El arrepentimiento es una bendición

Preparación para la Exaltación, 1999


Objetivo

Inspirar en los miembros de la clase el deseo de arrepentirse de sus pecados.

Preparación

  1. 1.

    Con espíritu de oración estudie Mosíah 26:30; Alma 36:19–21; Doctrina y Convenios 1:32; 19:16; 58:42–43; Moisés 6:57.

  2. 2.

    Lecturas adicionales: Discurso dado en la conferencia general de octubre de 1995 por el Presidente Boyd K. Packer (“La luminosa mañana del perdón”, Liahona, enero de 1996, págs. 20–23); discurso dado en la conferencia general de abril de 1995 por el Élder Richard G. Scott (“Busquemos el perdón”, Liahona, julio de 1995, págs. 85–87).

  3. 3.

    Prepare un rótulo con la palabra Arrepentimiento y adhiéralo al borrador de la pizarra que utilizará durante la lección.

  4. 4.

    Materiales necesarios:

    1. a.

      La lámina “Jesús ora en Getsemaní” (lámina 4 de la sección de ilustraciones del manual; 62175; Las bellas artes del Evangelio 227).

    2. b.

      Un juego de libros canónicos y un lápiz de marcar Escrituras para cada miembro de la clase. Continúe exhortándoles a que traigan cada semana sus propios libros canónicos a la clase.

Nota para el maestro: Con gran amor, nuestro Padre Celestial ha incluido el arrepentimiento en el plan del Evangelio y prometido que recibirá a todos los que abandonen sus pecados y vengan a Él con un corazón quebrantado y un espíritu contrito. Asegúrese de que por medio de esta lección los miembros de la clase obtengan esperanza y valor. El arrepentimiento es necesario para toda persona. Es una gran bendición que nos permite ser perdonados y quedar limpios de nuestros pecados, de modo que podamos alcanzar la exaltación.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

El arrepentimiento nos permite quedar nuevamente limpios

Relato

Relate o pida a un miembro de la clase que relate la siguiente historia:

Cierta vez le preguntaron a una jovencita de qué estaba agradecida. Su respuesta fue: “Los borradores”. Cuando le pidieron que explicara por qué, dijo: “Yo cometo muchos errores en matemática. Sin tener un borrador a mi alcance, no puedo eliminarlos y escribir entonces la respuesta correcta”.

Análisis en la pizarra

Escriba en la pizarra con letra grande la palabra PECADOS.

• ¿Han hecho alguna vez algo malo y deseado tener un enorme borrador para eliminar tal acción? (Ésta es una pregunta en general. No pida a los miembros de la clase que mencionen la acción en que piensen.)

Utilizando el borrador con el rótulo de Arrepentimiento, borre de la pizarra la palabra PECADOS. Asegúrese de que los miembros de la clase vean el rótulo a medida que emplea el borrador.

Explíqueles que el arrepentimiento es el proceso que nos ha proporcionado nuestro Padre Celestial para “borrar” los pecados. Nuestro Padre Celestial quiere que volvamos a vivir con Él después de esta vida, pero ninguna persona impura o pecadora puede morar en Su presencia (véase Moisés 6:57). Nuestro Padre Celestial sabe que todos cometeremos errores y pecados mientras vivamos en la tierra, y por tanto nos ha dado una fórmula para que podamos ser limpios nuevamente después de haber pecado. Esto es el arrepentimiento.

Presentación de lámina

Muestre la lámina de Jesús orando en Getsemaní. Explíqueles que debido a que Jesucristo pagó por todos nuestros pecados con Su padecimiento, cuando nos arrepentimos podemos ser perdonados y quedar nuevamente limpios (véase D. y C. 19:16).

Todos tenemos que arrepentirnos

Relato y análisis

Lea o relate la siguiente historia:

A la edad de cincuenta y siete años, Charlie se hallaba en la prisión de Leavenworth, en el estado de Kansas, E.U.A. Había estado en muchas prisiones de máxima seguridad en el país durante la mayor parte de su vida. Se había criado en un ambiente de delincuencia porque tanto su padre como su madre eran alcohólicos y con frecuencia fueron arrestados. Cuando cumplió trece años de edad, murieron todos los miembros de su familia a consecuencia de una epidemia de influenza. Después de los funerales, Charlie se subió a un tren de carga y comenzó una vida nómada por todo el país. En su vida cometió varios crímenes, empezando con robos de automóviles, luego asaltos y finalmente robo a mano armada. A la edad de cincuenta siete había pasado ya treinta y cinco años en la cárcel.

• ¿Creen ustedes que hay alguna esperanza para una persona como ésa?

