La historia no acaba ahí
Hola, Ali, ¿puedo pedirte prestado…? Oye…
¿Te encuentras bien?
Estoy bien.
Genial. Bueno, ¿me puedes prestar tu sudadera para acampar con Nina este fin de semana?
Haz lo que quieras.
¡Gracias!
¡Gracias por invitarme a acampar, Nina! Las estrellas se ven tan brillantes aquí.
¡Me alegra que hayas venido! ¿Conoces alguna constelación?
Conozco la Osa Mayor, pero nada más. ¿Y tú?
¡Conozco muchas! ¿Ves esas tres estrellas juntitas? ¿Y ves las otras que forman una “X”? Esas forman la constelación de Orión.
¡Vaya! No tenía idea de que eran parte de una constelación más grande.
Casi todas las estrellas que se pueden ver sin telescopio forman parte de una constelación más grande. ¡La historia no acaba ahí!
La historia no acaba ahí, ¿eh?
Ali, ¿estabas molesta el otro día? Pensé que lo estabas, pero dijiste que estabas bien.
Sinceramente, estaba enojada. No sé por qué dije que estaba bien.
Lo siento. Debería haber sabido que la historia no acababa ahí. ¡Tu lenguaje corporal me decía que algo andaba mal!
Dime, ¿qué pasó?
Pues, todo comenzó cuando…