Lección 9

Las bendiciones y las ordenanzas del sacerdocio

Primaria 2: Haz lo Justo B


Objetivo

Que todos los niños comprendan la importancia de las bendiciones y las ordenanzas del sacerdocio.

Preparación

  1. Con espíritu de oración, estudie Santiago 5:14–15 y Doctrina y Convenios 42:44, 48–52. Aunque estos pasajes de las Escrituras no se utilizan en la lección, le proporcionan una base espiritual apropiada para enseñar estos principios del evangelio.

  2. Prepare un molinillo de viento para utilizar en la actividad para despertar el interés. Para hacer el molinillo de viento de papel, obtenga una hoja de papel cuadrada, tal como se indica en la ilustración más abajo. Haga cortes en las líneas punteadas y doble hacia al centro una punta sí y otra no. Luego atraviese un alfiler en el centro del molinillo e insértelo en un lápiz o en un palito.

    paper windmill
  3. Prepárese para ayudar a los niños a cantar o a repetir la letra de la canción “El sacerdocio se restauró”, Canciones para los niños, pág. 60.

  4. Si es posible, saque una copia de la siguiente carta para que cada alumno se la lleve a casa. Pida que todos ellos completen el espacio en blanco de acuerdo a como corresponda para cada niño en particular (tal como “Mamá y papá”). Tenga tacto para con los niños que no vivan con el padre y/o la madre.

    Querido(s) __________ :

    ¿Alguna vez he recibido una bendición del sacerdocio? Si es así, cuéntenme al respecto.

    Con mucho amor,

  5. Materiales necesarios:

    1. Un frasquito de aceite consagrado.

    2. Lápices regulares o de cera para que los niños firmen las cartas.

    3. La lámina 3–11, Juan el Bautista confiere el Sacerdocio Aarónico (62013 002, Las bellas artes del evangelio 407), la lámina 3–12, La restauración del Sacerdocio de Melquisedec (62371 002, Las bellas artes del evangelio 408); la lámina 3–20, Un padre se prepara para bendecir a su hijo enfermo, y la lámina 3–21, Un padre bendice a su bebé.

  6. Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a un niño que ofrezca la primera oración.

Si en la clase anterior usted instó a los niños a hacer algo en particular durante la semana pasada, pregúnteles si lo hicieron.

Se han restaurado las ordenanzas del sacerdocio

Actividad para despertar el interés

Muestre a los niños el molinillo que preparó (si considera que sería apropiado para su clase, podría hacerlo en la clase para demostrarles cómo se hace). Pida a cada uno de los niños que pase al frente y sople el molinillo para hacerlo girar.

• ¿Qué hace que el molinillo gire? (El poder del viento.)

• ¿Qué sucedería si no hubiera nada de viento?

Explique que el viento puede ser una fuerza poderosa; puede extraer agua del subsuelo y dar poder a máquinas grandes. Diga a los niños que hoy van a aprender acerca de un poder mucho más fuerte que el del viento; recuérdeles acerca de la lección que tuvieron sobre la restauración de la Iglesia verdadera de Jesucristo (véase la lección 6). Una razón importante por la que se restauró el evangelio fue la de restaurar el sacerdocio sobre la tierra.

• ¿Por qué es el sacerdocio tan importante? (Haga comprender a los niños que el sacerdocio es el poder de actuar en el nombre del Padre Celestial y Jesucristo.)

• ¿Qué quiere decir actuar en el nombre de nuestro Padre Celestial y Jesucristo? (Hacer las cosas que ellos harían.)

• ¿Cuáles son algunas de las cosas que Jesucristo hizo cuando estuvo en la tierra? (Se bautizó, sanó a los enfermos, hizo que los ciegos vieran, bendijo a los niños, preparó la Santa Cena por primera vez, etc, etc.)

• ¿Pueden hacerse estas cosas hoy en día? (Sí, se pueden hacer y se hacen actualmente. Ayude a los niños a comprender que estas cosas sólo se pueden hacer usando debidamente el poder del sacerdocio y de nuestra fe en Dios.)

