Lección 41

El ayuno nos acerca más a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo

Primaria 2: Haz lo Justo B


Objetivo

Que todos los niños comprendan que el ayuno les puede ayudar a sentirse más cerca de nuestro Padre Celestial y Jesucristo, y que pueden ayunar y orar para recibir bendiciones especiales.

Preparación

  1. Con espíritu de oración, estudie Marcos 9:17–29 y Doctrina y Convenios 88:76.

  2. Sería preferible impartir esta lección un domingo antes del domingo de ayuno.

  3. Si estuviera a su disposición, muestre “La ley del ayuno” (4 min. 10 seg.) (Noche de Hogar - Suplemento en video, 53736 002).

  4. Materiales necesarios: Haga tiras de papel con las siguientes preguntas y colóquelas en un recipiente:

    • ¿Qué significa la palabra ayunar?

    • ¿Quiénes deben orar?

    • Cuando ayunamos y entregamos dinero al obispo o presidente de rama, ¿cómo se le llama a ese dinero?

    • ¿Qué hace el obispo con el dinero de las ofrendas de ayuno?

    • ¿Cuáles son algunas de las razones por las que ayunamos?

    • ¿De qué manera nos ayuda el ayuno?

    • ¿Cuál es el domingo de ayuno?

    • ¿Qué le demostramos a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo cuando ayunamos?

    • ¿Estarían dispuestos a ayunar si ustedes o alguien a quienes ustedes quieren mucho necesitara ayuda?

  5. Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a un niño que ofrezca la primera oración.

Si en la clase anterior usted instó a los niños a hacer algo en particular durante la semana pasada, pregúnteles si lo hicieron.

Ayunar es abstenerse de comer y de beber con un fin justo

Actividad para despertar el interés

Muestre a los niños la película “La ley de ayuno”.

Cuente la siguiente anécdota con sus propias palabras:

Un domingo por la mañana, Felipe entró corriendo en la cocina donde su madre estaba leyendo las Escrituras.

—¿Qué vamos a desayunar? —preguntó—. Tengo hambre.

La madre de Felipe lo miró con tristeza y le dijo:

—Tu padre no se siente muy bien.

El padre de Felipe había sufrido varias lesiones en un accidente, se encontraba muy enfermo en el hospital, y no se podía mover.

—Creí que se estaba sintiendo mejor —replicó Felipe con los ojos llenos de lágrimas.

—En el día de hoy, tu padre necesita de nuestra fe y de nuestras oraciones, Felipe —le dijo la madre con suavidad—. Es preciso que nos acerquemos más a nuestro Padre Celestial y Jesucristo ahora, mientras oramos para suplicar que tu padre se restablezca.

Y continuó diciendo:

—Para eso, hoy no comeremos ni tomaremos nada. ¿Estarías dispuesto a hacerlo por tu padre?

—Sí, mamá —contestó Felipe.

• ¿Cómo se llama el no comer ni beber? (Ayunar.)

Explique que cuando ayunamos, demostramos a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo que los amamos y, asimismo, que confiamos en que nos ayuden y contesten nuestras oraciones.

Nuestro Padre Celestial y Jesucristo saben que ayunar es difícil para nosotros; también saben que cuando ayunamos, nuestras oraciones son sinceras y que de verdad necesitamos Su ayuda.

Análisis

Ponga de relieve el hecho de que no se espera que los niños ni las personas enfermas ayunen, y que comenzamos a ayunar después que nos bautizamos. Destaque que como el ayunar es algo que se requiere de las personas que se bautizan en la Iglesia, ellos deben ir pensando en comenzar a ayunar cuando tengan la edad suficiente para ser bautizados.

Explique a los niños que se espera que los miembros de la Iglesia ayunen, o sea, se priven de dos comidas consecutivas por lo menos un domingo al mes. Mientras ayunamos, no comemos ni bebemos nada. A ese día especial del mes le llamamos el domingo de ayuno.

Haga hincapié en el hecho de que nuestros profetas de los últimos días también nos han pedido que ayudemos a los necesitados. Para ello, nos han indicado que donemos a la Iglesia por lo menos el dinero equivalente a lo que hayamos ahorrado al no participar de alimentos durante nuestro ayuno. Al dinero que se colecta con tal fin se le llama ofrendas de ayuno, y se utiliza para ayudar a comprar alimentos y ropa para los pobres y los necesitados.

• ¿Qué son las ofrendas de ayuno? (El dinero que se dona a la Iglesia para ayudar a los pobres.)

• ¿Para qué se utiliza ese dinero? (Para comprar alimentos, ropa y otros artículos de primera necesidad para los pobres y los necesitados.)

Aclare que podemos ayunar y orar para pedir ayuda en cualquier momento que lo necesitemos, tal como Felipe y su familia necesitaban ayuda para que mejorara la salud de su padre. Nosotros y las personas a quienes amamos necesitamos la ayuda de nuestro Padre Celestial en todo momento, pero hay ocasiones en que tenemos que resolver un problema difícil o que algún miembro de nuestra familia está muy enfermo y es entonces que ayunamos, además del domingo de ayuno.

