Escribir a los misioneros

Mujeres Jóvenes, Manual 2, 1993


Objetivo

Lograr que cada señorita sepa lo que puede hacer para animar y apoyar a los jóvenes que se encuentren cumpliendo una misión.

Preparación

  1. 1.

    Optativo: Escriba cada una de las siete preguntas que se encuentran en la segunda sección de la lección en una hoja de papel. Colóquelas en sobres individuales. Después, ponga los sobres en una maleta de correos. Ésta puede ser un sobre grande o una bolsa de lona en la cual haya pegado un rótulo que diga “Correo”.

  2. 2.

    Pida a varias de las jovencitas que presenten los pasajes de las Escrituras, los relatos o las citas que usted haya seleccionado.

Nota para la maestra

Esta lección se aplica a los amigos y miembros de la familia que sean misioneros en otras partes. Las actividades y sugerencias que se dan no son muy apropiadas para los que sirven en su propia región.

Los misioneros tienen muchas oportunidades y también desafíos

Presentación por la maestra

Pida a las señoritas que se imaginen que están a 3.000 kilómetros de su hogar, viviendo en una ciudad que jamás han visitado. La familia y los amigos quedaron donde vivían. Las personas a su alrededor hablan otro idioma que ustedes apenas están aprendiendo para poder comunicarse con ellas. El apartamento donde viven es pequeño y muy diferente de la casa en la cual vivían. Los alimentos de ese país tienen sabor diferente de los que ustedes están acostumbradas. Están viviendo con una persona que hace un mes no conocían. Todas las personas con las cuales ahora ustedes se asocian son desconocidas. Además, son conscientes de que están solas y deben cuidar de sí mismas. Tienen que usar el dinero sabiamente ya que están viviendo bajo un presupuesto y deben hacerse cargo de todos sus gastos.

Están encargadas de preparar sus propios alimentos, cuidar su ropa, remendar y limpiar el lugar donde viven. Están muy ocupadas todos los días. Su objetivo principal es interesar a personas extrañas a saber de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Algunas de las personas con quienes hablan son groseras y mal educadas; no desean escuchar el mensaje y algunas veces les cierran la puerta en las narices. Hay otras que sí aceptan el mensaje y llegan a ser sus amigos a medida que les van enseñando. El conocimiento que tienen del evangelio aumenta aceleradamente, más que en ningún otro tiempo de su vida. Están estudiando por lo menos dos horas diarias y el resto del día lo pasan en la obra proselitista. Estudian y se aprenden de memoria pasajes de las Escrituras y las lecciones de los misioneros. Se están convirtiendo en peritos en asuntos espirituales, ya que es necesario que estén preparadas para contestar muchas preguntas que la gente siempre tiene. Oran para que el Espíritu del Señor esté con ustedes durante el día a fin de que puedan llevar a cabo su obra eficazmente.

Análisis en la pizarra

• ¿Cuáles son las responsabilidades que tiene un misionero?

Apunte en la pizarra las respuestas de las alumnas.

Presentación por la maestra

Explique que los ex misioneros dicen que la obra misional es difícil. Pero cuando un misionero está completamente dedicado a la obra, su tiempo en la misión es uno de los períodos más felices de su vida. Un misionero debe ser diligente, tener una gran determinación y estar dispuesto a sacrificar sus propios deseos por la obra del Señor. Debe concentrarse y estudiar diligentemente.

Una jovencita que esté al tanto de las responsabilidades de un misionero puede ser una influencia muy positiva en su vida.

Análisis

• ¿Cómo pueden ayudar a un misionero a enfrentarse con los problemas que tendrá?

Las cartas pueden ser un apoyo y un estímulo para los misioneros

Cita

Mencione que las cartas hacen saber al misionero que su familia y sus amigos están pensando en él.

El élder Gordon B. Hinckley dijo:

“Compadezco al misionero que no las reciba [cartas] regularmente. En general, es suficiente con una carta por semana. Por otra parte, demasiada correspondencia puede ser contraproducente para la moral del misionero. Para ser eficaz en su labor, ha tenido que alejarse de su casa; por lo tanto, la clase de cartas que reciba afectará en gran manera su trabajo o sus sentimientos. Cartas que describan los problemas del hogar, que detallen las dificultades, dañan la moral del joven. Las personas comprensivas se aseguran de comunicar sus sentimientos positivos: cuán orgullosos se sienten de tenerlo en el campo de la misión, y cómo los está bendiciendo el Señor por causa de su trabajo en el ministerio. Éstas son las cartas que traen bendiciones a la vida del misionero” (véase Gordon B. Hinckley, “Una entrevista con el élder Gordon B. Hinckley sobre la obra misional”, Liahona, enero de 1974, pág. 11).

