Cambios en los cursos de estudio y en el calendario de Seminario e Instituto

Élder Jeffrey R. Holland: Estamos encantados de estar con ustedes hoy y aprovechar esta oportunidad para hacer un anuncio. Me acompañan la hermana Bonnie Cordon, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes y miembro de la Mesa Directiva de Educación; el élder Kim Clark, Comisionado de Educación; y Chad Webb, administrador de Seminarios e Institutos.

Nos entusiasma poder hacer un anuncio hoy. Representamos a la Primera Presidencia de la Iglesia para darles a conocer un ajuste importante en nuestros cursos de estudio de Seminario. En enero de 2020, cambiaremos de un calendario escolar a uno anual, lo que nos permitirá alinear el curso de estudio de Seminario con Ven, sígueme, el curso de estudio que se acaba de anunciar.

Por lo tanto, en ese año, en lo que respecta a Seminario, estudiaremos el Libro de Mormón, lo que nos permitirá estudiar lo mismo que los adultos y el resto de los jóvenes de la Iglesia, que estudiarán el Libro de Mormón en Ven, sígueme. Durante los años siguientes, haremos este ajuste al llegar cada nuevo año de estudio. En el verano de 2019, daremos medio paso en esa dirección. En junio de este año, empezaremos a estudiar el Nuevo Testamento. Este es el curso que ya estamos estudiando en Ven, sígueme. No podremos hacer todo el curso, sino la primera mitad, para estar listos para el curso de estudio que empezará en 2020, tal como acabo de anunciar.

Eso requerirá algunos cambios en los cursos de estudio. Vamos a profundizar más en algunos asuntos. No será un estudio secuencial, sino más basado en la doctrina y siempre centrado en el Salvador. Sea cual sea el curso de estudio, siempre estará centrado en las Escrituras, y sea cual sea el libro de Escrituras, nos seguiremos centrando en el Salvador y Sus enseñanzas. El estudio será más profundo, seguirá un cierto orden cronológico y se centrará en las cuestiones más importantes de la ley para ayudar a nuestros jóvenes.

Creemos que es una gran novedad en una época en la que nuestros jóvenes necesitan más fortaleza que nunca. También pensamos que es una maravillosa alineación para coordinar con el resto de lo que la Iglesia está haciendo; y creemos que será una maravillosa simbiosis con el concepto del estudio del Evangelio centrado en el hogar y apoyado por la Iglesia, y ahora agregamos el apoyo de Seminario al estudio del Evangelio centrado en el hogar. Gracias por todo lo que hacen para que esto suceda. Estamos agradecidos de poder participar en este programa. Vamos a pedir al hermano Chad Webb, nuestro administrador de Seminarios e Institutos, que dirija este análisis sobre el anuncio.

Hermano Chad Webb: Gracias. Estoy seguro de que muchos de nuestros maestros, incluso algunos padres y líderes del sacerdocio, así como algunos de los jóvenes, tendrán preguntas sobre lo que significa este cambio. Usted dijo que hemos hablado de acerca de esto por muchos años, que muchas personas han analizado esta posibilidad, así que supongo que mi primera pregunta para el grupo podría ser esta: “¿Por qué ahora? ¿Por qué se produce ahora este cambio?”.

Élder Jeffrey R. Holland: ¿Élder Clark?

Élder Kim B. Clark: Creo que porque el profeta del Señor, en la conferencia general, dijo: “Necesitamos instrucción del Evangelio centrada en el hogar con el apoyo de la Iglesia. De hecho, necesitamos una Iglesia centrada en el hogar”. El hecho de que dijera eso lo cambió todo.

Élder Jeffrey R. Holland: Sí.

Élder Kim B. Clark: Lo cambió todo. Llevamos años pensando en esto y siempre creíamos que era demasiado difícil.

Élder Jeffrey R. Holland: Sí. (Risas)

Élder Kim B. Clark: Pero, cuando él lo dijo, empezamos a pensar y nos dimos cuenta de algo: “Un momento, podemos darle la vuelta a esto. Vamos a hacerlo. Vamos a hacerlo y luego veremos cómo llevarlo a cabo”.

Élder Jeffrey R. Holland: Cómo hacerlo, cómo hacerlo.

Élder Kim B. Clark: Creo que él lo cambió todo.

