La obra misional

Mujeres Jóvenes, Manual 2, 1993


Objetivo

Que todas las alumnas tomen la firme resolución de cumplir con el mandamiento de dar a conocer el evangelio a otras personas.

Preparación

  1. 1.

    Lámina 12, Alma bautizando en las Aguas de Mormón (62332); lámina 13, una mujer prestando el juramento de rigor en calidad de testigo en la sala de un tribunal. Ambas láminas se encuentran al final del manual.

  2. 2.

    Si opta por emplear la situación imaginaria para representar, prepare dos rótulos que digan Miembro de la Iglesia y otros dos que digan Amiga. Escriba además las instrucciones en cuatro hojas de papel separadas para quienes participen en las representaciones.

  3. 3.

    Si gusta, pida a un converso a la Iglesia que hable de que dar a conocer el evangelio es una demostración de amor al prójimo. (Si ningún miembro la pudiera ayudar, pídalo al líder misional de su barrio.) La persona que hable podría tratar los siguientes puntos:

    1. a.

      Cómo le demostró amor el miembro de la Iglesia o el misionero que le enseñó el evangelio.

    2. b.

      El efecto que el evangelio ha producido en su vida.

    3. c.

      Por qué es importante que todo miembro de la Iglesia sea testigo de Cristo por medio de la obra misional.

  4. 4.

    Dé a diversas alumnas la asignación de presentar los pasajes de las Escrituras, los relatos y las citas que usted desee.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Cada miembro de la Iglesia está bajo convenio de ser testigo de Cristo

Análisis de una lámina

Enseñe la lámina de una mujer prestando el juramento de rigor en calidad de testigo en la sala de un tribunal.

• ¿Qué está a punto de hacer la persona que está prestando juramento?

• ¿Qué clase de información dan los testigos en un juicio?

• ¿Por qué el testimonio que da un testigo sirve para establecer la verdad?

Pizarra

Escriba en la pizarra: “Ser testigos”

Ilustración y análisis

Explique que el profeta Alma enseñó el evangelio a los de su época; dado que muchos de los que le escucharon aceptaron sus palabras, Alma les enseñó el convenio del bautismo.

Enseñe la lámina de los del pueblo de Alma en las Aguas de Mormón y pida a una de las alumnas que lea Mosíah 18:8–9.

• ¿Qué quiere decir “ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar”?

Pida a otra de las jóvenes que lea Mosíah 18:10.

• Según las palabras de Alma, ¿qué prometieron ustedes hacer cuando se bautizaron?

Presentación por la maestra

Explique que todas las personas que son bautizadas entran en el convenio de servir a nuestro Padre Celestial y de guardar Sus mandamientos, lo cual incluye, como lo fue para los del pueblo de Alma, el ser testigos de Dios en todo tiempo y en todo lugar.

Análisis

• ¿De qué manera podemos ser testigos de Dios? (Dando un buen ejemplo, hablando a las personas acerca de la Iglesia.)

El ejemplo y la preparación de una jovencita aumenta sus oportunidades de llevar a cabo la obra misional

Análisis de un pasaje de las Escrituras

Ponga de relieve que una de las mejores formas en que una jovencita puede testificar de Dios y dar a conocer el evangelio es por medio de su ejemplo. En la epístola o carta que el apóstol Pablo escribió a un joven llamado Timoteo, le decía que fuese un ejemplo para los demás.

Lea 1 Timoteo 4:12.

• Según lo que dice en ese versículo, ¿de qué manera podemos ser un ejemplo de los que creen en Jesucristo? ¿De qué otras maneras que no se mencionan en este versículo podemos también ser ejemplos?

• ¿Por qué consideran que el buen ejemplo de ustedes podrá brindarles oportunidades de dar a conocer el evangelio?