• ¿Qué es entonces el sacerdocio? ¿Qué puede hacer el hombre que honre con rectitud su sacerdocio? (Haga notar que a fin de regresar a la presencia de nuestro Padre Celestial debemos recibir ciertas ordenanzas. Dichas ordenanzas sólo se pueden realizar por medio de la autoridad y el poder del sacerdocio.)

• ¿Cuáles son algunas de las ordenanzas del sacerdocio? (La Santa Cena, el bautismo, la confirmación, la ordenación al sacerdocio, los sellamientos en los templos, etc. Si es necesario, dé a los niños ciertas pistas, como: “¿Qué podría suceder cuando cumplan ocho años de edad?”)

Otras ordenanzas son las bendiciones que se nos dan para ayudarnos en esta vida.

• ¿Qué bendiciones nos pueden dar los poseedores del sacerdocio? (Bendiciones de salud, bendiciones de padre, dar el nombre a los recién nacidos y bendecirlos. Es posible que tenga que dar algún indicio para ayudar a los niños a contestar esta pregunta).

Explique que estas ordenanzas y bendiciones están a nuestro alcance por medio de nuestra fe, nuestras oraciones y la autoridad correcta del sacerdocio.

Láminas

Exponga la lámina 3–11, Juan el Bautista confiere el Sacerdocio Aarónico, y la lámina 3–12, La restauración del Sacerdocio de Melquisedec. Exprese su agradecimiento a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo por haber permitido que el profeta José Smith restaurara estas bendiciones. Diga a los niños que en otras lecciones que tendrán más adelante, en este año, aprenderán sobre el bautismo, la confirmación, la Santa Cena y los templos. Asegúreles que dentro del plan de nuestro Padre Celestial se contempló que ellos estuvieran con familias amorosas para siempre y que, por medio de estas bendiciones, puedan regresar al lado de Él.

Todos pueden recibir las bendiciones del sacerdocio

Análisis

• ¿Alguna vez el padre de ustedes u otro poseedor del sacerdocio les ha puesto las manos sobre la cabeza y dado una bendición? (Inste a los niños a contar sus experiencias. Pregúnteles quién les dio la bendición y cuál fue el motivo de ella.)

Analice con los niños los siguientes puntos acerca de las bendiciones:

  1. La bendición la debe dar un poseedor del Sacerdocio de Melquisedec, porque él tiene el poder para actuar en el nombre de Jesucristo. Esa persona puede ser el padre de ustedes, su hermano, uno de sus abuelos, el obispo o presidente de rama, los misioneros, los maestros orientadores o cualquier otro digno poseedor del Sacerdocio de Melquisedec.

  2. Todas las bendiciones dadas por medio de la autoridad del sacerdocio tienen la finalidad de ayudarnos.

  3. Hay muchas clases de bendiciones.

Diga a los niños que a continuación les va a enseñar acerca de dos bendiciones especiales del sacerdocio.

Los poseedores del sacerdocio pueden bendecir y dar nombre a los bebés

Lámina

Exponga la lámina 3–21, Un padre bendice a su bebé.

• ¿Qué sucede en esta lámina? (Se está bendiciendo a un niño y se le está dando un nombre.)

Pida a los niños que piensen en la última vez que presenciaron la bendición de un bebé.

• ¿Qué sintieron mientras bendecían al bebé? (Anime a los niños a expresar sus experiencias y lo que sientan al respecto.)

Los poseedores del sacerdocio pueden bendecir a los enfermos

Artículo de Fe

Diga a los niños que como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, nosotros creemos en otro tipo de bendiciones a las que llamamos ungir a los enfermos o dar una bendición de salud. Lea en voz alta el Artículo de Fe número siete y pida a los niños que repitan la palabra “sanidades”, la cual significa sanar, y aclare que después que la persona enferma recibe una bendición de salud puede sanarse, siempre y cuando sea la voluntad del Padre Celestial.