Relato de las Escrituras

Ponga de relieve que Jesucristo sabía cuán útiles pueden ser la oración y el ayuno. Cuente el siguiente relato de Marcos 9:17–29 con sus propias palabras. Una vez que haya terminado el relato, podría pedir a los niños que hicieran la representación del mismo.

Un día en que Jesucristo se reunió con Sus discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos. Un hombre que salió de entre la multitud fue a arrodillarse a los pies de Jesús y le contó la triste historia de su hijo que había estado enfermo desde hacía años. El padre del muchacho había pedido a los discípulos de Cristo que lo bendijeran, pero ellos no pudieron sanarlo. Con lágrimas en los ojos, aquel padre suplicó a Jesús que sanara a su hijo, pues tenía la convicción de que el joven podía sanar. Entonces Jesús bendijo al muchacho enfermo, le tomó de la mano y le levantó, y el muchacho sanó.

Los discípulos se asombraron, y después que el padre se alejó con el muchacho, los discípulos le preguntaron a Jesús por qué razón ellos no habían podido sanar al muchacho. Él les contestó que para sanar a aquel muchacho era necesario algo más que la oración: también era indispensable ayunar.

Diga a los niños que nuestro Padre Celestial siempre oye nuestras oraciones, pero que cuando estamos dispuestos a ayunar, les demostramos a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo que en verdad necesitamos la ayuda de Ellos.

El ayuno nos puede acercar más a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo

Presentación por el maestro

Recalque que cuando estamos dispuestos a orar y ayunar, demostramos a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo que les amamos y que nos esforzamos por acercarnos a Ellos a fin de recibir Su ayuda.

Relatos y análisis

Para ayudar a los niños a comprender de qué manera el ayuno y la oración puede acercarles más a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo, pídales que escuchen con atención los relatos que les contará a continuación:

Ya era la época de la primavera y los granjeros del valle estaban preocupados. El invierno había sido seco, y si no llovía sería inútil sembrar semilla alguna.

El presidente de estaca decidió llevar a cabo un ayuno especial, y pidió a todos los miembros del valle que participaran. Él sabía que los hermanos tenían necesidad de acercarse más a nuestro Padre Celestial y a Jesús antes de que pudieran recibir la ayuda especial que necesitaban. Todos los miembros de la estaca concurrieron a una reunión para unirse en oración y ayuno. Oraron suplicando que lloviera o nevara a fin de plantar sus campos y tener cosecha. Después, esperaron y esperaron, pero el agua que necesitaban no llegaba.

Pasaron los meses, y los hermanos no cesaban de orar y ayunar. Por fin, un día, el presidente de la estaca les llamó a otra reunión, y les dijo:

—Planten sus semillas. El Señor ha escuchado sus oraciones.

Aun cuando los granjeros no veían señales de lluvia, en seguida pusieron manos a la obra como se les había indicado. La respuesta del Señor se manifestó a las pocas semanas: llegó la lluvia, y llovió día tras día, trayendo consigo la humedad que las plantas necesitaban para crecer. En ese año, los granjeros tuvieron una de las mejores cosechas que jamás habían visto. (Véase David Carl Danielson, “Rain in Due Season”, Ensign, julio de 1978, págs. 68–69.)

• ¿Por qué les pidió el presidente de la estaca a los miembros que ayunaran y oraran?

• ¿En qué forma les ayudó el ayuno y la oración? (Les hizo acercarse más a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo, y recibieron la lluvia que necesitaban para sus campos de cultivo.)

A continuación, cuente el segundo relato:

Rita, una jovencita, quedó gravemente herida en un accidente automovilístico. Cuando sus familiares se enteraron de la mala noticia, acudieron apresuradamente al hospital para estar a su lado. La niña se encontraba en estado de coma, lo que quiere decir que no podía hablar ni moverse.

Día tras día, sus familiares esperaban en el hospital, orando con la esperanza de que se recuperara. No obstante, parecía que sus oraciones no eran suficientes. Ellos deseaban sentirse más cerca de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo para demostrarles su amor y pedirles que sanaran a su hija.

Entonces la familia decidió ayunar y orar. Todos sus parientes, vecinos y amigos desearon unirse a ellos en el ayuno. El obispo lo anunció en la Iglesia, y muchos miembros del barrio ayunaron con ellos. Esto les hizo sentir más cerca de nuestro Padre Celestial y Jesucristo y saber que nuestro Padre Celestial les ayudaría si eso era lo mejor para Rita.

Más tarde, mientras se encontraban de rodillas en oración, los padres de Ritatuvieron la sensación de que su hija se recuperaría. Unas horas después, esa misma mañana, al entrar ellos en la habitación del hospital, ella les miró y les habló. Después pudo sentarse en la cama y comer. Rita se iba a recuperar por completo. El obispo, por su parte, contó a la familia que gracias a aquel ayuno, los miembros del barrio se habían unido más estrechamente, demostrándose más afecto y cariño como nunca lo habían hecho antes.

