Lección 42

La revelación continua a los profetas de los últimos días

Doctrina y Convenios y la Historia de la Iglesia: Manual para el maestro


Objetivo

Exponer a los miembros de la clase que el Señor continúa guiando la Iglesia por medio de la revelación a los profetas, videntes y reveladores de los últimos días.

Preparación

  1. Estudie los pasajes de las Escrituras que se indican a continuación y los demás materiales y ore al respecto:

    1. Doctrina y Convenios 1:38; 68:1–4; 84:109–110; 107:25, 34, 93–98; 132:8.

    2. Declaración Oficial—2 (páginas 342–343 de Doctrina y Convenios, en la combinación triple).

    3. Nuestro Legado, páginas 117–119, 125–127.

  2. Repase el material correspondiente a esta lección en la Guía de estudio para el miembro de la clase (35686 002) y planifique la forma en que lo utilizará durante lección.

  3. Para obtener una mayor comprensión de los acontecimientos históricos relacionados con la doctrina de esta lección, considere repasar los siguientes:

    1. “Al ver la fidelidad.”

    2. “La raza y el sacerdocio.”

    3. “El ministerio de David O. McKay: La correlación de la Iglesia.”

    4. “El ministerio de Harold B. Lee: Los propósitos de la correlación del sacerdocio.”

    5. Material histórico adicional para esta lección.

  4. Pida a miembros de la clase que se preparen para presentar en forma resumida la siguiente información de Nuestro Legado:

    1. La información sobre el programa de correlación de la Iglesia (desde el último párrafo de la página 117 hasta el principio de la página 119).

    2. El relato de la revelación que hizo llegar las bendiciones del sacerdocio a todos los miembros varones dignos de la Iglesia (páginas 125–127).

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar el interés

Si lo considera apropiado, utilice la siguiente actividad o una de su preferencia para comenzar la lección.

Relate lo que se cita a continuación, tal y como lo contó el presidente Harold B. Lee:

“En una ocasión, el élder John A. Widtsoe, del Consejo de los Doce, contó de una conversación que tuvo con un grupo de oficiales de estaca, durante la cual alguien le preguntó: ‘Hermano Widtsoe, ¿cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que la Iglesia recibió una revelación?’. El hermano Widtsoe, tocándose el mentón pensativamente, le respondió: ‘Probablemente desde el jueves pasado’ “ (Stand Ye in Holy Places, 1974, págs. 132–133).

El presidente Spencer W. Kimball manifestó que la Iglesia continúa siendo guiada por revelación:

“Testificamos al mundo que la revelación continúa y que los archivos de la Iglesia contienen todas las que se reciben mes a mes y día a día. También testificamos que, desde que se organizó La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en 1830, ha habido y siempre habrá en esta tierra un Profeta, reconocido por Dios y por Su pueblo, que continuará interpretando la intención y la voluntad del Señor…

“Esperando algo espectacular, uno puede no estar alerta a la constante corriente de comunicación. Yo afirmo, con la más profunda humildad, pero también con el poder y la fuerza del ardiente testimonio que hay en mi alma que, desde el Profeta de la Restauración hasta el de nuestros días, la línea de comunicación permanece ininterrumpida, la autoridad es continua y la luz sigue iluminándonos. La voz del Señor es una incesante melodía y un atronador llamado. Desde hace casi un siglo y medio no ha habido interrupción” (“La palabra del Señor a Sus profetas”, Liahona, octubre de 1977, pág. 65).

Ponga de relieve que la afirmación del presidente Kimball sigue siendo válida en la actualidad. Los cielos están abiertos y el Señor continúa revelando Su voluntad a los profetas de los últimos días.

Análisis y aplicación

Con oración, escoja el material de la lección que satisfaga mejor las necesidades de los miembros de su clase. Aliente a los miembros de la clase a compartir experiencias que se relacionen con los principios de las Escrituras.

