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Utilice el tiempo sabiamente

Mi fundamento: Principios, habilidades y hábitos


Meditar:

¿Por qué es el tiempo uno de los mayores dones que Dios nos ha dado?

mujer africana
Ver:

“El regalo del tiempo” (¿No tiene el video? Lea la página siguiente.)

Analizar:

¿Qué aprendió de la hermana Benkosi?

Practicar:

Los siguientes son cinco pasos que puede seguir diariamente para hacer un buen uso del tiempo. Lea cada uno de ellos. ¿Hizo estas cosas la hermana Benkosi?

Haga una lista de tareas

Cada mañana, haga una lista de las tareas por hacer. Agregue nombres de personas a quienes pueda servir.

Ore

Ore pidiendo guía. Escuche. Comprométase a hacer lo mejor que pueda.

Establezca prioridades

Enumere sus prioridades principales. Coloque un “1” junto a la tarea más importante, un “2”, junto a la siguiente, y así sucesivamente.

Fije metas, actúe

Preste atención al Espíritu. Fije metas. Trabaje con ahínco. Comience con la tarea más importante y siga la lista en orden de importancia.

Informe

Cada noche, dé un informe al Padre Celestial en oración. Haga preguntas. Escuche. Sienta Su amor. Arrepiéntase.

Empiece ahora mismo. Escriba en este manual o en otra hoja de papel. Realice el paso 1: Haga una lista de sus tareas para mañana. Estas deben ser tareas importantes en su trabajo, en sus estudios o para el servicio en la Iglesia o a su familia, no simplemente quehaceres cotidianos.

Realice los pasos 2 y 3.

Mañana, realice los pasos 4 y 5.

Comprométase:

Comprométase a hacer las siguientes tareas durante la semana. Marque las casillas al completar cada tarea:

  • Practique estos pasos todos los días para utilizar su tiempo más sabiamente.

  • Enseñe este principio a su familia.

  • Continúe practicando el principio fundamental anterior.

Consejo para el facilitador

Cuando los miembros del grupo tengan preguntas, ayúdeles a encontrar las respuestas por sí mismos.

El regalo del tiempo

Si no le es posible ver el video, lea el siguiente guión asignando las partes.

KOFI: Hola, hermana Benkosi. ¿Cómo está?

HERMANA BENKOSI: ¿Estás bien, Kofi?

KOFI: Oh, hermana Benkosi. Estoy tan ocupado. Tengo que trabajar, prestar servicio, ayudar a mi familia… y además, el fútbol. ¡No tengo tiempo!

HERMANA B.: Kofi, tienes todo el tiempo del mundo.

KOFI: ¿Qué?

HERMANA B.: Mira hijo, Dios nos ha dado un gran regalo: nuestro tiempo. Debemos usarlo en las cosas más importantes.

KOFI: Pero, ¿cómo?, hermana Benkosi. Usted ha logrado tantas cosas. Le va bien con su familia y con su negocio. Ha servido y bendecido a muchas personas, entre ellas yo. No sé cómo lo hace.

HERMANA B.: ¿Realmente quieres saber? Si te sientas y escuchas, te diré mi secreto.

Cada mañana me levanto antes de que salga el sol. Me visto y me lavo la cara y las manos.

Leo las Escrituras. Luego hago una lista de lo que debo hacer ese día.

Pienso en alguien a quien puedo servir. Oro por saber la voluntad de Dios, y escucho.

A veces me vienen a la mente los nombres o los rostros de ciertas personas. Los agrego a mi lista.

KOFI: ¿Es por eso que siempre sabe quién necesita de su servicio?

HERMANA B.: Sí, Kofi. Oro para obtener fortaleza y sabiduría. Oro para que Dios “consagre [mis] acciones”. Así lo dice en 2 Nefi 32.

Le doy las gracias. Le prometo hacer lo mejor que pueda. Le pido que Él haga lo que yo no puedo hacer.

Luego, miro mi lista. Escribo un “1” en lo más importante, luego un “2”.

KOFI: ¿Cómo determina las prioridades?

HERMANA B.: Cada vez que oro, ¡escucho! Después me pongo a trabajar. Miro el número 1 y trato de hacerlo primero, luego el 2.

A veces los planes cambian. El Espíritu Santo me indica que haga otra cosa. No hay problema.

Me esfuerzo mucho, pero siento paz. Sé que Dios me ayudará.

Así que, con mi lista y el Espíritu, hago las cosas más importantes, Kofi.

KOFI: Eso parece ser sencillo y a la vez difícil.

HERMANA B.: ¡Es verdad! Cuando me preparo para ir a dormir, ofrezco una oración. Le doy un informe al Padre Celestial. Le cuento cómo me fue durante el día. Le hago preguntas. Le pregunto en qué puedo mejorar. Escucho. A menudo siento Su amor. Yo sé que Él magnifica lo que trato de hacer. Entonces siento paz, Kofi, y me duermo.

KOFI: Qué lindo, mamá Benkosi. Yo quiero sentir esa paz. Quiero utilizar mi tiempo. Quiero trabajar y servir mejor.

HERMANA B.: Tendrás que dejar de lado cosas que no son importantes, Kofi. Dedicarás tu tiempo a hacer lo que sí es importante, y Dios estará contigo si eres sincero de corazón.

KOFI: Gracias.

HERMANA B.: Ahora ve, hijo. ¡Tienes mucho qué hacer!