Recuerde a los niños que a veces nuestro Padre Celestial tiene otros planes para los que están enfermos o heridos y que si después de ayunar y orar ellos no mejoran, es preciso entonces que aceptemos la voluntad de nuestro Padre Celestial, con la firme convicción de que Su conocimiento llega mucho más allá que el nuestro.

Testimonio del maestro

Exprese su testimonio de la importancia del ayuno contando una experiencia que despierte o aumente en los niños el deseo de ayunar. Podría tratarse de una experiencia personal o de alguien a quien usted conozca. Explique que el estar dispuestos a ayunar y a orar es una de las formas más importantes de demostrarle a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo que deseamos sentirnos más cerca de Ellos y recibir Su ayuda.

Dé a los niños la oportunidad de contar cualquier experiencia que sepan en cuanto al ayuno.

Resumen

Análisis

A fin de ayudar a los niños a repasar lo que han aprendido sobre el ayuno y la oración, pida que cada uno saque una pregunta del recipiente que usted preparó y que trate de contestarla.

• ¿Qué significa la palabra ayunar? (No comer ni beber nada, con un fin justo.)

• ¿Quiénes deben orar? (Todas las personas que puedan hacerlo.)

• Cuando ayunamos y entregamos dinero al obispo o presidente de rama, ¿cómo se le llama a ese dinero? (Ofrendas de ayuno.)

• ¿Qué hace el obispo con el dinero de las ofrendas de ayuno? (Lo utiliza para ayudar a los pobres y a los necesitados.)

• ¿Cuáles son algunas de las razones por las que ayunamos? (Para sentirnos más cerca de nuestro Padre Celestial; para recibir ayuda de nuestro Padre Celestial; para ayudar a los demás; porque es un mandamiento.)

• ¿De qué manera nos ayuda el ayuno? (Nos permite sentirnos más cerca de nuestro Padre Celestial y Jesucristo.)

• ¿Cuál es el domingo de ayuno? (Por lo general, el primer domingo del mes.)

• ¿Qué le demostramos a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo cuando ayunamos? (Que oramos con sinceridad y que tenemos fe en Ellos.)

• ¿Estarían dispuestos a ayunar si ustedes o alguien a quienes ustedes quieren mucho necesitara ayuda?

Sugiera a los niños a que hablen con sus padres respectivos sobre el ayuno y que vean cuándo y por cuánto tiempo ellos podrían ayunar.

Pida a un niño que ofrezca la última oración.

Actividades complementarias

Escoja de entre las siguientes actividades las que sean más apropiadas para los niños de su clase. Puede realizarlas durante la lección, como repaso o resumen. Para más información, véase “El período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.

  1. Para los niños más pequeños, podría contarles el siguiente relato e intercambiar ideas con ellos:

    El papá de Lucrecia acababa de llegar de un largo viaje. La niña estaba muy contenta con el regreso de su papá, y le dio un gran beso y un fuerte abrazo. Entonces el papá le entregó una bolsa de dulces muy ricos que había comprado en la ciudad a la cual había ido.

    Lucrecia miró dentro de la bolsa y salió corriendo en dirección al fondo de la casa, donde su amiguito Daniel, un vecino, estaba jugando. La mamá de Lucrecia estaba cuidando al niño porque la mamá de éste estaba enferma.

    —¡Mira! —dijo Lucrecia—. ¡Mira lo que me trajo mi papá!

    Daniel miró dentro de la bolsa.

    • ¿Qué piensan ustedes que hizo Lucrecia?

    ¿Creen que ella dijo: “No te daré ningún dulce”, o piensan que dijo: “Toma un dulce”?

    ¿Cómo creen que se sentiría Daniel si ella le dijera: “No te daré ningún dulce”? ¿Cómo creen que se sentiría el papá de Lucrecia si ella dijera eso? ¿Se sentiría él contento?

    Y si ella dijera: “Toma un dulce”, ¿estaría contento Daniel? ¿Estaría contento el papá de la niña? ¿Estaría contento nuestro Padre Celestial? ¿Estaría contenta Lucrecia?

    Y sucedió que la niña dijo: “Toma un dulce” y, de ese modo, todos estaban contentos.

    En el domingo de ayuno ustedes pueden compartir algo tal como lo hizo Lucrecia: pueden ir a la Iglesia sin haber desayunado, y al no comer (mencione las comidas que por lo general los niños coman) podrían ahorrar el dinero de sus padres y, de ese modo, ellos podrían entregar al obispo esa cantidad de dinero para que él ayude a alguien que no tenga nada que comer.

    • ¿Creen ustedes que eso hará feliz a los que no tiene alimentos?

    • ¿Les haría felices a ustedes?

  2. Pida a los niños que hagan un dibujo de alguien por quien ellos deseen ayunar.