Lea con los miembros de la clase D. y C. 1:38 y 68:4. Destaque que los miembros de la Primera Presidencia y del Quórum de los Doce Apóstoles son los profetas, videntes y reveladores de los últimos días y siguen recibiendo revelación para guiar a la Iglesia. La guía que ellos reciben es “la voluntad del Señor… la intención del Señor… la palabra del Señor… la voz del Señor y el poder de Dios para salvación” (D. y C. 68:4). Explique que en esta lección se tratan unos pocos ejemplos de la revelación continua para guiar la Iglesia.

1. La correlación de la Iglesia.

Pida al miembro asignado de la clase que presente en forma resumida la información sobre la correlación de la Iglesia que se encuentra en Nuestro Legado, comenzando con el último párrafo de la página 117 e incluyendo el principio de la página 119. Ponga de relieve que el programa de correlación se puso en marcha y sigue funcionando en la actualidad por revelación del Señor a Sus profetas.

Especifique que el objetivo de la correlación de la Iglesia es conservar “la recta vía de Dios” (Jacob 7:7). Por último, tiene por objeto ayudar a cumplir la misión de la Iglesia, la cual es invitar a todas las personas a “ven[ir] a Cristo, y perfecciona[rse] en él” (Moroni 10:32; véase también D. y C. 20:59).

La Primera Presidencia y el Quórum de los Doce supervisan la correlación en la Iglesia, la cual comprende:

  1. Conservar la pureza de la doctrina.

  2. Poner de relieve la importancia de la familia y del hogar.

  3. Poner toda la obra de la Iglesia bajo la dirección del sacerdocio.

  4. Establecer la debida relación entre las organizaciones de la Iglesia.

  5. Alcanzar la unidad y el orden en la Iglesia.

  6. Asegurar la sencillez en los programas y los materiales de la Iglesia.

El élder Bruce R. McConkie, del Quórum de los Doce, dijo que la correlación es un procedimiento “según el cual reunimos todos los programas de la Iglesia, los llevamos a un punto central, los aunamos, los hacemos funcionar como un solo programa, hacemos participar a todos los miembros en su funcionamiento, y hacemos todo eso bajo la dirección del sacerdocio” (Let Every Man Learn His Duty, folleto, 1976, pág. 2).

Utilice el material que aparece a continuación para hablar de la forma en que el trabajo de correlación de la Iglesia trae bendiciones a nuestra vida. Anote en la pizarra los encabezamientos a medida que los vaya tratando.

La importancia de la familia

La labor de correlación ha puesto de relieve de diversas maneras la importancia de la familia. Una de ellas ha sido el establecimiento del programa de la noche de hogar para la familia. Los padres han de realizar semanalmente la noche de hogar para enseñar a su familia y fortalecerla. Se ha reservado la noche del lunes para efectuar la noche de hogar en toda la Iglesia, por lo que esa noche no deben realizarse reuniones ni actividades de la Iglesia.

• ¿De qué forma ha influido la noche de hogar en la vida de ustedes? ¿Qué han hecho para que la noche de hogar resulte satisfactoria?

La labor de correlación también ha recalcado la importancia de la familia al aclarar la función de las organizaciones, de los programas y de las actividades de la Iglesia en relación con ella. En el Manual de Instrucciones de la Iglesia dice:

“La familia y el hogar constituyen el lugar más importante para la enseñanza del Evangelio y para el liderazgo (véase Mosíah 4:14–15; D. y C. 68:25–28)… Los quórumes, las organizaciones auxiliares, los programas y las actividades de la Iglesia deben fortalecer y apoyar a la familia. Deben realzar las actividades de la familia centradas en el Evangelio y no competir con ellas” (Libro 2: Líderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares, 1999, pág. 361).

• ¿Por qué es importante comprender que las organizaciones auxiliares, los programas y las actividades de la Iglesia existen para apoyar a la familia? ¿De qué forma las organizaciones y las actividades de la Iglesia les han fortalecido a ustedes y a sus familias?

La labor de correlación también hace hincapié en que los programas y las actividades de la Iglesia no deben hacer exigencias innecesarias en lo que toca a esfuerzos, tiempo y recursos de los miembros de la Iglesia.