Tras un breve análisis de esa pregunta, narre el relato que aparece a continuación: Relato Una jovencita miembro de la Iglesia, estudiante de la escuela secundaria, fue escogida directora de una obra de teatro escolar. Por motivo de esa responsabilidad, ella y una amiga, que también era miembro de la Iglesia, pasaron muchas horas con el profesor de teatro. Un día, éste le preguntó: “Susana, ¿por qué son usted y Laura tan diferentes de los demás?” La joven le explicó un poco acerca de la Iglesia y le preguntó si les gustaría que los misioneros los visitaran a él y a su familia. El profesor consintió y sucedió que él y su familia escucharon a los misioneros, obtuvieron un testimonio de la veracidad del evangelio y fueron bautizados. Cuatro años después, ese hombre fue llamado por el Señor a servir como obispo de su barrio.

Análisis

• ¿En qué sentido fueron Susana y Laura testigos de la veracidad del evangelio?

• ¿Han tenido ustedes alguna vez la oportunidad de compartir el evangelio con otros gracias a su ejemplo?

Permita a las alumnas exponer sus propias experiencias.

Cita

“Los miembros de la Iglesia en todo el mundo deben tener siempre presente que el evangelio se ha de predicar y enseñar por el ejemplo y no sólo por la palabra. La vida de todos los miembros de la Iglesia debe ser un ejemplo radiante del Evangelio de Jesucristo en acción” (William H. Bennett, Conference Report, abril de 1972, pág. 92; Ensign, jul. de 1972, pág. 82).

Explique que, aparte del ejemplo, hay otras maneras de dar a conocer el evangelio.

Relatos y análisis

Un verano, Marina asistió a un seminario de música con otros jóvenes de diversas partes del país. Dado que pensó que probablemente se le presentaría la oportunidad de hablar del evangelio y de ser testigo de nuestro Padre Celestial, puso tres ejemplares del Libro de Mormón en su maleta para regalarlos a las personas que conociera. Como lo esperaba, efectivamente tuvo la oportunidad de decir a otras personas que era miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y pudo regalarles ejemplares del Libro de Mormón. Entonces sucedió que las personas que conoció le hicieron preguntas. Ella sabía que el evangelio es verdadero; pudo darles su testimonio, pero no pudo contestar a muchas preguntas; no pudo darles razones de la fe que tenía.

Lean 1 Pedro 3:15.

• Según Pedro, ¿para hacer qué cosas debíamos estar preparados?

• ¿De qué manera hubiera podido prepararse mejor Marina para contestar a las preguntas que le hicieron con respecto al evangelio?

Pida a las alumnas que escuchen con atención el relato que usted les leerá a continuación de la forma en que otra jovencita se preparó para dar a conocer el evangelio.

“Yo sentía temor, pero no quería que nadie lo supiera. Cuando los demás contaban de cómo hablaban del evangelio con sus amigos, me parecía sencillo, pero cuando yo intentaba hacerlo, me parecía algo muy difícil … “Todos sabían que yo soy miembro de la Iglesia porque no tomo té ni café, y ciertamente tengo un testimonio de la veracidad del evangelio; sin embargo, no podía expresarlo …

“Entonces tomé la resolución de pedir ayuda a alguien. Había observado que el hermano Clarke y el obispo Baker siempre estaban deseosos de predicar el evangelio, por lo que decidí preguntarles cómo lo hacían.

“El hermano Clarke, que es conocido como buen maestro de Doctrina del Evangelio, me dijo enfáticamente: ‘¡Estudia!, pues ésa es la clave para ser buen misionero’. Me di cuenta de que si no podía explicarme el evangelio a mí misma, naturalmente, tampoco podría explicarlo a los demás. Para resolver el problema, me dediqué de lleno a estudiar las Escrituras y otros libros de la Iglesia. También examiné las creencias de otras religiones y procuré comprender las necesidades de las personas que me rodeaban …

“Por último, consulté al obispo Baker, quien me dijo:

“ ‘Sí, hubo un tiempo en que yo también sentía temor. Dejaba a un lado mis responsabilidades misionales porque temía escoger un momento que no fuera oportuno y no saber expresarme bien. La única respuesta que encontré a mi problema fue la oración. Comprendí entonces que tenía que estar constantemente en armonía con el Espíritu para darme cuenta de si el momento para presentar el evangelio era propicio y de si las palabras con que me expresaba eran las apropiadas. Desde entonces, muy pocas han sido las ocasiones en que me he sentido inspirado a no hablar de religión’.

