Ayudar a otras personas a adquirir conocimiento espiritual

Los maestros pueden ayudar a los alumnos a adquirir conocimiento espiritual al responder sus preguntas difíciles con fe y amor.
Una jovencita lee las Escrituras

Hacer preguntas y buscar las respuestas de nuestro Padre Celestial es una parte importante del crecimiento espiritual. El presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia, reconoció: “Es natural tener preguntas… Hay pocos miembros de la Iglesia que, en algún momento u otro, no hayan luchado con preguntas serias o delicadas” (“Vengan, únanse a nosotros”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 23).

Es importante aprender a responder apropiadamente las preguntas de los alumnos. El élder Paul V. Johnson, de los Setenta, enseñó: “La forma en que hablemos a los alumnos con dudas puede ser crucial para la manera en que ellos elijan actuar” (véase “Un modelo para aprender temas espirituales” [Transmisión vía satélite de Seminarios e Institutos de Religión, 7 de agosto de 2012]). Cuando los alumnos u otras personas acuden a nosotros para hacernos preguntas o para investigar las doctrinas, las prácticas o la historia de la Iglesia, podemos ayudarlos a adquirir conocimiento espiritual escuchándolos, enseñándoles, testificando, extendiendo invitaciones y teniendo conversaciones de seguimiento. La siguiente información puede ser de guía al procurar ayudar a los alumnos y a otras personas a adquirir conocimiento espiritual.

Escuchar cuidadosamente y con espíritu de oración:

Enseñar y testificar de las verdades del Evangelio:

Invitarlos a actuar con fe:

Hacer el seguimiento (cumplir con lo prometido):