Amor en ambas direcciones
Dios ama a Shinnah, y Shinnah ama a Dios.
Shinnah B., de Nairobi, Kenia, sabe que el Padre Celestial la ama, pero no lo supo realmente hasta hace un par de años, cuando escuchó por primera vez sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a través de su tía.
“Los misioneros me enseñaron cosas que no sabía; me enseñaron que el Padre Celestial me ama y me enseñaron cómo orar”, dice Shinnah. Después de ser bautizada, algunas experiencias la ayudaron a comprender mejor el amor que Dios tiene por ella. Ahora se esfuerza por demostrar su amor por el Padre Celestial y Jesucristo.
Ilustraciones por Book of Lai
El amor de Dios por Shinnah
Ayuda en la escuela
Shinnah tenía dificultades en la escuela, hasta que un día habló con la presidenta de las Mujeres Jóvenes al respecto. “Me dijo que debía acudir al Padre Celestial, porque Él me ayudaría”, dice Shinnah. En efecto, ¡Él la ayudó! Después de orar, Shinnah sintió impresiones del Espíritu sobre cosas que podía cambiar. “Después de eso, comencé a ver que mi rendimiento mejoraba”.
Conocer su identidad divina
A Shinnah le gusta mucho el primer renglón del lema de las Mujeres Jóvenes: “Soy una hija amada de padres celestiales, con una naturaleza divina y un destino eterno”. Ella dice: “No tienes que sentirte solo, porque el Padre Celestial está a tu lado”.
Fortaleza en su llamamiento
“Cuando me uní a la Iglesia, no tenía confianza para hablar con las personas”, dice Shinnah. “Cuando recibí el llamamiento para servir como presidenta de clase de las Mujeres Jóvenes, me sorprendió mucho: nunca había sido líder. Tuve que practicar cómo hablar frente a otras personas y cómo compartir mi testimonio. Un día mi obispo me llamó a su oficina y me dijo que soy muy amada y que el Padre Celestial me fortalecerá en todo lo que haga”.
El amor de Sinnah por Dios
Ir a la Iglesia
Shinnah y su hermano menor, Acram, viajan en autobús y luego caminan solos a la capilla cada semana. A veces es difícil levantarse temprano pero saben que es lo que el Padre Celestial querría que hicieran. “Cuando me bauticé, tomé la decisión de santificar el día de reposo”, dice Shinnah.
Escoger lo correcto
Sinnah se esfuerza por seguir al Salvador. “Antes de unirme a la Iglesia, no sabía quién era yo misma”, dice. “Los amigos me invitaban a ir a fiestas, y eran situaciones donde no debía estar, pero ahora elijo no ir”.
Prestar servicio a los demás
“Quiero ayudar a las personas que necesitan mi ayuda”, dice Shinnah. “Puedo ayudarlas cuando se sienten solas o atraviesan momentos difíciles. Ser discípulo de Jesucristo significa que debo guardar Sus mandamientos, seguir Su ejemplo y ser un ejemplo para los demás”.
La bendición del Evangelio
Shinnah vive su vida de la manera en que lo hace debido a su amor por el Padre Celestial. “Dios quiere que yo sea así”, dice. “He aprendido quién soy; estoy agradecida porque algún día puedo regresar a la presencia del Padre Celestial. Unirme a la Iglesia realmente ha cambiado mi vida”.