El élder Andersen en Bolivia
El élder Neil L. Andersen, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó a miembros, líderes y misioneros durante una serie de reuniones que se llevaron a cabo en Bolivia, en el mes de agosto. Las elecciones en la vida no son entre la prosperidad y la pobreza, o entre la fama y el anonimato, sino entre el bien y el mal, dijo él. “Estamos aquí para aprender sobre la fe, la obediencia, y para mostrarnos dignos de recibir la vida eterna. Estamos aquí para aprender a vivir con fe”.
El élder Andersen escucha los comentarios de un líder local de Perú.
Aunque los países y las culturas son diferentes, dijo, todas las personas del mundo tienen que escoger entre el bien y el mal. “Las dificultades de tomar decisiones que tienen que ver con nuestra vida en la tierra son las mismas para ustedes y para mí”, dijo el élder Andersen a casi 2.500 miembros que asistieron a una conferencia regional en Cochabamba, Bolivia.
El élder Andersen enseñó con las Escrituras y compartió experiencias personales para demostrar que es posible ser discípulo del Salvador y salir airosos de las pruebas y las dificultades que se nos presentan en la vida. “La vida continúa; lo único que debemos hacer es perseverar fielmente hasta el fin”, dijo el élder Andersen. Dijo que el Salvador no nos preguntará qué puesto teníamos en la Iglesia, sino si fuimos fieles en cumplir con lo que se nos pidió que hiciésemos. También habló sobre la importancia de vivir la ley del diezmo.
Durante la conferencia de la Estaca Jaihuayco, Cochabamba, Bolivia a la cual asistieron 1.500 miembros, el élder Andersen compartió su testimonio de que la vida continúa después de la muerte y todos resucitaremos y viviremos de nuevo. “Esto lo sé con absoluta seguridad”, dijo.
Los miembros saludan con entusiasmo al élder Andersen y a otros líderes de la Iglesia mientras otras personas cantan himnos para recibir al apóstol que se encuentra entre ellos.
El élder Andersen en Perú
El élder Andersen también se reunió con los misioneros de tiempo completo que sirven en la Misión Cusco Perú. Los instó a aumentar su fe y obtener su propio conocimiento y entendimiento de la Expiación. Les prometió que al hacerlo su deseo de compartir el Evangelio sería más firme. También dijo que al estudiar las Escrituras, escuchar a los profetas y vivir el Evangelio, podrían servirse mejor unos a otros.