Muestre el sobre o la bolsa donde colocó los siete sobres pequeños que contienen las preguntas que se dan en la siguiente encuesta.

Encuesta Explique que a un grupo de misioneros recién relevados de misiones de todas partes del mundo se les pidió que hablaran sobre la correspondencia que recibieron mientras estaban en la misión. Las respuestas más frecuentes se anotan a continuación. Pida a cada una de las jovencitas que saque uno de los sobres y lea la pregunta a la clase. Permita que el resto de las alumnas mencionen cómo creen ellas que respondieron los misioneros. Después que ellas hayan dado sus sugerencias, lea y analice con ellas las respuestas que aquí se dan y que no mencionaron las alumnas.

  1. 1.

    Pregunta: Cuando estuvieron en el campo de la misión, ¿de quiénes les gustaba recibir cartas?

    Respuesta: De mis padres.

    De amigos muy conocidos.

    Parientes.

  2. 2.

    Pregunta: En las cartas que recibían de su familia, ¿qué era lo que les gustaba saber?

    Respuestas: Noticias de la familia.

    Noticias de aquellos que yo conocía que también estaban en el campo de la misión.

    Información sobre la Iglesia y las actividades del barrio.

    Preguntas serias o comentarios del evangelio y otros asuntos espirituales.

    Preguntas sobre la obra misional, los contactos que hacía y las condiciones de vida.

    Información sobre las actividades escolares y los logros de mis amigos y miembros de la familia.

  3. 3.

    Pregunta: ¿Qué clase de cartas fueron las que más les sirvieron de ayuda?

    Respuestas: Las que elevaron mi espíritu.

    Aquellas en las cuales se mencionaban las experiencias de otros y la manera en que su testimonio había crecido.

    Cartas sobre el evangelio y experiencias espirituales.

    Cartas alegres e informativas sobre lo que pasaba en casa.

  4. 4.

    Pregunta: ¿Cuáles fueron las cartas que encontró deprimentes y que no fueron bienvenidas?

    Respuestas: Comentarios negativos, especialmente relacionados con el evangelio.

    Chismes.

    Cartas escritas cuando las personas estaban deprimidas.

    Correspondencia en la que se mencionaba cuán pronto se iba a terminar mi misión.

    Noticias sobre problemas en el país o en el hogar.

    Las que me decían de todo lo que estaba perdiendo por no estar en casa.

  5. 5.

    Pregunta: ¿Cuán a menudo debe escribir un amigo no muy cercano?

    Respuesta: Durante la Navidad y el cumpleaños.

    Cada dos o tres meses.

  6. 6.

    Pregunta: ¿Qué clase de cartas que escribieron los novios o las novias no fueron muy bienvenidas?

    Respuestas: Cartas donde hablaban de citas con otros jóvenes.

    Aquellas en que hablaban sólo de fiestas o actividades.

    Cartas donde daban por terminado el noviazgo.

    Correspondencia demasiado romántica.

  7. 7.

    Pregunta: Si la novia o el novio ya no siente lo mismo que antes, ¿qué creen que deberían hacer?

    Respuestas: Ser sinceros acerca de sus sentimientos.

    Hablar acerca de las dudas que tengan tan pronto como éstas aparezcan.

Presentación por la maestra

Haga hincapié en que las cartas de la familia pueden ser una influencia muy positiva en la vida de cada misionero, pero no se espera que los misioneros contesten todas las cartas que reciban. Se les insta a que escriban a la familia y al presidente de misión una vez por semana. Los misioneros se mantienen muy ocupados; por lo tanto, escribirán cartas a otras personas sólo de vez en cuando.

Análisis

Si el tiempo lo permite, deje que las jóvenes hablen de lo que pueden hacer para animar a sus amigos que están en el campo misional.

Conclusión

Presentación por la maestra

Recalque que las cartas son una parte importantísima de la vida de un misionero. Cartas positivas pueden ayudarle a gozar más de su trabajo. Recuerde a las presentes de ponerse en el lugar del misionero cuando estén escribiendo, y de mencionarles cosas que puedan ayudarlos. Pueden compartir nuevos conceptos que hayan aprendido a medida que estudien el evangelio y desarrollen su testimonio. Pueden decirle que ustedes están orando por él. El Señor las bendecirá cuando animen a un misionero por medio de sus cartas.

Actividades que se sugieren

  1. 1.

    En el siguiente día festivo que tengan, escriban una carta, como clase, a cada uno de los misioneros de su unidad que estén en la misión. Éstas se pueden escribir como parte de una noche de actividad.

  2. 2.

    Sugiérales que se fijen la meta de escribir a un pariente o amigo que esté en la misión por lo menos una vez cada tres meses.