Continúe con el relato:

Charlie llegó a darse cuenta de que estaba viviendo una existencia inútil. Tiempo después explicó cómo se sentía en esos momentos:

“Lentamente llegué a reconocer que no gustaba de mí mismo. ¿Cómo podría cambiar? Si continuaba con mis actos criminales, moriría en una celda de la cárcel y sería sepultado en alguna tumba anónima de la prisión”.

• ¿Qué necesitaba hacer Charlie para cambiar su vida?

Charlie empezó a estudiar religión. Tiempo después leyó el Libro de Mormón y se dio cuenta de que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días era la Iglesia verdadera. Escribió una carta a las oficinas de la Iglesia y pidió que le enviaran información adicional. No pudo ser bautizado porque era un prisionero, pero continuó estudiando los libros y folletos que recibía del Departamento Misional.

A medida que Charlie fue obteniendo un testimonio de Jesucristo y del plan del Evangelio, adoptó un cambio total en su comportamiento. Aprendía un principio del Evangelio, luego vivía de acuerdo con el mismo y así fue fortaleciéndose. Entonces aprendía otro principio, lo vivía y se fortalecía aún más. Al aprender en cuanto a las cosas que nuestro Padre Celestial y Jesucristo querían que él hiciera, fue haciendo tales cosas y dejó de cometer errores.

Finalmente, Charlie tuvo la oportunidad de ser puesto en libertad condicional bajo una estricta supervisión. Decidió entonces empezar una nueva vida. Consultó al presidente de estaca en el área, quien se impresionó tanto con él que fue al oficial de policía que lo supervisaba y le garantizó que le conseguiría a Charlie un empleo y un lugar donde vivir si lo dejaban en libertad incondicional.

Pusieron a Charlie en libertad y el presidente de estaca le consiguió un empleo y un apartamento donde vivir. Los misioneros le enseñaron las charlas del Evangelio y más tarde lo bautizaron. Dos años y medio después fue a las oficinas generales de la Iglesia para conocer a la persona que le había contestado su primera carta y luego asistió a una conferencia general. Charlie, que ahora era el líder del grupo de sumos sacerdotes de su barrio, dio testimonio de la veracidad del Evangelio. Era ya un hombre completamente nuevo.

Análisis

• ¿En qué sentido era Charlie ahora un hombre nuevo?

Señale que, al aprender en cuanto al Evangelio, Charlie se arrepintió de las maldades que había cometido. El arrepentimiento le permitió transformarse de criminal a miembro de la Iglesia con un llamamiento de responsabilidad y un fuerte testimonio del Evangelio.

• ¿Por qué es importante el arrepentimiento?

Explique a los miembros de la clase que los pecados pueden retardar o detener nuestro progreso espiritual y alejarnos de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo. El arrepentimiento nos permite regresar a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo, y comenzar de nuevo a desarrollarnos espiritualmente. Aunque no hayamos cometido grandes pecados como Charlie, todos pecamos y por lo tanto necesitamos arrepentirnos de ello.

El arrepentimiento requiere esfuerzo

Cita

Pida a un miembro de la clase que lea los comentarios de Charlie en cuanto al arrepentimiento:

“Debido…al albedrío, yo tuve que dar el primer paso para cambiar mi vida. El arrepentimiento es, sin duda, un cambio de conciencia. El arrepentimiento comienza con el deseo de borrar el pasado mediante la lectura, el estudio y la reflexión en cuanto a la palabra de Dios. El arrepentimiento consiste en extenderse desde el medio de mis dolores y de mi negativismo y convertirlos en gozo y positivismo”.

Análisis en la pizarra

Explique a los miembros de la clase que existe un proceso para ayudarnos a convertir el dolor y la culpabilidad del pecado en gozo por medio del arrepentimiento. Charlie mencionó el primer paso de este proceso al decir que “el arrepentimiento comienza con el deseo de borrar el pasado”.

Escriba en la pizarra:

1. Reconoce tu pecado y desea cambiar.

• ¿Por qué es el reconocimiento de que han pecado el primer paso hacia el arrepentimiento? ¿Por qué es importante que se sientan apesadumbrados por el mal que han hecho y desear mejorarse?

Para encontrar los dos próximos pasos, pida a los miembros de la clase que lean y marquen Doctrina y Convenios 58:43.

Escriba en la pizarra:

2. Confiesa tu pecado.

3. Abandona tu pecado.

• ¿Por qué es necesario que confiesen sus pecados? ¿A quién deben confesárselos?

Explíqueles que todo pecado debe confesarse al Señor. Si han pecado en contra de otra persona (por ejemplo, si ustedes le han mentido a su madre), deben confesárselo a esa persona. Los pecados graves deben confesarse también al obispo o presidente de rama. Las confesiones demuestran que sinceramente queremos arrepentirnos.

• ¿Qué significa abandonar su pecado?