“Después de haber hablado con algunos miembros de firme espíritu misional, el resto quedaba en mis manos.

“ … comencé a estudiar las Escrituras todos los días y me volví más consciente de las necesidades de las personas que me rodeaban. En mis momentos de meditación, me repetía incesantemente: Sí, puedo hacerlo … puedo hacerlo … Y oraba” (Linda Archibald,

“Are You Afraid to Ask?”, Ensign, oct. de 1975, pág. 54).

• ¿De qué manera se preparó esa joven para dar a conocer el evangelio?

• ¿De qué otras maneras pueden prepararse ustedes para hablar del evangelio a otras personas?

Inste a las alumnas a contar las experiencias que hayan tenido de hablar a otras personas del evangelio. A continuación, haga participar a las alumnas en la representación de las situaciones imaginarias.

Representación (optativa)

Llame a dos de las alumnas a participar en la representación. Dé a cada una un rótulo que identifique el papel que va a representar y una hoja de papel con las instrucciones de lo que debe hacer.

Miembro de la Iglesia 1: Mientras tú y tu amiga que no es miembro de la Iglesia están estudiando juntas, tu amiga dice que cree que las iglesias y la religión no tienen ningún valor. Dile que tú sabes que algunas personas piensan como ella, pero que tienes un sentimiento muy especial con respecto al evangelio y a la Iglesia, de lo cual te gustaría hablarle. Podrías hablarle de las respuestas que hayas recibido a tus oraciones, de José Smith y la organización de la Iglesia o de programas de la Iglesia, como el de la noche de hogar, que te hayan servido de ayuda a ti y a tu familia. Acepte tu amiga o no lo que le digas, sigue tratándola con afecto y comprensión.

Amiga 1: No perteneces a ninguna iglesia. Mientras estás estudiando con tu amiga, que es miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, dile que crees que las iglesias y la religión no tienen ningún valor. Escucha lo que te diga con atención, hazle preguntas, pero no cambies de opinión.

Deje a las alumnas representar la situación durante uno o dos minutos. Deténgalas cuando la conversación comience a decaer. Analice con los miembros de la clase la situación representada.

Pida a las jóvenes que expongan sus ideas en cuanto a lo que debemos estar preparadas para explicar sobre la Iglesia y a cómo podríamos interesar en la Iglesia a las personas que no son miembros de ella.

Análisis

• ¿Qué debemos hacer si la persona no parece interesarse en nuestras creencias? (Seguir tratándola con afecto y con respeto. No sentir temor de hablarle otra vez del evangelio.)

Representación (optativa)

Llame a otras dos alumnas a representar una situación imaginaria diferente de la anterior. Dé a cada una un rótulo y hoja con las instrucciones correspondientes.

Miembro de la Iglesia 2: Estás conversando con una amiga que no es miembro de la Iglesia. Lleva la conversación al tema de la religión y pregúntale si le interesaría saber más de la Iglesia.

Amiga 2: Estás conversando con tu amiga Santo de los Últimos Días. Contesta a las preguntas que te haga. Tienes curiosidad por saber de la Iglesia Mormona, pero sientes temor de mencionar el tema. Dile que te ha impresionado su manera de vivir y que tienes curiosidad de saber en qué se basan sus creencias.

Después de un minuto o dos, detenga la representación y someta la situación representada a discusión de la clase.

Análisis

• ¿Por qué fue importante que la joven miembro de la Iglesia hiciera algo más que dar un ejemplo?

Orador invitado (optativo)

Presente el orador invitado a las alumnas. Dele unos cinco minutos para hablar de que el dar a conocer el evangelio es una demostración de amor al prójimo.

Aplicación de la lección

Sugiera a las alumnas que escojan para la semana entrante una de las sugerencias que aparecen a continuación:

  1. 1.

    Orar pidiendo que se les presente la oportunidad de hablar del evangelio.

  2. 2.

    Planear una actividad, a nivel de clase, a la cual puedan invitar a una persona amiga que no sea miembro de la Iglesia.

  3. 3.

    Expresar su testimonio a una persona amiga o a un familiar.

  4. 4.

    Regalar un ejemplar del Libro de Mormón a una persona amiga que no sea miembro de la Iglesia.