El funcionamiento de las organizaciones auxiliares

Una de las funciones importantes de correlación es unificar y coordinar las organizaciones auxiliares de la Iglesia: la Sociedad de Socorro, los Hombres Jóvenes, las Mujeres Jóvenes, la Primaria y la Escuela Dominical. Durante muchos años estas organizaciones fueron un tanto independientes. Al nivel general de la Iglesia, algunas de ellas tenían su propia revista, sus propios fondos y sus propias conferencias. Al ir creciendo, se volvieron cada vez más complejas y con frecuencia se producían repeticiones innecesarias en sus programas y materiales.

Gracias a los procedimientos de correlación, se ha reducido esa complejidad y repetición. Mediante la correlación también se ha hecho hincapié en que las organizaciones auxiliares funcionen bajo la dirección de los líderes del sacerdocio. Por ejemplo, en los barrios, todas estas organizaciones funcionan bajo la dirección del obispado.

• ¿Por qué es importante unificar y coordinar los esfuerzos de las organizaciones auxiliares del barrio? ¿De qué forma han visto que estas organizaciones pueden trabajar con mayor eficacia al coordinar sus esfuerzos?

La preparación de las publicaciones de la Iglesia

Explique que las publicaciones de la Iglesia, como por ejemplo los manuales de lecciones y las revistas, se preparan con el fin de ayudar a los miembros a aprender y a vivir el Evangelio de Jesucristo. El procedimiento de correlación contribuye a garantizar que esos materiales se basen en las Escrituras y sean doctrinalmente correctos y apropiados para las personas a las cuales se dirigen. Todas las publicaciones de la Iglesia se proyectan, se preparan, se examinan y se publican bajo la dirección de la Primera Presidencia y del Quórum de los Doce.

Uno de los resultados de la correlación en las publicaciones de la Iglesia es que las clases de Doctrina del Evangelio para adultos y para jóvenes, así como la mayoría de las clases de la Primaria, estudian el mismo libro de las Escrituras durante el año, lo cual anima y facilita el hablar de las Escrituras en el hogar.

• ¿Cómo pueden las lecciones que se enseñan en la Iglesia respaldar los esfuerzos de los padres por enseñar a sus hijos en el hogar?

La orientación familiar

Lea con los miembros de la clase D. y C. 20:53–55 y explique que las visitas de los poseedores del sacerdocio al hogar de los miembros han formado parte de la Iglesia desde la época del profeta José Smith. Parte de la labor de correlación en la década de 1960 fue hacer un renovado hincapié en esas visitas, dándoseles el nombre de orientación familiar. Dicha orientación familiar continúa siendo responsabilidad fundamental de maestros, presbíteros y los poseedores del Sacerdocio de Melquisedec.

• ¿Qué objetivos tiene la orientación familiar? ¿Qué hechos les han evidenciado a ustedes la importancia de la orientación familiar?

Para terminar el tema de la correlación de la Iglesia, lea con los miembros de la clase D. y C. 84:109–110 y 132:8.

• ¿De qué manera la correlación de la Iglesia nos lleva a dar cumplimiento a esas palabras?

• ¿Qué podemos hacer individualmente y en nuestros llamamientos de la Iglesia para aplicar los principios de la correlación de la Iglesia?

2. La revelación hace llegar las bendiciones del sacerdocio a todos los miembros varones dignos de la Iglesia.

Explique que en junio de 1978, el presidente Spencer W. Kimball anunció la revelación que hacía llegar las bendiciones del sacerdocio a todos los miembros varones dignos de la Iglesia. Pida al miembro asignado de la clase que presente un resumen del relato de esa revelación, el cual se encuentra en Nuestro Legado, páginas 125–127.

• Lea con los miembros de la clase la Declaración Oficial—2. ¿Por qué esa revelación ha sido una bendición para la Iglesia?

• ¿Qué podemos aprender de los diversos pasos que siguió el presidente Kimball antes de recibir la revelación? (Véase Nuestro Legado, página 126.)