Señale que “abandonar” un pecado significa no cometerlo nuevamente. Si abandonamos un pecado, decidimos entonces no cometerlo nunca más.

• ¿Por qué es el abandonar sus pecados una parte importante del arrepentimiento?

Escriba en la pizarra:

4. Haz restitución

Explíqueles que “hacer restitución” significa reparar, tanto como sea posible, el error que hayamos cometido. Dé a los miembros de la clase algunos ejemplos de acciones específicas por las cuales se pueda hacer restitución y pídales que digan cómo tales errores pueden corregirse. Por ejemplo, si hemos robado alguna cosa, la devolvemos o pagamos su precio. Si hemos mentido, decimos la verdad. Si hemos dañado algún objeto, lo reparamos o reemplazamos.

Quizás podría usted indicar que a veces una mala acción no puede corregirse, no importa todo el esfuerzo que hagamos. Por ejemplo, si decimos algo que no es cierto acerca de una persona, podemos disculparnos y decir la verdad, pero probablemente no lograremos reparar el daño que le hayamos ocasionado a esa persona en cuanto a su reputación. Si hemos robado o dañado algo, podríamos reponer el objeto pero no exactamente como era. En esta clase de situaciones, mediante Su Expiación, Jesucristo asumirá la responsabilidad de arreglar las cosas, pero eso sucederá solamente después de que nosotros hayamos hecho todo lo posible de nuestra parte.

Escriba en la pizarra:

5. Guarda los mandamientos.

Explique a los miembros de la clase que el último paso hacia el arrepentimiento consiste en esforzarse por guardar los mandamientos de Dios (véase D. y C. 1:32). El arrepentimiento es un proceso que tendremos que emplear durante toda la vida, pero a medida que vamos perfeccionándonos en cumplir los mandamientos, haremos menos cosas de las cuales necesitaremos arrepentirnos.

Lea el testimonio de Charlie a la clase:

“Entiendo el alcance que tuvieron y el daño que causaron mis años de rebelión. Pero también sé que el arrepentimiento y la paciencia, basados en la fe, son el camino hacia mi propia salvación. Cuando se me llame y tenga que salir de esta vida terrenal, espero y ruego que podré decir que, desde que [encontré el Evangelio], con las palabras de Pablo [en] 2 Timoteo 4:7, ‘he peleado la buena batalla’, he hecho lo mejor que pude con mis llamamientos en la Iglesia, y he mantenido mi fe y mi amor por el Señor y por mi Padre Celestial”.

Señale que una vez que se hubo arrepentido de sus pecados, Charlie perseveró hasta el fin y dedicó el resto de su vida a tratar de vivir de conformidad con lo que nuestro Padre Celestial y Jesucristo querían que hiciera.

Nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos perdonarán cuando nos arrepintamos

Análisis de pasajes de las Escrituras

Explique a los miembros de la clase que el arrepentimiento puede ser un prolongado y difícil proceso, pero que el esfuerzo requerido para arrepentirnos será más que recompensado por las bendiciones que recibimos cuando nos arrepentimos.

• ¿Qué bendiciones recibimos cuando nos arrepentimos?

Pida a los miembros de la clase que busquen y marquen Mosíah 26:30 y Doctrina y Convenios 58:42. Pida a dos de ellos que en voz alta lean, por turno, uno de estos versículos.

• ¿Qué nos promete el Señor que hará cuando nos arrepentimos de nuestros pecados?

• ¿Qué quiere decir el Señor con “[sus pecados] no los recuerdo más”? (Que no los considerará cuando seamos juzgados. Cuando nos arrepentimos sincera y completamente, para el Señor es como si no hubiéramos pecado jamás.)

Pida a los miembros de la clase que busquen y marquen Alma 36:19–21 y que uno de ellos lea estos versículos en voz alta.

• De acuerdo con estos versículos, ¿cómo nos sentiremos cuando nos hayamos arrepentido y seamos perdonados?

Explíqueles que el pecado nos trae culpa y pesar, pero el arrepentimiento nos causa regocijo. Diga a los miembros de la clase que es siempre mejor no pecar y evitar de ese modo el dolor del pecado y el esfuerzo del arrepentimiento, pero que cuando pecamos podemos arrepentirnos y sentir el gozo de quedar limpios.

Cita

Pida a una persona que lea la siguiente declaración del élder Spencer W. Kimball, de cuando era miembro del Quórum de los Doce Apóstoles: “¡Qué alivio! ¡Qué consuelo! ¡Qué gozo! Los que se encuentran bajo la carga de las transgresiones y aflicciones y pecados pueden ser perdonados, limpiados y purificados si se vuelven al Señor, aprenden de Él y guardan Sus mandamientos” (El milagro del perdón, 1977, pág. 376).

