1990–1999
Para ligar a la familia humana
Abril 1991


Para ligar a la familia humana

“Por mucho tiempo la genealogía se ha asociado con el tedio, la búsqueda dificultosa y los libros mohosos. ¡Ya no! Ahora tenemos a nuestra disposición un milagro moderno llamado FamilySearchMR.”

Ayer, 6 de abril, como hoy se nos recordó, fue el 161 aniversario del restablecimiento de la Iglesia de nuestro Señor en estos últimos días. La historia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es también la historia de la dispensación del cumplimiento de los tiempos.

Una dispensación es cuando la Deidad estima conveniente dar bendiciones o aflicciones a sus hijos. También se define como una época en que Dios ha revelado su disposición y voluntad al hombre. Esto “significa el abrir los cielos al hombre; el … darle la palabra de Dios; el revelar al hombre … los principios y las ordenanzas del evangelio; el conferir la divina autoridad a … los escogidos, por la que ellos tienen el poder de obrar en el nombre … [y] con la autoridad de Dios … La dispensación del cumplimiento de los tiempos es la dispensación que incluye todas las otras”, en los cielos y en la tierra. Es la dispensación que cumplirá todos los decretos de un amoroso Padre Celestial para “la salvación de [todos] los hombres y la redención de la tierra” (“History of the Church”, l:xxiii).

El profeta José Smith, inspirado, escribió: “… es menester que … un encadenamiento de dispensaciones … se realicen … desde los días de Adán hasta el tiempo presente” (D. y C. 128:18) .

El evangelio, desde luego, es muy antiguo. Se formó en el Reino Celestial antes de la fundación de la tierra. Desde el principio, se conoció el plan para el progreso y la salvación del hombre. (Véase “History of the Church”, l:xxiii-xciv.)

Esta época en que vivimos, la dispensación del cumplimiento de los tiempos, vera la culminación de todas las obras de Dios sobre la tierra. Por esa razón, estamos anhelosamente empeñados en la obra del Señor, que incluye el efectuar ciertas ordenanzas por todos los que han vivido y vivirán en la tierra.

A unos pocos minutos de aquí, en uno de los hermosos cañones que embellecen estas montañas Wasatch, se levanta una gran montaña de granito. Desde la calle que pasa por el fondo del canon, los ocupantes de los automóviles no ven las grandes puertas cortadas bien arriba en el costado de la montaña. Pocos se darían cuenta de que detrás de esos portales hay seis grandes salones para almacenaje hechos bien profundos dentro de la roca sólida, y que en ellos esta la colección de registros genealógicos mas grande del mundo. Esos no son registros comunes, sino que son registros de nacimientos, matrimonios y fallecimientos de casi doscientos mil millones de personas que han vivido sobre la tierra. Son el producto de mas de cincuenta años de incansable labor de representantes de la Iglesia por todo el mundo, de microfilmadores y de los que se ocupan de guardar en la profundidad de la montaña los registros en largas hileras de ficheros. La magnitud de este proyecto de recolectar y preservar estos registros es digno de admiración.

“¿Por que hacen esto?” preguntan algunos. “¿Por que invierte la Iglesia millones de dólares y miles de horas en este enorme e insólito proyecto? ¿Por que se preocupan tanto por los que han muerto?”

Nuestra respuesta es sencilla, pero profunda: “Porque les amamos. Porque tienen derecho a las mismas bendiciones que nosotros disfrutamos. Porque es una parte importante del plan celestial para esta, la dispensación del cumplimiento de los tiempos: la de bendecir a todas las personas”.

Recolectamos esos registros para localizar a nuestros antepasados, y lo hacemos para hacer por ellos las ordenanzas salvadoras del evangelio en los santos templos dedicados para ese fin. Es nuestra responsabilidad, y nos la dio el Señor, ayudar a redimir a todos los hijos de nuestro Padre que vivieron y murieron sin recibir las sagradas ordenanzas del evangelio, pero todos tienen la oportunidad de aceptar o rechazar las ordenanzas que se hagan en su favor.

Hace varios años, yo iba en tren desde Edimburgo, Escocia, a Glasgow con un conocido abogado inglés que habíamos contratado para presentar una denuncia de discriminación al municipio de Glasgow. Estábamos buscando un permiso para edificar, y el municipio nos lo había negado varias veces a instigación de un grupo religioso opositor alegando que no se necesitaba, ya que había muchos edificios de iglesias deshabitados o vacantes. Se nos había concedido una audiencia con el secretario de estado de Escocia-un miembro del gabinete del primer ministro.