3. La publicación de nuevas ediciones Santos de los Últimos Días de las Escrituras.

Explique que en 1979, tras años de meticuloso trabajo bajo la dirección de la Primera Presidencia y del Quórum de los Doce, la Iglesia publicó una edición Santo de los Últimos Días de la Versión del rey Jacobo de la Biblia en inglés. Esa edición tiene el mismo texto de la Versión del rey Jacobo de la Biblia en inglés, pero contiene ayudas de estudio especiales, como por ejemplo la “Topical Guide” (Guía temática), el “Bible Dictionary” (Diccionario bíblico) y notas a pie de página que remiten al lector a pasajes de los otros libros de Escrituras y a selecciones de la traducción de José Smith de la Biblia en inglés.

La Iglesia publicó en 1981 una nueva edición de la combinación triple en inglés (el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio en un solo volumen), con un mayor número de notas a pie de página y de entradas del índice.

• Lea con los miembros de la clase Ezequiel 37:15–19 y explique que “el palo de Judá” es la Biblia y “el palo de Efraín” es el Libro de Mormón. ¿Por qué las nuevas ediciones de las Escrituras hacen que la Biblia y el Libro de Mormón sean “uno solo en tu mano”?

Explique que muchas notas a pie de página de la Biblia (en inglés) remiten al lector a pasajes del Libro de Mormón y que muchas notas a pie de página del Libro de Mormón remiten al lector a pasajes de la Biblia. El élder Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce, dijo: “El palo o registro de Judá, el antiguo y el Nuevo Testamento, y el palo o registro de Efraín, el Libro de Mormón: (el otro Testamento de Jesucristo), están ahora entrelazados de tal manera que el estudiar uno nos insta a estudiar el otro; el aprender de uno aclara el conocimiento del otro. Son, sin duda, uno en nuestras manos” (“Las Escrituras”, Liahona, enero de 1983, pág. 101).

Dedique unos minutos a mostrar a los miembros de la clase la Guía para el Estudio de las Escrituras, que se encuentra al final de la combinación triple en español (si lo desea, podría emplear la segunda sugerencia adicional para la enseñanza). En seguida, haga las siguientes preguntas:

• ¿Cómo han empleado la Guía para el Estudio de las Escrituras? ¿En qué forma les ha servido para su estudio personal de las Escrituras? ¿De qué maneras consideran ustedes que la Iglesia ha sido bendecida gracias a esas ayudas de estudio de las Escrituras?

Poco después de que esas Escrituras se publicaran en el idioma inglés, el élder Boyd K. Packer profetizó: “Con el transcurso de los años, estas Escrituras producirán generaciones sucesivas de cristianos fieles que conocerán a Jesucristo y estarán dispuestos a obedecer Su voluntad… la generación futura podrá gozar de la claridad de las revelaciones como nunca nadie lo ha podido hacer en la historia del mundo. En sus manos están los palos de José y de Judá; adquirirán un conocimiento del Evangelio mucho más amplio que el que sus antepasados pudieron lograr. Tendrán el testimonio de que Jesús es el Cristo y la capacidad de proclamarlo y defenderlo” (“Las Escrituras”, Liahona, enero de 1983, pág. 101).

En la conferencia general de abril de 1995, el presidente Gordon B. Hinckley hizo un comentario que pone de manifiesto que las palabras del élder Packer se están cumpliendo: “Recuerdo la época en que yo era adolescente; ninguno de los jóvenes ni de las jovencitas leía mucho las Escrituras. ¡Qué cambio tan maravilloso se ha efectuado! Está surgiendo una nueva generación que está familiarizada con la palabra de Dios” (“Tenemos mucho por hacer”, Liahona, julio de 1995, pág. 99).

4. Quórumes adicionales de los Setenta.

Indique que al crecer la Iglesia, el Señor ha revelado que la administración general de la misma debía cambiar a fin de satisfacer las necesidades de los miembros de todo el mundo. Esos cambios han sido particularmente evidentes en la organización de los quórumes adicionales de los Setenta.

• Lea con los miembros de la clase D. y C. 107:25, 34. ¿Cuáles son las responsabilidades de los Setenta?

Explique que durante muchos años hubo sólo siete Autoridades Generales de la Iglesia que servían como Setentas, los cuales integraban el Primer Consejo de los Setenta. En 1975, otros fueron llamados y pasaron a ser miembros del Primer Quórum de los Setenta. Hubo otra ampliación en 1989 cuando se añadió el Segundo Quórum de los Setenta.

