La mama se dio cuenta de que era un niño espiritualmente sensible. Con los años, aquel niño se ha convertido en un joven integro y disciplinado que ama al Señor y obedece Sus mandamientos. La profanidad, algo tan común en la actualidad, le resulta particularmente ofensiva; pero cuando la evita, igual que a otros males, lo critican diciendo que es un “santurrón”. Aunque esto le es difícil ahora, si continua en su determinación de seguir por el camino de la rectitud, llegara a ser un marido, padre y líder extraordinario.

Al pequeño Clayton, de dos años, le gustaba oír a la familia hablar de una de sus abuelas, que era misionera en Suazilandia, África, y muchas veces cruzaba los brazos, inclinaba la cabeza y decía: “Buela en misión. Jesús. Amen”. Cuando la abuelita regresó, el no la reconoció hasta que ella le dijo: “Clayton, yo soy la abuela que estaba en la misión”. Inmediatamente, una amplia sonrisa iluminó la carita del niño que corrió hacia ella y le echó los bracitos al cuello. Todos esos nietos quieren ahora ser misioneros.

tu imaginar cuales serán los frutos duraderos que producirían las semillas de la verdad que con tanto cuidado y reflexión cultivas en el suelo fértil de la mente y el corazón confiados de tu hijo? Hace poco, examine los antecedentes de varios misioneros y encontré que hay una fuerte relación entre los misioneros excepcionales y las madres que permanecieron en su hogar, cuidando de su familia, muchas veces a costa de gran sacrificio personal y económico. Citare comentarios de obispos y presidentes de estaca sobre algunos de los misioneros que recomendaban, cambiando los nombres de las personas. Esto no es mas que una fracción de los miles de ejemplos que vemos y que honran a las madres que se sacrificaron quedándose en la casa para cuidar a su familia para beneficio de sus hijos.

“Kevin es uno de los mejores jóvenes que he conocido; es un líder innato, habilidoso, inteligente y de gran talento, con quien todos se sienten a gusto. Ha leído seis veces el Libro de Mormón y posee un fuerte testimonio, que adquirió por medio del estudio, el servicio, las pruebas y el sacrificio. En el presente, tiene una beca para ingresar como estudiante a una facultad de medicina”.

“Lorraine es una de las jóvenes mas extraordinarias de la Iglesia. Será un placer para cualquier presidente tenerla en su misión”.

“Roy es el tipo de muchacho con quien desearía que mi hija se casara algún día”.

“Brad es uno de los muchachos mas selectos que conozco. Enfrenta los problemas como si el Señor le estuviera hablando al oído”.

“Pierre proviene de una buena familia y ha ganado el mismo todo el dinero para pagarse la misión. No se deja desviar por la presión social y siempre ha sido un líder; ora regularmente, estudia las Escrituras y es muy apegado a su familia y a los principios del evangelio. Invariablemente hace primero las cosas mas difíciles”.

Quizás Marcos sea el mas preparado de todos los jóvenes que he recomendado. Por su testimonio y amor al prójimo, ha tomado a muchos amigos ‘bajo el ala’ ayudándoles a estabilizarse. Tiene diez hermanos, y honra a sus padres en todos los aspectos. Me dijo que estaría ayunando y orando la semana en que se considere su llamamiento misional”.

“Marie es fuerte, inteligente y dedicada; tiene iniciativa y sabe adónde quiere llegar. Proviene de un hogar fuerte, donde se le han grabado los ideales y valores centrados en el evangelio. Toda su

vida ha sido un gran ejemplo de servicio y rectitud”.

“Dale tiene una buena base en el evangelio, la cual proviene de su estudio personal y de la influencia de su familia, que siempre lo ha apoyado. Es el mayor de cinco hijos y siempre ha hecho lo correcto. Tiene licencia de conducir, pero cuando la compañía de seguros aumentó la póliza, el devolvió la licencia voluntariamente para que sus padres no tuvieran que pagar tanto”.

“Rodney es un joven excelente. Pasó cierto tiempo en las fuerzas armadas y consiguió que toda la compañía orara con el antes de dar los exámenes; algunos incluso fueron con el a la Iglesia”.

“no parece de este mundo!”

“Mac tiene una beca de atletismo, y esta próximo a lograr su meta de ir a las Olimpiadas como representante de su país. Sin embargo ha decidido ir a una misión”.

“Marco es un muchacho limpio y es un placer estar con el; aunque no es demostrativo, es firme. Tiene siete hermanos, y hace poco ganó su rango de Scout Aguila, no porque se hubiera descuidado, sino por haber estado muy ocupado desde que tenia trece años, trabajando para ayudar a mantener a su numerosa familia”.

“Layne es un amable gigante, predispuesto a dar el buen ejemplo. Buen estudiante, ha pospuesto la educación universitaria con el fin de ganar dinero para la misión. Con el objeto de ayudar a mejorar la situación económica de la familia, ha vendido unos caballos por los que sentía gran cariño”.