Lámina

Exponga la lámina 3–20, Un padre se prepara para bendecir a su hijo enfermo, y destaque que cuando una persona está enferma, los poseedores del sacerdocio pueden darle una bendición especial de salud. Por eso, es una buena idea pedir que se nos dé una bendición cuando estamos enfermos. Destaque lo siguiente sobre la unción o bendición de salud:

  1. Cuando ustedes estén enfermos y necesiten una unción, les pueden decir a sus padres que desean que se les dé una bendición. Si el padre de ustedes es poseedor del Sacerdocio de Melquisedec, es muy probable que le pida a otro hermano de la Iglesia que sea digno y que también sea poseedor del mismo sacerdocio que le ayude a darles una bendición. Si el padre de ustedes no tiene el Sacerdocio de Melquisedec, le podrían pedir una bendición a los maestros orientadores, a uno de sus abuelos varones, a un tío, al obispo o presidente de rama, o a los misioneros.

  2. Los que bendicen a los enfermos o dan unciones usan aceite puro de olivo consagrado (que ha sido bendecido) por dos poseedores del Sacerdocio de Melquisedec. Muestre a los niños el frasquito de aceite consagrado.

  3. La bendición a los enfermos consta de dos partes: Primero, uno de los poseedores del sacerdocio deja caer un poquito de aceite sobre la cabeza de la persona enferma y ofrece una breve oración, lo que se llama unción. Segundo, los dos poseedores del sacerdocio ponen las manos sobre la cabeza de la persona enferma y uno de ellos sella la unción ofreciendo otra oración especial en la que da la bendición por medio de la inspiración del Padre Celestial.

Haga notar a los niños que cuando tenemos fe y recibimos una bendición del sacerdocio, nuestro Padre Celestial nos bendecirá de acuerdo con Su voluntad. Él siempre hará lo que sea mejor para nosotros.

Experiencia del maestro

Cuente una experiencia personal que haya tenido o que conozca en que una persona enferma haya sanado después de haber recibido una bendición. Diga a los niños que está muy agradecido por el poder del sacerdocio y por el don de sanidad.

La bendición de padre

Relato

Explique a los niños que existe otra clase de bendición del sacerdocio y cuente el siguiente relato (al hacerlo y al analizar los principios que se destacan en ella, tenga cuidado de no ofender a los niños cuyo padre no pueda darles una bendición del sacerdocio).

Sofía estaba muy preocupada porque al día siguiente empezaban las clases. Nunca había ido a la escuela, por lo que estaba ansiosa ese día, no sabiendo cómo sería. No sabía quién iba a ser su maestra ni tampoco quiénes serían sus compañeros.

Esa noche, Sofía alistó la ropa que iba a usar. En seguida fue a ver a sus padres y les dijo: “No me siento bien, creo que estoy enferma”. Los padres le dijeron que deseaban que se sintiera bien. Su madre le dio un abrazo y su padre le dijo que comprendía que probablemente se sentía muy preocupada por su primer día de escuela.

Él le dijo que había algo que podría darle y que la ayudaría a sentir que la escuela era una experiencia agradable. Le explicó que podía darle una bendición especial de padre por medio del poder del sacerdocio.

Sofía dijo que le encantaría que se la diera, así que el padre le puso las manos sobre la cabeza y le dio una bendición en la que le mencionó que tendría muchos amigos, que su maestra era una persona bondadosa que la iba a querer mucho y que le ayudaría a aprender.

Después de la bendición, Sofía abrazó fuertemente a su papá y le agradeció la bendición diciéndole que se sentía mejor.

• ¿Se han hallado alguna vez en algún problema para el que han necesitado ayuda?

• ¿Ha recibido alguno de ustedes una bendición de su padre?

Anime a los niños a que le pidan una bendición a su padre cuando tengan necesidad de algo especial. Explíqueles que si el padre no tiene el sacerdocio, la pueden pedir a los maestros orientadores, al obispo o presidente de rama, a los misioneros o a cualquier otro pariente, como por ejemplo un tío o abuelito que tenga el sacerdocio, quienes estarán felices de darles una bendición en cualquier momento de necesidad espiritual. (Sea sensible a la situación de los niños que provengan de hogares donde no se reciba bien a los poseedores del sacerdocio.)

Canción

Canten o reciten la letra de la canción “El sacerdocio se restauró”.