A medida que el tren avanzaba veloz hacia Glasgow, le pregunte a mi distinguido interlocutor si tenía otras preguntas acerca de nuestra iglesia. Me preocupaba su limitada comprensión de nuestra expansión, de por que construimos edificios modernos de la Iglesia, y por que tenemos cientos de misioneros en Gran Bretaña. El me aseguró que se sentía cómodo representándonos y presentando nuestro caso, que a el le parecía justo.

Mientras hablábamos de otros aspectos de nuestra presencia en Gran Bretaña, el dijo: “He oído, pero no puede ser cierto, que ustedes se bautizan por los muertos”.

Le dije: “Si, es verdad. No sólo es verdad que lo hacemos en la actualidad, sino que el eterno principio del bautismo por los muertos se enseñó durante el ministerio terrenal de nuestro Salvador”.

Le explique que todos los hijos dignos de Dios de todas las edades pueden ser herederos de la salvación en Su reino. Brevemente le recordé al abogado que Jesús le enseñó a Nicodemo que “el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer [de nuevo] siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3 :3-5) .

También me referí a las enseñanzas de los primeros Apóstoles en cuanto a la resurrección de Cristo y a la resurrección de todos, incluso la gran declaración de Pablo: “De otro modo, ¿que harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por que, pues, se bautizan por los muertos?” (1 Cor. 15:29.)

El abogado pareció comprender; presentó nuestro caso con eficiencia y obtuvimos el permiso para edificar. La capilla ahora se yergue en Glasgow, Escocia.

El profeta José Smith dijo:

“Permítaseme aseguraros que estos son principios referentes a los muertos y a los vivos que no se pueden desatender, en lo que atañe a nuestra salvación. Porque su salvación es necesaria y esencial para la nuestra … ellos sin nosotros no pueden ser perfeccionados, ni tampoco podemos nosotros ser perfeccionados sin nuestros muertos” (D. y C. 128:15).

“¿Pero cómo?” quizá digan algunos: “Aun con los millones de rollos de microfilmes a mi alcance, aun con la Biblioteca de Historia Familiar en Salt Lake City y los cientos de centros de historia familiar en los centros de estaca y de reuniones diseminados por toda la tierra, cómo puedo descubrir los secretos escondidos en esos microfilmes y localizar a mis antepasados?”

Por mucho tiempo la genealogía se ha asociado con el tedio, la búsqueda dificultosa y los libros mohosos. ¡Pero ya no! Ahora tenemos a nuestra disposición un milagro moderno llamado FamilySearchMR. Este es un nuevo sistema computarizado. Al mecanografiar el nombre de un antepasado en el teclado, FamilySearch, en sólo minutos, pasa por millones de nombres y encuentra aquel que coincide con el que se ha escrito. Sabe cómo hacer coincidir nombres que se escriben diferente pero suenan igual. Puede llevarnos de una pequeña información incompleta a pantallas llenas de información: fechas y lugares de nacimiento, matrimonio, y muerte; y nombres de padres, hijos y cónyuges.

Para almacenar toda esta información, FamilySearch usa pequeños discos compactos-la misma maravilla electrónica que veis en los comercios. Cada disco puede almacenar cinco millones de nombres.

FamilySearch incluye muchas clases de registros: datos gubernamentales accesibles al publico, de entidades militares y otros órganos de información, así como el catalogo de la Biblioteca de Historia Familiar, un índice para las ordenanzas del templo que se han efectuado, y datos genealógicos que han enviado personas de todo el mundo. Todos esos datos son una valiosa contribución para nuestra misión de realizar esta obra.

Uno de los mas prometedores y útiles programas del FamilySearch es el Archivo de AntepasadosMR, ya que ha puesto en contacto a personas totalmente desconocidas entre si pero descendientes de un tronco familiar común. Los miembros de la Iglesia y los que no lo son están encontrando nuevos primos y miles de antepasados fallecidos al oprimir una tecla de la computadora.

Al usar el Archivo de Antepasados en la Biblioteca de Historia Familiar de Salt Lake City o en las bibliotecas de los centros de historia familiar que hay por todo el país, podéis ver en la pantalla de una computadora los registros de linaje y de grupo familiar de mas de siete millones de personas; y el archivo esta creciendo continuamente gracias a los datos que vosotros y vuestros amigos van proporcionando. Muchos de esos nombres son vuestros parientes y los míos. También podéis ver en la pantalla de la computadora los nombres y las direcciones de las personas que han enviado los datos, permitiéndoos poneros en contacto con ellas, intercambiar información y verificar los hechos.

Algunos de vosotros quizá os sintáis intimidados y tengáis temor de usar computadoras. No debe ser así

Ellie tiene doce años. Ella estaba planeando ir a la Biblioteca de Historia Familiar con su clase de Abejitas. Se sentía un poco inquieta porque nunca había estado allí; pero su padre le dijo que no se preocupara. Todo lo que tenía que hacer para empezar era usar la computadora.