Hermana Bonnie H. Cordon: Otra cosa que hizo fue instar a los jóvenes a formar parte de esta obra. Los jóvenes aprenden y estudian en Seminario, y también se les llama a ir a casa, a formar parte de la enseñanza y formar parte de ese gran movimiento en el hogar. Así que, al llevar a casa lo que aprenden en Seminario y poder enseñar a sus hermanos pequeños y compartirlo con sus padres, eso servirá para fortalecer su hogar.

Élder Kim B. Clark: Impresionante.

Élder Jeffrey R. Holland: Uno de nuestros colegas hace un minuto me preguntó parte de nuestro momento de revelación ha sido el más apasionante, el de mayor interés. Me he dado cuenta de que, para mí, quizás el aspecto más apasionante es el escenario de fondo, el hecho de que la Restauración continúa. El total es mayor que la suma de sus partes. La Restauración, la revelación y el liderazgo profético están vivos. Esa es la justificación de muchas de las novedades que han tenido lugar en los últimos meses.

Hermano Chad Webb: Gracias. ¿Qué bendiciones creen que recibirán los jóvenes gracias a estos cambios?

Élder Jeffrey R. Holland: Bonnie, ya que comenzó, termine. (Risas)

Hermana Bonnie H. Cordon: Una bendición que me parece muy obvia es la simplificación. De hecho, recibimos cartas de los jóvenes —y muchos de ustedes han recibido las mismas cartas que nosotras— en las que preguntan qué deben estudiar. De hecho, aquí tengo una carta reciente que deberíamos leer rápidamente. Esta era de una hermosa joven. Una madre escribe esto: “Después de nuestra lección familiar de Ven, sígueme de anoche, hablamos de leer, de forma individual, los versículos de la lección del Nuevo Testamento de la semana que viene. Luego, mi hija de 14 años se acercó a mí y yo podía notar que se sentía algo molesta, y confundida. Me dijo: ‘Mamá, no sé qué hacer. Ustedes nos han pedido que leamos el Nuevo Testamento; yo tengo que leer Doctrina y Convenios para Seminario y estoy intentando acabar el Libro de Mormón para conseguir el medallón de Mujeres Jóvenes. No sé qué hacer ni qué no hacer’”. Creo que esto simplifica las cosas para los jóvenes, ya que pueden estudiar el mismo libro con su familia, en Seminario y en la Iglesia, y pueden hacer crecer su testimonio en cada lugar.

Élder Kim B. Clark: Voy a decir algo sobre lo que dijo la hermana Cordon. Simplificamos esta experiencia para los jóvenes, para que estudien un libro de las Escrituras durante todo el año; y, además, con el curso de estudio podrán profundizar en la doctrina, que es uno de los objetivos de este cambio. En lugar de abarcar un poquito de muchas cosas, queremos estudiar en profundidad algunas cosas, porque sabemos que nuestros jóvenes necesitan convertirse más profundamente al Señor Jesucristo y necesitan experiencias espirituales personales con las Escrituras. Creemos que al profundizar un poco más podemos ayudarlos a conseguirlo. Este es otro beneficio de este cambio.

Élder Jeffrey R. Holland: Me encanta.

Hermana Bonnie H. Cordon: Un cambio magnífico.

Élder Jeffrey R. Holland: Algo que espero de corazón que llegue con este cambio, y creo que así será, es que con la idea del estudio centrado en el hogar y con el apoyo de la Iglesia se espera que algo suceda en el hogar y en la vida de los miembros durante la semana. No sé si esto va a suceder con otras personas, pero sí va a suceder con los alumnos de Seminario.

Hermano Chad Webb: Sí.

Élder Jeffrey R. Holland: Quizás tengan el mejor ejemplo en la Iglesia sobre cómo garantizar que esa experiencia se viva durante toda la semana, lo cual podrá establecer una norma para todos, porque en Seminario se estudia cinco días a la semana, pero vamos a estudiar los siete días de la semana. Espero que esto marque el ritmo para el resto de los miembros de la Iglesia, para que la experiencia dure toda la semana. Me encanta esto de Seminario.

Hermano Chad Webb: Gracias. Quiero recalcar algo que se ha dicho. Seguirá siendo un curso de estudio. Seguiremos estudiando todo el Libro de Mormón o todo el Nuevo Testamento, ¿verdad?