Resumen

Cartas

Distribuya las cartas que haya preparado y lea lo que dicen. Ayude a los niños a escribir la dirección correspondiente y a firmar su propia carta. Ínstelos a hablar con sus padres sobre las bendiciones del sacerdocio que hayan recibido y sobre las bendiciones que aprendieron en la Primaria.

Testimonio del maestro

Exprese su testimonio a los niños de que el poder del sacerdocio se ha restaurado sobre la tierra y que es un don especial de nuestro Padre Celestial para bendecir nuestra vida; que por medio de la autoridad y el poder del sacerdocio podemos recibir las ordenanzas y las bendiciones necesarias para volver a vivir con nuestro Padre Celestial y llevar una mejor vida aquí en la tierra.

Sugiera al niño que vaya a ofrecer la última oración que dé gracias al Padre Celestial por las bendiciones especiales del sacerdocio.

Actividades complementarias

Escoja de entre las siguientes actividades las que sean más apropiadas para los niños de su clase. Puede realizarlas durante la lección, como repaso o resumen. Para más información, véase “El período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.

  1. Pida a los niños que tracen el contorno de la mano en una hoja de papel con un lápiz de cera. Recuérdeles que cuando estén enfermos, un poseedor del sacerdocio puede, con amor, ponerles las manos sobre la cabeza y darles una bendición. ¿En qué otra oportunidad se nos ponen las manos sobre la cabeza? (Los niños mayores podrían escribir en cada uno de los dedos de la mano que hayan dibujado las respuestas a esa pregunta, como confirmación, ordenanzas del sacerdocio y bendición de padre. En el caso de los niños más pequeños, simplemente hable de esas otras bendiciones.)

  2. Haga los arreglos necesarios para que un padre con su bebé recién nacido vaya a la clase para hablar con los niños. Pídale al padre que hable sobre la bendición de su bebé y luego hágale las siguientes preguntas:

    • Cuando se le dio la bendición, ¿se usó el nombre completo del bebé? ¿Cómo se llama?

    • ¿Quién bendijo al bebé y qué autoridad tenía el que lo bendijo?

    • ¿Quiénes ayudaron a dar la bendición y en qué forma lo hicieron?

    • ¿Por qué fue ese un día especial para el bebé?

    • ¿Qué otras bendiciones especiales ha recibido el bebé? (Analicen este punto sólo si fuera apropiado.)

  3. Antes de la clase, haga dibujos sencillos, como los que figuran más adelante, que representen las respuestas a las siguientes adivinanzas. Reparta a los niños los dibujos que haya hecho y pídales que cada uno levante el suyo y diga lo que representa.

    Dígales que usted va a leer algunas adivinanzas y que ellos deben decir cuál de los dibujos contesta la adivinanza. Luego pida al niño que tenga el dibujo que corresponda a la respuesta que lo coloque en la lámina apropiada. (Algunos dibujos pueden concordar con más de una bendición.)

    1. Me utilizan cuando alguien está enfermo y necesita una bendición. El poseedor del sacerdocio pone unas de mis gotas sobre la cabeza de la persona enferma. ¿Qué soy? (El aceite consagrado.)

    2. No puedo caminar. No puedo hablar. Soy muy pequeñito. Necesito que me den un nombre y una bendición. ¿Quién soy? (Un bebé.)

    3. Necesito una bendición especial. Le pedí a mi padre que me diera una bendición para que me ayudara a sentirme mejor. Tengo fiebre muy alta. ¿Quién soy? (Un niño enfermo.)

    4. Se me ha otorgado un poder especial llamado sacerdocio. Estoy casado y tengo hijos. Yo puedo darles a mis hijos una bendición de padre. ¿Quién soy? (Un padre.)

    5. Cuando un enfermo me pide una bendición, se llama a un número determinado de hermanos que tengan el Sacerdocio de Melquisedec para dar la bendición. Yo soy el número que representa esa cantidad. ¿Cuál soy? (El número 2.)

    6. Cuando los hermanos que poseen el sacerdocio bendicen a un bebé, bendicen a un enfermo o dan una bendición de padre, ellos me utilizan. Me ponen en la cabeza de la persona o me utilizan para sostener al bebé. ¿Qué soy? (Las manos.)