Pero Ellie sonrió. Estaba segura de que su padre bromeaba y le replicó: “Nunca podré hacer eso, Ni siquiera se manejar una computadora”.

Llegó el día de ir a la biblioteca. Ellie y su amiga Cami decidieron ensayar la computadora. Pronto se dieron cuenta de que si leían y seguían las instrucciones que aparecían en la pantalla, lo harían muy bien.

Fue una Ellie entusiasmada la que volvió a casa esa tarde. “¿Así que encontraste algunos nombres conocidos?” le preguntó su padre. “¡Oh, si!” contestó la niña. “Al principio busque el nombre del abuelo, y lo encontré. Luego busqué el de tío Steve, y estaba allí. Entonces busque el mío, y yo estaba allí. ¡Me encontré! ¡Yo estaba allí en la pantalla! Y los nombres de otros de la familia llenaban toda la pantalla. Cuando podemos ir otra vez?”

En Wisconsin, una señora no miembro de la Iglesia que se había quedado estancada por falta de información sobre su bisabuelo, decidió buscar en el Archivo de Antepasados; tras haber empezado, de pronto halló el nombre de su bisabuelo, el mismo que había estado buscando durante muchos años. Poco después transfirió a su disco varios miles de nombres adicionales y mas de 1.300 matrimonios a la línea que antes era un “callejón sin salida”. Ella también esta entrando miles de nombres adicionales a otras líneas para contribuir al Archivo de Antepasados.

Un miembro de Georgia pudo seguir su linaje hasta 1486 usando el Archivo de Antepasados; y ahora ha enviado cientos de nombres para la obra del templo.

El Archivo de Antepasados continuara aumentando su valor mientras miembros y no miembros hagan su búsqueda de historia familiar en un esfuerzo mancomunado para localizar y unir la familia humana. Este cataloga los parentescos-una especie de libro de recuerdos electrónico lleno de cuadros genealógicos y registros de grupo familiar-no sólo de vuestras familias sino también de las familias de miles de personas, indicando dónde vuestra línea familiar se une a un sinnúmero de otras líneas.

Instrucciones sencillas sobre cómo dar la información familiar que hayáis acumulado al Archivo de Antepasados ahora están disponibles en la Biblioteca de Historia Familiar de Salt Lake City y en los otros centros de historia familiar localizados en los centros de estaca y en los centros de reuniones de los Estados Unidos y Canadá-y pronto, en todo el mundo. Preguntad al consultor de historia familiar de vuestro barrio dónde esta el centro que os quede mas cerca y averiguad cómo podéis añadir vuestros datos genealógicos a los de la computadora, y así ponerlos a disposición de todo el mundo.

Sabemos que Dios, nuestro Padre, es nuestro mas grande maestro, y que nada que leamos u oigamos merece mas nuestra atención que lo que nos dice Dios. Estas maravillosas técnicas modernas se han revelado en esta dispensación con mas plenitud y mas sencillez que nunca antes en la historia del mundo para que Sus propósitos se cumplan mas rápidamente. La Iglesia, en centros establecidos de historia familiar, esta llevando ahora este maravilloso progreso directamente a vosotros.

Desde Buckeye, Arizona, a Birmingham, Alabama; y desde Sandpoint, Idaho, a Albany, Nueva York; y desde Calgary, Canadá, a Montreal, Canadá; y pronto desde Sydney, Australia, a Londres, Inglaterra -los miembros podrán ir al centro de reuniones cerca de sus casas y descubrir los secretos de sus antepasados.

Uno de los mas emocionantes resultados de participar en la investigación familiar y en la investigación genealógica es llegar a conocer a nuestros antepasados-sus problemas y sus logros y mostrarles nuestra gratitud efectuando por ellos las ordenanzas que les permitirán obtener el mayor de todos los dones: el don de la vida eterna.

James E. Talmage escribió: “Se ha demostrado que el cumplir con la ordenanza [del bautismo] es esencial para la salvación, y a todo el genero humano se aplica esta condición … En ningún lugar de las Escrituras se hace distinción alguna, en este particular, entre los vivos y los muertos … Todos son hijos del mismo Padre, todos serán juzgados y premiados o castigados por la misma justicia infalible, con la misma … merced … por todos los habitantes de la tierra, pasados, presentes y futuros … es Señor así de los vivos como de los muertos” (James E. Talmage, Artículos de Fe, págs. 160-161).

“He aquí, esta para llegar el gran día del Señor … Ofrezcamos, pues, como iglesia y como pueblo, y como Santos de los Últimos Días, una ofrenda al Señor en justicia; y presentemos en su santo templo … un libro que contenga el registro de nuestros muertos, el cual sea digno de toda aceptación” (D. y C. 1 28:24) .

Es mi oración en el nombre de Jesucristo. Amén.