Élder Jeffrey R. Holland: Correcto.

Hermano Chad Webb: El estudio no será tan secuencial como en el pasado, que empezaba con el capítulo 1 y luego se estudiaba versículo a versículo. Seguirá habiendo una reseña y los alumnos entenderán el hilo de la historia de las Escrituras, pero, como dijo el élder Clark, ya no estudiaremos solamente temas. En el pasado, hace como treinta o cuarenta años, enseñábamos lecciones temáticas; luego pasamos a enseñar lecciones secuenciales. Ahora combinamos lo mejor de los dos métodos, basándonos en las Escrituras y enseñando el Evangelio tal como se encuentra en ellas, pero lo haremos de forma que busquemos los temas y puntos de la doctrina más importantes para los jóvenes. Vamos a seguir ayudándolos a amar las Escrituras y a aferrarse a lo que las Escrituras enseñan, pero de modo que se enseñe lo que les resulte más relevante, para enseñarles lo que tiene más valor en esta época de su vida. ¿Qué más pueden decir sobre los cambios en los cursos de estudio?

Élder Kim B. Clark: Algo que considero que es importante que se sepa, sobre todos los jóvenes, es que el Dominio de la doctrina, una novedad que ha sido tan importante durante los últimos años, ahora se integrará por completo en los cursos de estudio, como no había sido posible antes. Ahora ya no habrá que interrumpir lo que se esté haciendo para pasar al Dominio de la doctrina, sino que se integrará a lo largo del curso de estudio. Creo que eso es uno de los puntos.

Otro asunto es que queremos realmente que los jóvenes sigan profundizando en las Escrituras, que las lean y oren al respecto, que aprendan y que el Espíritu les enseñe en las Escrituras. Aunque también queremos que puedan ver el poder que procede de combinar distintos libros de las Escrituras. Así que, al estudiar el Libro de Mormón, podemos obtener conocimiento sobre el Nuevo Testamento, podemos obtener conocimiento sobre la Perla de Gran Precio y podemos obtener conocimiento sobre el Antiguo Testamento. Podremos hacer esto gracias a la forma en que la que diseñamos los cursos de estudio. Con respecto a los maestros, esperamos también que nos olvidemos de la idea de que hay que cubrir el material. No se trata de “cubrir el material”. Queremos profundizar en algunos asuntos, hacernos una idea del libro tal como se escribió, pero dando a los alumnos la oportunidad de profundizar y entender de verdad las doctrinas del Evangelio y vivirlas; aprender de verdad a vivir los principios y transformarnos en lo que esos principios nos ayudan a llegar a ser. Por ejemplo, al estudiar el perdón, queremos conocer la doctrina del perdón, queremos aprender a perdonar y queremos convertirnos en una persona compasiva. En eso se centra este curso de estudio: queremos transformarnos y ayudar a los jóvenes a empezar de verdad a convertirse en quienes el Señor quiere que sean.

Élder Jeffrey R. Holland: Creo que algo que será muy interesante para la Primera Presidencia —que nos mencionó ese asunto cuando hablamos acerca de las nuevas normas— es el concepto descrito por el élder Clark. Es algo que, al menos en el caso de Doctrina y Convenios, nos permitirá hacer más cosas con la historia de la Iglesia. Al tomar un grupo de Escrituras y profundizar en ellas, no siempre hemos podido estudiar mucho la historia siguiendo secuencialmente Doctrina y Convenios. Ahora, al elegir y proporcionar un contexto, podríamos hacer bastante con la historia de la Iglesia, algo que creo que tiene un interés particular para la Primera Presidencia.

Hermano Chad Webb: Otro aspecto que nos entusiasma, y que usted ya mencionó, es el hecho de centrarnos en el Salvador en cada uno de los libros de Escrituras. Esa era la intención con la que se escribieron las Escrituras y ellas nos enseñan que la función de los profetas es testificar de Jesucristo. Por lo tanto, en lugar de limitarnos a enseñar la doctrina o la mecánica de vivir el Evangelio, nos vamos a centrar en Su ejemplo, en el poder que proviene de Él, y de vivir los mandamientos que Él enseña. Encontrarlo en todas las Escrituras será otra bendición de este cambio.

Élder Jeffrey R. Holland: Es apasionante.

