Para la Fortaleza de la Juventud
Siempre hay una manera de servir
Febrero de 2025


Solo para la versión digital: Misiones de servicio

Siempre hay una manera de servir

El Señor nos ha llamado a servir. Él nos conoce y conoce nuestras capacidades.

Fui llamada a prestar servicio como misionera y se me asignó a la Misión Brasil Florianópolis. Pasé siete meses allí y terminé regresando a casa antes de tiempo. Cuando me dirigía a casa, hice una oración en la que le pedí al Padre Celestial que no me relevara como misionera. Después de orar, sentí que el Espíritu me decía que todo estaría bien.

Confiar en mi oración

Durante mi primera semana en casa, confiaba en la forma en que me sentí después de orar en el aeropuerto. Comencé a ayudar en la tienda del templo. Cuando tuve la oportunidad de reunirme con mi presidente de estaca, él se alegró mucho de saber sobre mi servicio y dijo que no me relevaría. Luego fui asignada a ser misionera de servicio en mi misión local, la Misión Recife Noreste.

¿Qué significa para mí?

Mi misión de servicio incluye varias asignaciones. Durante la semana ayudo en la tienda del templo, en la oficina del templo y en la lavandería. Siempre hay algo que hacer en el templo; los misioneros nunca se quedan de brazos cruzados allí.

Los sábados ayudo con Instituto. Participé en la clase de preparación misional de Instituto para compartir lo que aprendí en la misión y me sentí muy bien al hacerlo. También ayudo a distribuir alimentos a los alumnos después de clase.

Además de mis asignaciones específicas, utilizo las redes sociales para compartir el Evangelio. Tengo una página que creé cuando tenía 17 años que habla sobre el programa para los jóvenes.

Edificar Su reino

El Señor nos ha llamado a servir. Él nos conoce y conoce nuestras capacidades. Las misiones de servicio son inspiradas por Él, y si se te asignó a servir en una, es porque Él necesita tu ayuda para edificar Su reino.

Incluso si estoy triste o enfrento dificultades, realmente me gusta cuando completo cada mes de mi misión y puedo reflexionar sobre cómo he mejorado y me he fortalecido durante ese tiempo. Me encanta mi misión. Realmente es inspirada por el Señor.