¡Luces, cámara, servicio!
Estar en casa no les impidió servir.
A Antonella y a Mariana les encantaba ir a la Iglesia cada semana, pero ahora no podían ir a la Iglesia en persona debido a la pandemia del COVID-19. Tenían la clase de la Primaria en línea, pero no era lo mismo.
Antonella y Mariana echaban de menos ir a la Primaria en persona. Un año antes, su familia se había mudado de Chile a Canadá. La pandemia hizo que fuera difícil tener nuevos amigos. Echaban de menos aprender sobre relatos de las Escrituras con los otros niños y las lecciones en español como las que tenían en Chile.
Un día, después de tener las reuniones de la Iglesia en casa, Antonella y Mariana buscaron en línea algo para ayudarlas a estudiar Ven, sígueme.
“Ojalá pudiéramos encontrar más videos en español”, dijo Antonella. Pensó un momento y entonces tuvo una idea genial. “Podríamos hacer nuestros propios videos de Ven, sígueme cada semana”.
“¡Sí, y podríamos hacerlos en español!”, dijo Mariana, “así también podríamos compartirlos con otros niños”.
Su madre y su padre les dijeron que podían ayudar. ¡Toda la familia estaba entusiasmada con la idea!
Primero, la familia leía las Escrituras para la lección de la semana y las niñas planeaban lo que dirían. Luego empezaban a preparar los videos. Antonella y Mariana se turnaban para grabarse mientras hablaban de los relatos del Libro de Mormón. Al final de cada video, una de ellas explicaba algo que aprendió de la lección, y después la mamá y el papá las ayudaban a hacer el video para publicarlo en línea.
Al principio, no siempre sabían qué decir, pero leer las Escrituras y aprender más acerca de las lecciones las ayudó.
Un domingo, Antonella y Mariana se sentaron delante de la computadora para su clase de la Primaria. La lección de esa semana era sobre los jóvenes guerreros del Libro de Mormón. “¿Por qué fueron los jóvenes guerreros a luchar?”, preguntó la maestra.
Mariana encendió el micrófono y dijo: “¡Lo sé!”. Ella y Antonella habían hecho un video sobre ese relato la semana anterior. “Sus padres le habían prometido a Dios que ellos no pelearían, así que sus hijos fueron en su lugar”.
Antonella asintió con la cabeza. “Y sus madres les enseñaron que si tenían fe, Dios los protegería”. Le sonrió a Mariana, era divertido estudiar las Escrituras juntas.
Esa noche, durante la cena, su mamá les preguntó: “¿Qué tal la Primaria?”.
“¡Bien!”, exclamó Antonella. “Grabar los videos me ha ayudado a aprender mucho más acerca de las Escrituras”.
“A mí también”, dijo Mariana, “puedo responder muchas de las preguntas de la Primaria y conocemos mejor los relatos de las Escrituras”.
“Me alegro de que los videos las ayuden”, dijo el papá. “¡Creo que también ayudaron a muchas más personas!”.
“Así es”, dijo la mamá. “¡Comentar lo que aprendieron y cómo se sienten en cuanto al Evangelio es una excelente manera de servir!”.
Mariana sonrió. “Me gusta que podamos servir de esta manera”, dijo ella. Luego se volvió hacia Antonella. “¡Comencemos a planear el video de la próxima semana!”.
Ilustraciones por Kristin Sorra