Hermana Bonnie H. Cordon: Otra bendición que los alumnos recibirán es que, al seguir aprendiendo acerca de Cristo y testificar de Cristo en Seminario, sentirán ese poder y lo llevarán a su hogar. Tendrán la oportunidad de testificar de esa doctrina profunda que están aprendiendo, llegarán a ser más semejantes a Cristo y lo compartirán con su familia. Esa experiencia engrandecerá su alma, porque sucede algo distinto cuando los jóvenes se oyen a sí mismos hablando de Cristo.

Élder Jeffrey R. Holland: Sí.

Hermana Bonnie H. Cordon: Al darse cuenta de que tienen un testimonio, eso cambia quiénes son.

Hermano Chad Webb: Es maravilloso. Estaría bien hacer varias preguntas prácticas. Estoy seguro de que algunos maestros se las están planteando, así que permítanme hacerlas en su nombre. En primer lugar, ¿va a cambiar la edad o la época del año en que un alumno comienza Seminario?

Élder Kim B. Clark: Permítanme contestar. Creo que la respuesta es no. Los alumnos seguirán comenzando con el curso escolar. Si la escuela secundaria empieza, por ejemplo, en otoño —en agosto o septiembre—, Seminario empezará en esas fechas, se estudiará el libro de Escrituras que corresponda a ese año y, en enero, se empezará con un nuevo libro de Escrituras. En el hemisferio sur, los alumnos comienzan en enero o febrero, cuando comienzan la escuela secundaria, y continúan el curso durante todo el año. Así que la respuesta es que no hay cambios.

Hermano Chad Webb: Muy bien, gracias. Otra pregunta práctica tiene que ver con los requisitos de créditos de los cursos. Ciertamente, con el programa Ven, sígueme, están realizando un curso de estudio, un libro de las Escrituras. Teníamos el requisito de leer ese libro de las Escrituras durante un curso de estudio determinado. Por lo tanto, esos requisitos: la lectura, las evaluaciones y otras cosas, ¿son los mismos o hay cambios?

Élder Kim B. Clark: Me alegra que me pregunte esto porque usted es el responsable de Seminario. Creo que la respuesta, de nuevo, es no. Los alumnos tendrán que leer los pasajes de ese libro de Escrituras y realizar las evaluaciones correspondientes a su programa de Seminario. Eso seguirá igual.

Hermano Chad Webb: Gracias por la respuesta. Creo que es importante tratar el tema, porque mucha gente va a preguntarlo, pero también es importante entender que se trata de que una parte de su experiencia como alumnos, su estudio personal, se vive en casa y en Seminario. Sin duda, sus relaciones y experiencias con sus familias se fortalecerán por ello, pero también por lo que aprendan y estudien en privado, así como las técnicas de estudio que adquieren. Todo esto seguirá formando parte del programa. Gracias.

Apreciamos lo que han compartido con nosotros hoy, gracias. Élder Holland, me pregunto si podría invitarlo a compartir unas últimas palabras.

Elder Jeffrey R. Holland: Claro. Gracias, hermano Webb, hermana Cordon y élder Clark. Agradezco este privilegio. Hubo un tiempo en que pensé que trabajaría en Seminario, pero supongo que las Autoridades Generales quisieron eliminar ese peligro y me sacaron del salón de clases. Aunque vuelvo siempre que puedo, me encanta. Así que tal vez podríamos terminar hoy hablando de esos maestros en todo el mundo que, literalmente, aportan esta gran fortaleza a los jóvenes de la Iglesia. Este pasaje de las Escrituras siempre ha significado mucho para mí al enseñar en el pasado y ahora. Lo comparto como idea final sobre las novedades de los cursos de estudio y este nuevo énfasis en Seminario:

“Estas palabras no son de hombres, ni de hombre, sino mías; por tanto, testificaréis que son de mí, y no del hombre.

“Porque es mi voz la que os las declara; porque os son dadas por mi Espíritu, y por mi poder las podéis leer los unos a los otros; y si no fuera por mi poder, no podríais tenerlas.

“Por tanto, podéis testificar que habéis oído mi voz y que conocéis mis palabras (Doctrina y Convenios 18:34–36).

Qué privilegio poder hacer esto cada día por los jóvenes de la Iglesia y qué bendición para los jóvenes de la Iglesia sentir que cada día pueden escuchar la voz del Señor. En el nombre de Jesucristo. Amén.