Testimonio

Testifique en cuanto al gozo y a la gratitud que usted siente por el principio del arrepentimiento, el cual nos permite ser perdonados de nuestros pecados. Exprese agradecimiento por la Expiación de Jesucristo que hace posible el arrepentimiento.

Exhorte a los miembros de la clase a que se arrepientan sinceramente de sus pecados y se esfuercen por vivir rectamente. Hágales recordar el gozo y el alivio que pueden recibirse mediante el arrepentimiento.

Actividades complementarias

Usted podría emplear una o varias de estas actividades durante la lección.

  1. 1.

    Si dispone del video El Libro de Mormón, Presentaciones en video (53911 002), muestre a la clase el segmento de once minutos titulado “Convirtiéndose en Sus hijos e hijas”. Analice cómo el arrepentimiento nos ayuda a despojarnos del hombre natural (véase Mosíah 3:19) y convertirnos en hijos de Cristo.

  2. 2.

    Canten o reciten las estrofas de “Venid a Cristo” (Himnos, Nº 60). Analicen cómo se relaciona la letra de este himno con el arrepentimiento.

  3. 3.

    Haga notar a los miembros de la clase que aunque el arrepentimiento y el perdón son dones maravillosos, es mejor evitar el pecado. Nunca deberíamos pecar deliberadamente con la idea de que “me arrepentiré después”. Lea o pida a un miembro de la clase que lea la siguiente ilustración de tal idea que ofrece el élder Hugh W. Pinnock, de los Setenta:

    “Vivan los mandamientos. ¡Nunca les den de comer a los zorros! ¿Qué quiero decir con esto? Que violar un mandamientos es como darles de comer a los zorros. En Inglaterra, donde estamos viviendo, mi esposa y yo oímos al principio hablar de los zorros que había en la ciudad misma. Teníamos grandes deseos de ver uno, y un vecino nos dijo que si les poníamos comida, con seguridad veríamos alguno; el carnicero nos dio unos huesos, y todas las noches poníamos unos cuantos en el terreno del fondo de la casa; no pasó mucho tiempo antes de que apareciera un zorro; y después aparecieron otros. Ahora tenemos todas las noches por lo menos cinco zorros que corren pisoteando las flores, escarban en el césped y dejan todo sucio.

    Un pequeño desliz puede comenzar un proceso que desgarre y destroce toda la vida de una persona. Así que, recuerden, si no les dan de comer a los zorros, éstos no podrán destrozarles el jardín. Si evitan cometer los errores que aparentemente son inofensivos, su vida se verá libre de otros mucho más grandes” (véase “Un vuelo eterno lleno de gozo”, Liahona, enero de 1994, pág. 46).

    Indique a la clase que los hermanos Pinnock pudieron con el tiempo despedir de su jardín a los zorros, pero no sin grandes esfuerzos y sólo después de que dichos animales causaran mucho daño a sus plantas y flores. El arrepentimiento puede traernos el perdón y dejarnos nuevamente limpios, pero no sin que primero tengamos que hacer grandes esfuerzos y experimentar los pesares y el daño que resultan del pecado.

  4. 4.

    A fin de llevar a cabo la siguiente práctica ilustrativa, lleve a la clase una botella o frasco con agua, unas pocas gotas de colorante alimenticio rojo y unas pocas gotas de cloro blanqueador. (Quizás podría probar esta práctica en su casa antes de presentarla a la clase.)

    Pida a los miembros de la clase que lean y marquen Isaías 1:18.

    • ¿Por qué empleó Isaías los colores de la grana y el carmesí para describir los pecados? (El color rojo representa la sangre y simboliza el pecado grave. Isaías nos dice que podemos arrepentirnos aunque hayamos cometido pecados graves.)

    • Como contraste de eso, ¿por qué empleó la frase “como la nieve” para indicar el perdón de Dios? (Para representar la pureza. Mediante el arrepentimiento podemos volver a ser puros y limpios.)

    Muestre a los miembros de la clase la botella o frasco con agua. Explíqueles que el agua limpia y clara representa a una persona libre de pecados. Agregue entonces al agua unas pocas gotas del colorante alimenticio rojo. Pídales que observen cómo el colorante va pigmentando gradualmente el agua. Señale que el pecado va tiñendo nuestra vida de la misma manera en que el colorante lo hace con el agua.

    Agregue luego algunas gotas del cloro blanqueador al frasco y revuelva ligeramente el agua hasta que se aclare de nuevo.

    • ¿Qué principios del Evangelio representa el cloro blanqueador? (El arrepentimiento y el perdón.)

    Explique a la clase que de la misma manera en que el cloro blanqueador aclara nuevamente el agua, el arrepentimiento sincero nos permite ser perdonados y volver a ser limpios del pecado que hayamos cometido.