En abril de 1995, el presidente Gordon B. Hinckley anunció el llamamiento de nuevos oficiales locales, llamados Autoridades de Área, los cuales prestarían servicio por un período de unos seis años. (Véase “Esta obra está dedicada a la gente”, Liahona, julio de 1995, pág. 58.)

En 1997, el presidente Hinckley anunció que las Autoridades de Área serían ordenados Setenta y que integrarían el Tercer, Cuarto y Quinto Quórumes de los Setenta. A diferencia de los Setenta que sirven en calidad de Autoridades Generales, los Setenta Autoridades de Área sirven en las áreas donde residen y continúan desempeñando las labores de su empleo actual. (Véase “Seamos fieles y leales”, Liahona, pág. 6.)

• Lea con los miembros de la clase D. y C. 107:93–97. ¿Cómo cumple la creación de los quórumes adicionales de los Setenta con las instrucciones de esa revelación?

• ¿De qué forma consideran ustedes que el llamamiento de los Setenta Autoridades de Área ayudará a la Iglesia a medida que crezca?

Con respecto a la creación de los quórumes adicionales de los Setenta, el presidente Hinckley dijo: “Al fijar en su lugar a estos respectivos quórumes, hemos establecido un modelo bajo el cual la Iglesia puede tener un número ilimitado de miembros, con una organización de Presidencias de Área y Setenta Autoridades de Área que han sido escogidos y quienes trabajan por todo el mundo, según sea necesario. El Señor está al tanto de Su reino y está inspirando a los líderes del mismo para hacerse cargo del creciente aumento en el número de miembros” (“Seamos fieles y leales”, Liahona, julio de 1997, pág. 6).

Conclusión

Si no hubiese empleado la Actividad para despertar el interés, lea la cita del presidente Spencer W. Kimball que se encuentra en las páginas 282–283. Dé atención especial al testimonio del presidente Kimball de que “la voz del Señor [a Sus profetas] es una incesante melodía y un atronador llamado”. Exprese su gratitud por la guía que nos brinda el Señor por conducto de los profetas de los últimos días.

Según le inspire el Espíritu, testifique de las verdades que han tratado durante la lección.

Sugerencias adicionales para la enseñanza

Si lo desea, utilice una o las dos ideas que se dan a continuación con el fin de complementar la reseña que se sugiere para la lección.

1. Presentación en video: “La revelación sobre el sacerdocio”

Si puede conseguir Doctrina y Convenios y la historia de la Iglesia: presentaciones en video (53912 002), tenga en cuenta mostrar, durante la segunda sección de la lección, el segmento “La revelación sobre el sacerdocio”, de 7 minutos de duración.

2. Actividad para fomentar el empleo de la Guía para el Estudio de las Escrituras

Utilice la siguiente actividad para ayudar a los miembros de la clase a emplear la Guía para el Estudio de las Escrituras:

Indique a los miembros de la clase que cierren sus libros de las Escrituras y pídales que anoten de memoria todas las referencias de las Escrituras que puedan acerca de dos o tres temas diferentes del Evangelio que tengan muchas referencias en la Guía para el Estudio de las Escrituras. Por ejemplo, podría pedirles que anotaran referencias acerca de la humildad, de la obediencia y del don del Espíritu Santo. Una vez que hayan anotado todo lo que recuerden, pídales que busquen esos mismos temas en la Guía para el Estudio de las Escrituras. Lean algunos de los pasajes que se indiquen bajo dichos temas.

Una vez que hayan terminado esta actividad, indique a los miembros de la clase que busquen las páginas 106–109 de la Guía para el Estudio de las Escrituras, para ver todas las referencias que hay acerca del Salvador. Si lo desea, mientras ellos examinan esas referencias, comparta lo que dijo el presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce. Él se refirió a esas páginas como al “más amplio compendio de referencias de las Escrituras en cuanto al Señor Jesucristo que se haya acumulado en la historia del mundo” (“Los pacíficos discípulos de Cristo”, Liahona, diciembre de 1998, pág. 20).