Mensajes del profeta en una conferencia histórica

1º de abril de 2018

En esta primera conferencia general como Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el presidente Russell M. Nelson ofreció un plan de acción sobre cómo podemos recibir revelación personal continua en nuestra vida.

“El privilegio de recibir revelación es uno de los dones más grandiosos que Dios da a Sus hijos”, dijo el presidente Nelson.

Dijo que al orar a nuestro Padre Celestial y recibir dirección en nuestra vida, no tendremos que estar desconcertados sobre qué es lo correcto o en quién podemos confiar con seguridad.

“Independientemente de lo que otros digan o hagan, nadie puede despojarlos del testimonio que les llegue al corazón y a la mente sobre lo que es verdadero”. —Russell M. Nelson

Háganse dignos

Para recibir revelación personal, el élder Nelson dijo que primero debemos hacernos dignos.

Explicó: “Nada abre tanto los cielos como la combinación de mayor pureza, estricta obediencia, búsqueda diligente, el deleitarse a diario en las palabras de Cristo en el Libro de Mormón, y dedicar tiempo frecuente a la obra del templo y de historia familiar”.

Cómo recibir revelación

Cuando deseamos obtener respuestas o un entendimiento más profundo, el presidente Nelson aconsejó seguir el ejemplo de José Smith. Dijo que encontráramos un lugar tranquilo donde acudir con regularidad, humillarnos y abrir el corazón a nuestro Padre Celestial.

“Oren en el nombre de Jesucristo acerca de sus preocupaciones, sus temores, sus debilidades”, aconsejó, “sí, los anhelos mismos de su corazón. ¡Y luego, escuchen! Anoten las ideas que acudan a su mente; escriban sus sentimientos y denles seguimiento con las acciones que se les indique tomar”.

Lo que la revelación personal hará por ti

“… no será posible sobrevivir espiritualmente sin la influencia guiadora, orientadora, consoladora y constante del Espíritu Santo”. —Russell M. Nelson

“… a medida que sigan siendo obedientes”, explicó, “expresando gratitud por cada bendición que el Señor les dé, y en tanto honren con paciencia el tiempo del Señor, se les dará el conocimiento y la comprensión que buscan. Todas las bendiciones que el Señor tiene para ustedes, incluyendo los milagros, vendrán a continuación. Eso es lo que la revelación personal les traerá”.

Mira el discurso completo del presidente Nelson de la sesión del domingo por la mañana.

Cómo ministrar

Durante la sesión del domingo por la tarde, el presidente Nelson habló de abrir un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia.

“Hemos tomado la decisión de jubilar la orientación familiar y el programa de maestras visitantes tal como los conocíamos. En su lugar, implementaremos un enfoque más nuevo y santo de cuidar y ministrar a los demás. Nos referiremos a estos esfuerzos simplemente como ‘ministrar’”.

El presidente Nelson nos recordó a cada uno que, como miembros de la Iglesia, debemos “ministrar a la persona en particular, tal como [el Salvador] lo hizo” y explicó que “una característica distintiva de la Iglesia verdadera y viviente del Señor será siempre un esfuerzo organizado y dirigido a ministrar a los hijos de Dios individualmente y a sus familias”.

El presidente Nelson anunció que en cada barrio, los sumos sacerdotes y los élderes estarán ahora en un cuórum de élderes.

“Estas modificaciones se han estado estudiando durante muchos meses”, dijo el presidente Nelson. “Hemos sentido la imperativa necesidad de mejorar la forma en que cuidamos de nuestros miembros y damos informe de nuestros contactos con ellos. Para hacerlo mejor, necesitamos fortalecer nuestros cuórums del sacerdocio a fin de brindar mayor orientación a la ministración de amor y sostén que el Señor dispone para Sus santos.

“Estos ajustes son inspirados por el Señor. A medida que los implementemos, seremos aun más eficaces de lo que previamente hemos sido”.

El presidente Nelson compartió su gratitud por las mujeres fieles que entienden el poder del sacerdocio, y por cómo acceden a ese poder para proteger y fortalecer a su familia y a sus seres queridos.

Dijo: “¡Son mujeres espiritualmente fuertes que lideran, enseñan y ministran sin temor en sus llamamientos, con poder y autoridad de Dios!”.

Asimismo, el presidente Nelson compartió su agradecimiento por hombres fieles que usan el sacerdocio dignamente. “Hermanos”, aconsejó, “hay puertas que podemos abrir, bendiciones del sacerdocio que podemos dar, corazones que podemos sanar, cargas que podemos aligerar, testimonios que podemos fortalecer, vidas que podemos salvar, y gozo que podemos llevar a los hogares de los Santos de los Últimos Días; todo ello porque poseemos el sacerdocio de Dios”.

Palabras de preocupación

El presidente Nelson también compartió su preocupación sobre los miembros de la Iglesia y el sacerdocio al explicar: “Demasiados de nuestros hermanos y hermanas no entienden plenamente el concepto del poder y la autoridad del sacerdocio. Actúan como si prefirieran satisfacer sus propios deseos y apetitos egoístas en vez de usar el poder de Dios para bendecir a Sus hijos. Me temo que demasiados de nuestros hermanos y hermanas no comprenden los privilegios que podrían tener”.

Dijo que el honor de actuar en el nombre de Jesucristo no se debería tomar a la ligera. Dijo que los poseedores del sacerdocio se deben preparar espiritualmente y vivir dignamente para poder reclamar completamente el poder de Dios cuando dan bendiciones a los hijos de Dios.

Mira el discurso completo del presidente Nelson de la sesión del sábado del sacerdocio.

Invitación a venir al Salvador

Al concluir la conferencia general el domingo por la tarde, el presidente Nelson anunció planes de construir siete templos nuevos. Dijo: “La construcción de estos templos tal vez no cambie su vida, pero su tiempo en el templo de seguro lo hará”.

Nos alentó a cada uno a estudiar repetidamente los mensajes que oímos y a analizar lo que aprendimos con familia, amigos y aquellos que no comparten nuestras creencias.

El presidente Nelson concluyó con un mensaje sencillo y sincero al mundo: “Invitamos a todos los hijos de Dios en ambos lados del velo a venir a su Salvador, recibir las bendiciones del santo templo, tener gozo duradero y calificar para la vida eterna”.