“Lee es completamente responsable. Como evidencia de su fe baste decir que en este momento su madre se encuentra entre la vida y la muerte, a pesar de lo cual el esta deseando ir a la misión. Su comentario es: ‘Se que eso es lo que quieren el Señor y mis padres”‘.

Hay muchos miles de jóvenes como estos que he descrito, y muchos otros siguen aumentando las filas.

¿Cuánta gratitud han de sentir las madres de estos jóvenes al ver algunos de los frutos de su sacrificio! Ellas tienen la visión de la enorme influencia que han tenido al enseñarles obediente y pacientemente la verdad, porque fueron capaces de ver mas allá de los platos de comida, de la ropa para lavar, de la tediosa rutina, de los esfuerzos con los deberes escolares y de las largas horas junto a la cama de un hijo enfermo.

El presidente Benson ha enseñado que la mujer que tiene hijos debe estar en su hogar para cuidarlos. El ha dicho: “Nos damos cuenta de que algunas de nuestras hermanas son viudas o divorciadas, y que otras se encuentran en circunstancias especiales en las que, por necesidad, deben trabajar durante un tiempo. Pero estos casos son la excepción, y no la regla” (Folleto A las madres de Sión, folleto, 1987). Las hermanas que se hallen en estas circunstancias merecen recibir del Señor mayor inspiración y fortaleza; no es así con las que salen a trabajar sin razón justificada.

Padres, no cometan el error de intervenir para evitar o atenuar las consecuencias que deben sufrir sus hijos cuando desobedecen deliberadamente los mandamientos. El hacerlo da validez a principios falsos, puede dar lugar a pecados mas serios y disminuir la posibilidad de arrepentirse.

Habrá padres que quizás tengan hijos que no sigan sus enseñanzas y elijan caminos completamente diferentes. Nuestro Padre Celestial tiene repetidamente esa misma experiencia. Aunque algunos de Sus hijos han empleado su libre albedrío para tomar decisiones contrarias a los consejos de El, el Padre continua amándolos. Por otra parte, estoy seguro de que nunca se ha echado la culpa de las decisiones insensatas de Sus hijos.

Madre, padre, tu problemas debido a que las presiones mundanas te impiden cumplir

eficazmente con tu función divina? una inquietud causada por el deseo incontrolable de obtener posesiones materiales que pudrían arriesgar las relaciones eternas y la formación del carácter de un niño? En bien de tus hijos debes estar dispuesto a renunciar a los placeres y los intereses propios en favor de las actividades familiares, y a no delegar en la Iglesia, ni en la escuela ni en la sociedad la función esencial de promover un buen desarrollo en el niño. Es preciso dedicar tiempo, gran esfuerzo y extraordinario sacrificio personal a fin de instruir “al niño en su camino”. Pero, hallaría una mejor recompensa por la labor esforzada?

Quizás haya quienes no tengan la bendición de criarse en un hogar donde la familia sea comprensiva. Sin embargo, si utilizan los principios correctos, estos moldearan y fortalecerán su vida y le darán propósito.

El consejo inspirado de José Smith cuando dijo: “Les enseñó principios correctos y ellos se gobiernan a si mismos” (citado por John Taylor en Millennial Star, 15 de nov. de 1851, pág. 339) todavía se aplica. El Señor emplea con nosotros ese método; encontramos principios correctos en las enseñanzas del Salvador, en las de Sus profetas y en las Escrituras, especialmente en el Libro de Mormón. A pesar de que son fáciles de encontrar, los principios verídicos no son fáciles de seguir a menos que formen parte de un estilo de vida establecido. Nos exigen librarnos de las ideas falsas; nos pueden causar luchas agotadoras en lo mas intimo de nuestro ser; serán motivo de enfrentamientos cruciales con la tentación, la presión social y el atractivo falso de “lo que es fácil”.

Sin embargo, al seguir resueltamente los principios correctos, forjaremos una fortaleza de carácter que estará a nuestra disposición en los momentos mas difíciles. La constante obediencia a los principios vencerá los estilos de vida atractivos pero falsos que nos rodean. Y aun cuando ese cumplimiento fiel provoque la critica y el ridículo de otras personas, los resultados eternos son tan valiosos que justifican cualquier sacrificio.

Ahora bien, el principio mas importante que puedo compartir con ustedes es: Anclemos nuestra vida en Jesucristo, nuestro Redentor. Consideremos a nuestro Padre Eterno y a su amado Hijo lo mas importante de nuestra vida, mas importante que la vida misma, mas importante que nuestro querido cónyuge o hijos o cualquier otro ser querido. Que nuestro único deseo sea hacer la voluntad de ellos; entonces recibiremos todo lo que necesitemos para ser felices.

Testifico solemnemente que nuestro Padre Celestial y su amado Hijo viven, que les conocen, que les aman, que desean ayudarles. En el nombre de Jesucristo. Amén.