Vivir lo que se aprende

“El saber que el Evangelio es verdadero es la esencia de un testimonio. El ser constantemente fieles al Evangelio es la esencia de la conversión”—Élder David A. Bednar

Convertidos al Señor”, Liahona, noviembre de 2012, pág. 109.

“Vivir lo que se aprende” es la esencia de Ven, sígueme, pero debido a que se encuentra al final de la clase, podría ser la parte que más se pasa por alto de la lección.

Cada domingo, deje suficiente tiempo para que las jovencitas deliberen en consejo en cuanto a la forma en que lo que hayan aprendido se aplica a su vida. Invítelas a compartir lo que el Espíritu les haya indicado que deben hacer y a comprometerse a actuar conforme a ello. A medida que una joven actúe de acuerdo con lo que haya aprendido, el Espíritu le confirmará la veracidad de los principios del Evangelio y su comprensión se profundizará y crecerá.

Véase un ejemplo de una invitación a actuar: “Invitar a actuar: Fijarse metas

Una integrante de la presidencia de clase podría dirigir la parte sobre “Vivir” de cada lección. Ella podría compartir sus propias impresiones y su propio plan para actuar y después invitar a las demás a hacer lo mismo. Las integrantes de la clase también podrían brindar aliento a lo largo de la semana cuando se vean unas a otras en la escuela, mediante las redes sociales y por medio del ejemplo. Invítelas a venir preparadas para compartir lo que hayan aprendido al principio de la lección de la semana siguiente.

“Una invitación a actuar provoca que los alumnos piensen en sus propias respuestas personales. El poder de conversión del Espíritu Santo viene solamente cuando los jóvenes hacen uso de su albedrío para actuar y vivir lo que están aprendiendo” (hermana Neill F. Marriott, “Come, Follow Me Lesson Plans Strengthen Conversion through Agency”, Church News en LDS.org, 24 de mayo de 2017).

Si a las mujeres jóvenes no se les insta ni se les da la oportunidad de poner en práctica las doctrinas del Evangelio que están aprendiendo, lo más probable es que esas doctrinas no se les afiancen en el corazón. Llegar a ser discípulo de Jesucristo requiere tanto que las jóvenes comprendan las doctrinas del Evangelio como que actúen conforme a ellas. A medida que ellas desarrollen la fe y actúen de acuerdo con ella, llegarán a estar más plenamente convertidas al evangelio de Jesucristo.

DELIBERAR EN CONSEJO:

  • ¿Qué más podemos hacer para ayudar a las jóvenes a reconocer los susurros del Espíritu Santo y a animarlas para que actúen conforme a ellos y a lo que están aprendiendo?
  • ¿Cómo podemos apartar tiempo al final de cada lección para que las jovencitas planeen actuar durante la semana?
  • ¿De qué forma se puede incorporar la invitación a actuar en las actividades?

FUENTES DE CONSULTA ADICIONALES: