Hacer el seguimiento (Cumplir con lo prometido)

Ayudar a otras personas a adquirir conocimiento espiritual

Demuestre a los alumnos su interés por las inquietudes y preguntas de ellos dando seguimiento a estas durante la clase o en otras maneras apropiadas.

Sugerencias

  • Establezca un momento para realizar el seguimiento con los alumnos a fin de averiguar cómo están progresando con su plan de adquirir conocimiento espiritual. Responda preguntas adicionales o enseñe principios adicionales, según sea necesario.

  • Cuando se reúnan de nuevo, en clase o cuando sea apropiado, invite a los alumnos a describir sus impresiones espirituales o a compartir cualquier otra bendición o experiencia relacionada con su búsqueda. Continúe dando seguimiento, según corresponda.

Recursos adicionales

El élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

“Creo firmemente en el principio de hacer un seguimiento. Tal como dice en la guía misional Predicad Mi Evangelio: ‘Invitar a hacer un compromiso sin verificar si este se está cumpliendo es como comenzar un viaje sin terminarlo o como comprar una entrada para un concierto y no entrar en el teatro. Si la acción no se lleva a cabo, el compromiso es vago’ [véase Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional, 2004, pág. 217].

“Predicad Mi Evangelio nos enseña a todos no solo cómo invitar a hacer un compromiso, sino también cómo verificar si se está cumpliendo. El objetivo de la obra misional se define como invitar ‘a las personas a venir a Cristo al ayudarlas a que reciban el Evangelio restaurado mediante la fe en Jesucristo y Su expiación, el arrepentimiento, el bautismo, la recepción del don del Espíritu Santo y el perseverar hasta el fin’ [Predicad Mi Evangelio, pág. 1].

“Ciertamente el invitar es parte del proceso, pero fíjense en que la obra misional abarca mucho más que el hecho de que los miembros simplemente inviten a las personas a escuchar a los misioneros. Incluye además que los misioneros den seguimiento en cuanto a edificar la fe, la motivación para arrepentirse, la preparación para hacer convenios y el perseverar hasta el fin…

“Si hacemos seguimiento, el Señor no nos fallará. He visto el gozo indescriptible que acompaña a la invitación motivada por el testimonio y el seguimiento fiel que ocurre entre los miembros de la Iglesia por todo el mundo” (véase M. Russell Ballard, “Hacer el seguimiento”, Liahona, mayo de 2014, págs. 79, 80).